Después de más de dos años con vehículos circulando sin chapas metálicas, la administración nacional anticipa que la situación se normalizará en octubre. La escasez afectó a miles de conductores y habilitó prácticas riesgosas en el tránsito urbano e interurbano.
El Gobierno pone fecha al fin del faltante de patentes
Desde 2023, la falta de patentes metálicas se convirtió en un problema visible en calles y rutas argentinas. Autos y motos circulando con simples papeles provisorios pegados en el parabrisas se volvieron una postal habitual, que comenzaría a solucionarse en octubre, según publicó la revista especializada en autos Parabrisas.
La crisis comenzó en mayo de 2023, cuando la Casa de Moneda paralizó la producción por la imposibilidad de conseguir materiales. En respuesta, se habilitó el uso de patentes de papel para evitar un colapso administrativo. Sin embargo, la transición hacia un nuevo esquema productivo fue lenta. Ya con el gobierno de Javier Milei en funciones, se cerró la planta estatal y se convocó a una licitación pública, cuyo resultado recién se conoció en abril de 2025.
La adjudicación recayó en el consorcio Tönnjes Sudamericana, compuesto por una firma de capital alemán y el Grupo Boldt. Aunque la producción se reactivó, la demanda acumulada sigue superando a la oferta. Actualmente, se fabrican cerca de 5.700 chapas diarias para autos y más de 10.000 para motos, pero todavía resta entregar más de 600.000 patentes, según datos oficiales.
En lo que va del año se distribuyeron más de 1,25 millones de patentes y unas 400.000 provisionales, pero el ritmo de los nuevos patentamientos, que alcanzan su nivel más alto desde 2017, sigue generando cuellos de botella. Además, el límite mensual de 104 dominios por registro automotor en algunas zonas urbanas agudiza las demoras.
Para quienes viajan al exterior, hay convenios con países limítrofes que permiten el ingreso de vehículos con patentes provisorias, aunque es necesario gestionar una autorización especial.
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El Gobierno asegura que los problemas de insumos están superados, pero admite que el proceso completo de normalización podría extenderse hasta octubre. Si se cumplen los plazos, ese mes marcaría el fin de una etapa insólita de desorganización en el sistema de identificación vehicular argentino.
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