El fallo de la Corte Suprema contra Cristina Kirchner provocó la paralización de las fábricas de Ford y Volkswagen en Pacheco, con bloqueos de Smata y protestas sindicales que interrumpieron la producción.
Cómo la condena a Cristina repercutió en la industria automotriz
La confirmación de la condena por corrupción contra Cristina Kirchner, dictada por la Corte Suprema de Justicia, desató una serie de reacciones sindicales que afectaron de lleno a la industria automotriz.
El gremio Smata, alineado con la expresidenta, impulsó protestas que obligaron a detener la producción de vehículos en las plantas de Ford Argentina y Volkswagen Argentina, en Pacheco. Así lo informó el portal Motor1.
El sindicato, que había declarado el estado de alerta y movilización ante los rumores de que la Corte ratificaría el fallo, cumplió con su amenaza tras conocerse la condena definitiva a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, en la causa Vialidad.
La estrategia sindical que frenó la producción
Desde el lunes, Smata había advertido sobre posibles medidas de fuerza en las fábricas, señalando que se preparaba para "defender" a la líder condenada. La confirmación del fallo activó el plan de protestas, liderado por Mario "Paco" Manrique, secretario general adjunto del sindicato y diputado nacional por Unión por la Patria. Manrique comparte la conducción con el histórico Ricardo Pignanelli y mantiene estrechos vínculos con Cristina Kirchner.
El sindicalista fue también uno de los impulsores de un paro nacional, aunque no consiguió el respaldo necesario dentro de la Confederación General del Trabajo (CGT). A pesar de eso, encabezó las protestas en Pacheco con una arenga directa a sus bases.
El bloqueo y la reacción en las plantas
Las fábricas de Ford y Volkswagen en Pacheco suspendieron el turno vespertino de producción, previsto para la tarde y la noche, debido a la presión sindical. Allí se fabrican las pick-ups Ranger y Amarok, destinadas tanto al mercado interno como a exportaciones regionales.
El clima de tensión obligó a los empleados administrativos a retirarse antes de que comenzaran los bloqueos, por lo que adoptaron el "home office" como solución de emergencia.
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La medida de fuerza se extendió a la Ruta Panamericana, a la altura del cruce con la Avenida Henry Ford, donde más de 400 personas interrumpieron el tránsito durante varias horas. Con el correr de la tarde, el número de manifestantes se redujo a apenas una docena, y el corte fue levantado cuando cayó el sol y el frío terminó por desalentar a los manifestantes.
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