El entrenador luso Bruno Lage, en la conferencia previa al partido, confirmó una novedad que preocupa a los hinchas xeneizes.
La sorpresiva decisión del DT de Benfica en la previa del partido con Boca
El esperado debut de Boca en el Mundial de Clubes está a la vuelta de la esquina. Hoy desde las 19 (hora argentina), el equipo dirigido por Miguel Ángel Russo se enfrentará al Benfica en el Hard Rock Stadium de Miami, en lo que será el inicio del Grupo C del torneo que se disputa en Estados Unidos.
Aunque el Xeneize llega con el equipo prácticamente definido, hay un factor que altera todos los cálculos: la sorpresiva presencia de Ángel Di María, confirmado como titular por el entrenador luso Bruno Lage, en la conferencia previa al partido.
Di María, amenaza conocida
El extremo argentino, con pasado en Rosario Central y campeón del mundo con la Selección Argentina, atraviesa una gran forma. En el último amistoso de Benfica, fue autor de dos goles en la goleada 7-0 ante Tampa Bay Rowdies, demostrando que está afilado de cara al certamen intercontinental.
En total, Di María cerró la temporada europea con 15 goles y 10 asistencias en 40 partidos, y este Mundial de Clubes será su último torneo con las Águilas antes de volver al club que lo vio nacer, Rosario Central.
Un rival con jerarquía y cuentas pendientes
Benfica no llega con la mejor racha a este torneo: quedó eliminado en octavos de Champions League, fue subcampeón de la liga portuguesa y perdió la final de la Copa de Portugal ante el Sporting por 3-1. Sin embargo, Bruno Lage valoró el nivel de su plantel y anticipó un duelo parejo: "Boca va a tener que enfrentarse a un gran equipo", dijo, destacando también la experiencia de sus futbolistas campeones del mundo, como Nicolás Otamendi y el propio Di María.
Un grupo complicado
Boca y Benfica integran el Grupo C, junto con Bayern Múnich y Auckland City de Nueva Zelanda. El formato del torneo es corto: tres partidos, nueve puntos en juego, y cada encuentro es crucial.
Con este panorama, el duelo de este lunes en Miami no es solo un estreno, sino un examen de máxima exigencia para el equipo argentino, que quiere volver a meterse en la conversación internacional. El desafío será grande, y enfrente estará nada menos que uno de los mejores futbolistas argentinos de las últimas décadas.
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