Matías Longoni analizó en Radio Post el impacto del acuerdo comercial con USA

El periodista especializado en temas agroganaderos, aseguró que se puede "esperar la trompada en sentido contrario", en relación al comercio con China.

Matías Longoni analizó en Radio Post el impacto del acuerdo comercial con USA

Por: Mendoza Post

El reciente entendimiento comercial entre Argentina y Estados Unidos sigue generando análisis críticos dentro del sector agropecuario. Entre ellos, el periodista especializado Matías Longoni advirtió en Radio Post que, si bien el pacto abre algunas oportunidades -particularmente para la carne vacuna-, el texto revela un marcado desequilibrio de compromisos y un potencial impacto negativo en las relaciones con los principales socios económicos del país.

Según Longoni, el único punto cercano a una confirmación concreta es la ampliación de la cuota anual de exportación de carne bovina hacia Estados Unidos: de las actuales 20.000 toneladas a 80.000. La cuota original había sido acordada en 2018 entre la administración de Mauricio Macri y el gobierno de Donald Trump.

Para los frigoríficos, el salto sería significativo: el negocio, que hoy ronda los USD 150 millones anuales, podría multiplicarse. Pero el periodista relativiza ese beneficio. Comparado con el mercado chino -destino del 70% de las exportaciones argentinas-, Estados Unidos sigue siendo marginal. "China importa en un mes lo que Estados Unidos compra en todo el año", recordó.

Podés leer: Histórico acuerdo comercial con EEUU: ¿cuáles son los principales puntos?

El texto difundido por la Casa Blanca despertó reparos por su carácter asimétrico. Longoni señaló que casi todos los compromisos recaen sobre Argentina, mientras que las obligaciones estadounidenses aparecen menos definidas.

Entre los puntos claramente detallados figuran la apertura del mercado argentino para la carne de pollo estadounidense en un año, facilidades regulatorias para productos tecnológicos, insumos agropecuarios y fármacos, además de un alineamiento con estándares laborales y comerciales promovidos por Washington, un gesto interpretado como un mensaje directo a China, principal socio del agro argentino.

"Ese alineamiento está escrito para China", sostuvo Longoni, subrayando que el acuerdo excede lo estrictamente comercial y marca un giro diplomático de alto impacto.

En ese sentido, y siendo China no solo el principal comprador de carne y granos, sino también un actor clave en materia de inversiones, Longoni advirtió que "Hay que esperar la trompada en sentido contrario", en referencia a eventuales represalias comerciales.

La inquietud también llega desde Brasil. Dirigentes agropecuarios del país vecino interpretan que Argentina se estaría "apartando del juego regional" para acercarse a Estados Unidos, lo que podría tensar la dinámica del Mercosur.

El analista retomó reclamos internos sobre la falta de condiciones competitivas frente a Estados Unidos. Mientras los productores norteamericanos enfrentan cargas impositivas considerablemente más bajas, en Argentina la presión tributaria provincial y municipal erosiona cualquier margen.

También aclaró que algunos temores suelen sobredimensionarse. La apertura para la carne de cerdo estadounidense, negociada en 2018, nunca llegó a traducirse en importaciones efectivas: "No entró un gramo".

Otro eje crítico es la mayor influencia que podrían ganar las empresas tecnológicas y farmacéuticas estadounidenses. Washington presiona desde hace años por una legislación de patentes más rígida. Longoni recordó el caso de la soja RR: Argentina la adoptó en 1995 sin pagar regalías a Monsanto durante años, un antecedente que marcó la agenda bilateral.

El acuerdo preliminar también sugiere una tendencia preocupante: que Argentina acepte como válidas las aprobaciones regulatorias de Estados Unidos. "Si Estados Unidos te autorizó la tecnología, Argentina dice: ‘La aceptamos'", graficó.

Vino, acero y autos: las incógnitas persistentes

Algunos sectores aún esperan definiciones.
En el caso del vino, no hay precisiones sobre la posible eliminación del arancel adicional del 10% que Donald Trump impuso en abril y que afecta directamente la competitividad del sector.
La siderurgia y la industria automotriz también fueron mencionadas, pero sin detalles concretos. Longoni estima que este último punto podría estar vinculado con la disputa global por el mercado de autos eléctricos.

Te puede interesar: Acuerdo con EEUU: Milei vaticinó "un nuevo siglo de oro" para Argentina

Esta nota habla de: