El piloto argentino José María López protagonizó una actuación histórica en las 24 Horas de Le Mans, finalizando en el segundo puesto luego de haber comenzado último, y al cruzar la meta no pudo ocultar su emoción.
A bordo del Toyota GR 10 Hybrid,PechitoLópez se subió al podio pese a los inconvenientes sufridos antes y durante la tradicional competencia francesa, incluyendo un trompo sobre el final que le impidió pelear por el triunfo.
Pechito López %uD83C%uDDE6%uD83C%uDDF7 hizo historia: terminó 2° en las 24 horas de Le Mans en el Toyota GR 10 Hybrid. Había comenzado último. Compartió conducción con Nick De Vries y Kamui Kobayashi. El argentino se emocionó al finalizar la carrera. pic.twitter.com/0NSFIZTiOo
El cordobés, que compartió la conducción con Nick De Vries y Kamui Kobayashi estuvo a cargo del último tramo y peleó por la punta, incluso llegó a liderar, y terminó siendo escolta de los ganadores Nicklas Nielsen, Miguel Molina y Antonio Fuoco, con la Ferrari 499P. En tanto que el otro coche de la escudería del Cavallino Rampante completó el podio, conducido por James Calado, Antonio Giovinazzi y Alessandro Pier Guidi.
El logro del piloto argentino cobra más valor ya que desde esta temporada no integra el equipo de Hypercar de Toyota y corre en la clase LMGT3. Pero debido a las lesiones en un accidente en bicicleta de Mike Conway, López tuvo la chance de volver a Le Mans.
En diálogo con Motorsport, Pechito analizó que "fue una carrera muy difícil en todo sentido, con mucha lluvia, condiciones cambiantes".
Y para finalizar, pese a que días atrás había avisado que esta carrera sería su "último baile", al ser consultado sobre si regresará a la clase Hypercar el año que viene, avisó que "es bueno recordarle también a mucha gente que, más allá los años, todavía estoy. Eso para mí es un orgullo personal".
La sección deportiva del diario estadounidense elaboró el ranking de los mejores futbolistas que disputarán la Copa del Mundo y el capitán de la Selección argentina quedó muy relegado en el Top 10, por debajo de jugadores que no le llegan ni a los talones.