Desde las inversiones previstas hasta la fuente de recurso hídrico que abastecerá la mina. Todo lo que tenés que saber sobre el proyecto minero San Jorge.
Algunos datos clave de San Jorge, cuya DIA se aprobó este martes
El proyecto San Jorge -aprobado hoy por el Senado- se emplaza en la precordillera mendocina, entre los 2.400 y 2.900 metros de altura, a 97 kilómetros de la Ciudad de Mendoza y 37 de Uspallata. La titularidad pasó por numerosas empresas durante décadas hasta quedar, en 2024, en manos de Zonda Metals GmBH (Suiza) y el Grupo Alberdi.
La mina utilizará agua del arroyo El Tigre, una fuente permanente de montaña cuyo caudal promedio es de 318 l/s. El proyecto prevé utilizar 141 l/s, dejando un volumen que, según el estudio hidrológico, permite mantener el caudal ecológico necesario para la especie indicadora M. irarrazavalli. La autorización se basa en un informe de la Universidad Nacional de San Luis, que estimó que la reducción en la recarga hacia la ciénaga de Yalguaraz sería del 8% (ver aparte).
La inversión total prevista asciende a USD 559 millones, de los cuales USD 462 millones corresponden a la etapa de construcción. La vida útil estimada del yacimiento es de 16 años, con una producción promedio anual de 151.000 toneladas de concentrado de cobre, y un pico posible de 241.000 toneladas.
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En materia laboral, la obra promete 1.000 empleos durante la construcción (con picos de 1.200), 380 puestos directos en operación (700 sumando indirectos) y unos 100 durante el cierre.
Cómo será la operación: tajo y flotación
San Jorge es un proyecto a cielo abierto, con un tajo de 1.700 metros de largo, 950 de ancho y hasta 350 metros de profundidad. El diseño incluye un depósito de colas para 158 millones de toneladas, y distintas escombreras para óxidos, baja ley y estériles.
El proceso metalúrgico será por flotación, sin uso de cianuro, ácido sulfúrico ni mercurio, tal como establece la Ley 7722. La planta trabajará con un circuito de recirculación que busca reducir al mínimo la demanda de agua fresca.
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Las aguas "contactadas" -aquellas que puedan mezclarse con sedimentos o materiales del proceso- serán captadas, analizadas y manejadas mediante piletas de contingencia y sistemas de evaporación o reutilización.
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