Dejó huella en Argentina. Fabricado en el país, fue pionero en seguridad y símbolo de estatus. Estas son algunas curiosidades que lo hicieron inolvidable.
Siete curiosidades del auto que fue ícono de los '90
Durante los años '90, hubo un auto que supo representar el espíritu de una época: el Peugeot 405. Elegante, confiable y versátil, este sedán fabricado en El Palomar se convirtió en un ícono del parque automotor argentino.
Aunque su producción nacional cesó hace más de dos décadas, su legado sigue vigente -incluso en algunos países asiáticos donde aún se fabrica como 0 km-. En esta nota, repasamos siete datos que explican por qué marcó una era.
1. Producción nacional desde 1992
El Peugeot 405 comenzó a ensamblarse en Argentina en 1992, en la histórica planta de El Palomar, bajo la gestión de Sevel. Incorporaba innovaciones destacadas para la industria local, sobre todo en el plano de la seguridad activa y pasiva.
2. Primer auto argentino con airbag de serie
En su versión STI, el 405 fue pionero: se transformó en el primer vehículo fabricado en el país con airbag de serie. Un detalle que lo posicionó como referente en seguridad dentro del mercado nacional.
3. Amplia oferta de versiones y motores
El 405 ofreció una gama diversa, con opciones para todos los perfiles. Desde el GL y GR básicos, hasta los más equipados SRi y STI, disponibles con motorizaciones nafteras, diésel, atmosféricas, inyectadas y turboalimentadas.
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4. Emblema de estatus en los '90
Quien manejaba un 405 en esa década solía pertenecer a la clase media alta o ser profesional, funcionario o empresario. Su diseño sobrio y comportamiento rutero lo convirtieron en el vehículo aspiracional de muchos argentinos.
5. El Mi16: el deportivo que todos querían
La versión Mi16 sigue siendo recordada con admiración. Con su motor 2.0 de 150 caballos, tracción delantera, suspensión ajustada y estética particular, fue un sedán deportivo de culto que dejó huella en los entusiastas del manejo ágil.
6. También fue taxi y patrullero
Pese a su imagen elegante, el 405 también cumplió funciones utilitarias: fue elegido como taxi en distintas provincias y patrullero por varias fuerzas policiales, debido a su robustez mecánica y generoso espacio interior.
7. Una despedida bien argentina
La producción finalizó en 2001, tras casi una década de éxito en el país. Las últimas unidades llevaban grabado en el portón trasero un orgullo nacional: "Hecho en Argentina", un sello que hoy valoran especialmente los coleccionistas y nostálgicos.
Fuente: revista Parabrisas
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