El monegasco, de 26 años, sorprendió al mundo del tenis tras vencer a su primo Arthur Rinderknech y quedarse con el Masters 1000 de Shanghái, convirtiéndose en el jugador con peor ranking en lograrlo. En el camino venció, entre otros, a Novak Djokovic.
De la qualy al Olimpo: Vacherot, el número 204 que conquistó Shanghái
El tenista monegasco Valentin Vacherot, hasta hace unos días ubicado en el puesto 204 del ranking ATP, dio el golpe del año en el circuito profesional: se consagró campeón del Masters 1000 de Shanghái, tras derrotar en la final a su primo Arthur Rinderknech por 4-6, 6-3 y 6-3.
El triunfo tiene un carácter doblemente simbólico. No solo por tratarse de su primer título ATP a los 26 años, sino porque lo logró desde la fase previa y frente a rivales de primer nivel. "Cuando llegué aquí, ni siquiera estaba seguro de que iba a jugar el torneo", admitió el propio Vacherot al celebrar una victoria que lo inscribe en la historia: ningún jugador con un ranking tan bajo había ganado antes un Masters 1000 desde la creación del formato.
La final, además, tuvo un componente íntimo. El duelo entre primos fue el cierre de una travesía improbable: Vacherot arrancó como qualifier y dejó en el camino a nombres pesados, entre ellos Holger Rune y Novak Djokovic, a quien venció en semifinales.
Antes de su epopeya en China, el monegasco había acumulado apenas 594 mil dólares en premios a lo largo de toda su carrera. Solo en Shanghái embolsó 1,12 millones, cifra que duplicó de inmediato su fortuna y lo impulsó a superar los 1,7 millones de dólares en total. En términos deportivos, el impacto fue igual de grande: tras su consagración, escalará al puesto 40 del ranking, su mejor ubicación hasta ahora.
El lado invisible del tenis
Detrás de cada ascenso relámpago se esconde una estructura costosa y muchas veces insostenible para quienes no logran mantenerse entre los mejores. Como recordó recientemente Dominic Thiem, el mantenimiento de un tenista en formación puede costar entre 80.000 y 100.000 euros por año entre los 13 y los 18 años.
Vacherot conocía esa realidad de cerca. Su victoria en Shanghái no solo reescribe su historia deportiva, sino que también le permite saldar años de esfuerzo y deuda en un circuito que premia poco a los que no nacen en la elite.
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Mientras tanto, las grandes figuras del tenis mueven cifras de otro planeta. Carlos Alcaraz, por ejemplo, sumó este año más de 16 millones de dólares en premios, y podría recibir bonos adicionales por 4,5 millones por su rendimiento en torneos ATP 500 y Masters 1000.
The moment Vacherot completed a fairytale run %uD83D%uDE4C#RolexShanghaiMasters pic.twitter.com/lFMt9ez7h7
— Tennis TV (@TennisTV) October 12, 2025
El contraste resalta la magnitud del logro del monegasco: un jugador sin patrocinadores globales ni equipo millonario detrás, que pasó del anonimato a la portada de todos los medios deportivos, a los 26 años de edad.



