La mendocina que competirá en la Winter Swimming World Cup

María Girelli es una de las promesas más destacadas de la natación de aguas frías en Argentina. Nacida y criada en Mendoza, esta deportista se radicó en Santa Cruz hace 24 años y ha forjado su carrera entre los entrenamientos en piscinas santacruceñas y las frías aguas de los lagos andinos. Ahora, se prepara para afrontar uno de los desafíos más importantes de su trayectoria: la Winter Swimming World Cup, que este año tendrá como escenario las heladas aguas del Lago Argentino, en la provincia de Santa Cruz.

Desde pequeña, María mostró una conexión especial con el agua. A los 6 años empezó a practicar natación en un club de barrio, y con el tiempo, su pasión la llevó a explorar disciplinas menos convencionales, como la natación en aguas abiertas. Fue en su adolescencia cuando se animó por primera vez a nadar en un lago de montaña, y aquella experiencia marcaría el rumbo de su vida deportiva. La dureza de las temperaturas extremas no la desanimó, al contrario, la desafió a superarse.

En los últimos años, María se ha convertido en una de las referentes del país en el circuito de aguas frías, una disciplina que ha crecido notablemente en Argentina, especialmente en la Patagonia. Sus entrenamientos son exigentes: combina sesiones de resistencia en pileta con prácticas en lagos de alta montaña, donde las temperaturas del agua apenas rozan los 5°C. Además, ha trabajado intensamente en la preparación mental, ya que el control de la respiración y la fortaleza psicológica son claves en este tipo de competencias.

La Winter Swimming World Cup en el Lago Argentino representa un desafío inédito tanto para María como para los organizadores. Es la primera vez que esta competencia internacional se celebra en territorio argentino, y el escenario natural del lago, enmarcado por los glaciares, ha generado gran expectativa en la comunidad internacional de nadadores extremos. Para María, competir en su propio país es un motivo de orgullo, pero también siente la responsabilidad de dejar bien representada a la natación mendocina.

Más allá de los resultados deportivos, María busca transmitir un mensaje de superación personal y de conexión con la naturaleza. "Nadar en aguas frías es aprender a respetar los límites del cuerpo, pero también a escuchar la inmensidad del entorno", suele decir en sus entrevistas. Su participación en la Copa del Mundo no solo es el fruto de años de esfuerzo, sino también una oportunidad para visibilizar esta disciplina en el país y motivar a nuevas generaciones.

Consciente de que cada brazada en el Lago Argentino será una prueba de resistencia, María Girelli encara este desafío con la determinación que la caracteriza. Sueña con subir al podio, pero también con vivir la experiencia de nadar en uno de los paisajes más imponentes del mundo, rodeada de atletas que comparten su misma pasión por las aguas heladas. Pase lo que pase, su participación ya es un logro histórico para el deporte mendocino.