El piloto de Mercedes fue blanco de una ola de agresiones digitales luego del GP de Qatar, tras las insinuaciones iniciales de Red Bull sobre un supuesto "adelantamiento deliberado" a Lando Norris. La estructura austríaca debió rectificarse y pidió disculpas públicas.
Escándalo en la Fórmula 1: amenazaron de muerte a un piloto
El piloto de Mercedes fue blanco de una ola de agresiones digitales luego del GP de Qatar, tras las insinuaciones iniciales de Red Bull sobre un supuesto "adelantamiento deliberado" a Lando Norris. La estructura austríaca debió rectificarse y pidió disculpas públicas.
La carrera de Fórmula 1 en Qatar dejó una secuela inesperada fuera de la pista. En menos de un día, Kimi Antonelli recibió más de 1.100 mensajes abusivos, entre ellos amenazas de muerte y ataques homofóbicos. El desborde ocurrió después de que integrantes de Red Bull sugirieran que el italiano había facilitado el avance de Lando Norris, en un tramo clave de la definición del campeonato previo a Abu Dhabi.
Frente al volumen inusual de agresiones, Mercedes reunió capturas y registros para elevarlos a la FIA, que impulsa la campaña United Against Online Abuse. Los dichos de Red Bull fueron desestimados poco después: la propia estructura admitió que sus declaraciones antes y después de la competencia en Lusail fueron "claramente incorrectas".
%uD83C%uDFA5 L'erreur de Kimi Antonelli dans les derniers tours qui a permis à Lando Norris de prendre la 4e place de cette course.
L'Italien est actuellement victime d'insultes pour avoir, soi-disant, "laissez-passer" Lando Norris. Quelle honte...%uD83E%uDD2E#F1#QatarGPpic.twitter.com/Ycd3Q7gZlB
La maniobra discutida ocurrió en el último sector del circuito. Mientras defendía el podio ante Carlos Sainz, Antonelli perdió adherencia en la zona de curvas 9 y 10, abrió su línea y Norris aprovechó para superarlo. En la radio de carrera, el ingeniero de Max Verstappen deslizó que el piloto de Mercedes lo había "dejado pasar", y más tarde Helmut Marko reforzó esa idea ante la prensa. Ese guiño inicial encendió la mecha en redes.
Los análisis posteriores de medios especializados como Planet F1 y Motorsport mostraron que el auto italiano sufrió pérdida de carga aerodinámica por el aire sucio y el estado de los neumáticos. La telemetría también confirmó que Antonelli entró a la curva más rápido que en la vuelta previa y perdió el tren trasero de manera repentina.
La reacción digital fue inmediata. Según registros internos del equipo, el caudal de mensajes hostiles se disparó un 1.100% respecto de un domingo normal y otros 330 comentarios de tono similar llegaron a las cuentas oficiales de la escudería. Antonelli respondió dejando en negro su foto de perfil como mensaje de rechazo.
Red Bull publicó un comunicado admitiendo el error de sus dichos, aclarando que la repetición mostraba una pérdida de control y no una maniobra intencional. La disculpa individual llegó por parte de Marko en una entrevista con un medio alemán.
Desde Mercedes, Toto Wolff fue tajante. Consideró "absurda" la insinuación de Red Bull y sostuvo que su propio piloto estaba jugándose un lugar en el podio y puntos claves en la lucha por el segundo puesto del campeonato de Constructores. La discusión también involucró al ingeniero Gianpiero Lambiase, con quien la situación quedó aclarada después de la carrera.
La tensión se amplificó por el contexto deportivo: el adelantamiento permitió a Norris sumar puntos valiosos y llegar a Abu Dhabi con una diferencia de 12 unidades sobre Verstappen. En ese marco, cada detalle cobró una dimensión mayor, incluso el recuerdo del toque entre Antonelli y el neerlandés en Austria, mencionado nuevamente por Marko.
En su temporada debut, Antonelli ya había logrado resultados sólidos y duelos directos con pilotos experimentados. Esa adaptación veloz confirmó su continuidad en Mercedes junto a George Russell para 2026.
La sección deportiva del diario estadounidense elaboró el ranking de los mejores futbolistas que disputarán la Copa del Mundo y el capitán de la Selección argentina quedó muy relegado en el Top 10, por debajo de jugadores que no le llegan ni a los talones.