Tienen un cuarto de la población de Mendoza y jugarán el Mundial 2026

Será uno de los equipos debutantes en la próxima Copa del Mundo. El seleccionado insular dio el golpe y dirá presente en la próxima copa.

Tienen un cuarto de la población de Mendoza y jugarán el Mundial 2026

Por: Juan Manuel Lucero

Cabo Verde vivió un día que quedará grabado para siempre en su historia. El pequeño país insular del Atlántico africano, con poco más de 500.000 habitantes (Mendoza tiene más de 2 millones), consiguió lo que parecía un sueño inalcanzable: clasificarse por primera vez a un Mundial de fútbol. Hasta el momento, es el único debutante que ya aseguró su lugar en México-EEUU-Canadá 2026.

El equipo, conocido como los Tiburones Azules, derrotó 3 a 0 a Esuatini en la última fecha de las Eliminatorias africanas y se quedó con el primer lugar del grupo D, superando nada menos que a Camerún, una de las potencias del continente.

Los Tiburones Azules festejan la clasificación.

El triunfo desató una auténtica revolución en Praia, su capital, donde miles de personas salieron a las calles y el Gobierno decretó feriado nacional para celebrar la histórica hazaña.

Cabo Verde es un archipiélago formado por diez islas volcánicas situado frente a la costa occidental de África. Su población total equivale a la de un solo barrio de Buenos Aires, y su liga local tiene escasa estructura profesional. Hasta hace poco, sus jugadores más destacados militaban en divisiones menores de Portugal, país con el que mantiene un fuerte vínculo histórico y cultural.

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En el plano futbolístico, su historia era modesta: había logrado alguna clasificación a la Copa Africana de Naciones, pero nunca había estado cerca de un Mundial. Por eso, este logro se vive como un milagro deportivo.

De la nada al Mundial

El técnico Bubista logró consolidar un equipo disciplinado y combativo, que hizo de la organización y el esfuerzo sus principales armas. El delantero Dailon Livramento, autor del primer gol ante Esuatini, se convirtió en héroe nacional, mientras que Willy Semedo y Stopira sellaron el marcador y el pase a Estados Unidos, México y Canadá 2026.

El Estadio Nacional de Praia, con capacidad para 15.000 personas, fue una caldera. La emoción se extendió por todas las islas bajo un mismo lema: "10 islas, una nación, un sueño".

Sin estrellas ni grandes recursos, Cabo Verde demostró que el fútbol todavía puede escribir historias románticas, de esas que recuerdan que los sueños más improbables también se pueden cumplir.

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