El dueño del auto tuvo que superar 19 trabas para traer su BMW 840 Ci y logró que el Gobierno cambiara la normativa.
El BMW que derribó las trabas del Estado argentino
Ricardo Vega quería cumplir un sueño: traer al país un auto clásico. Lo logró, pero no sin antes librar una verdadera batalla contra la burocracia. Su caso se volvió emblemático y terminó reactivando un régimen aduanero que parecía dormido: el de la importación de autos clásicos. La historia fue publicada originalmente por Motor 1 y ahora tiene un nuevo capítulo: el BMW ya está en su garage.
Todo comenzó a fines de 2024, cuando Vega encontró en eBay un BMW 840 Ci modelo 1994. El auto cumplía con el requisito legal de tener al menos 30 años de antigüedad, lo cual habilita su importación bajo el régimen especial. Luego de varias conversaciones con la concesionaria Classic Car Addict, ubicada en Arizona, concretó la compra sin siquiera ver el vehículo en persona. Entusiasta, según se define, confió en la palabra de los vendedores y en las imágenes.
El viaje del BMW por Estados Unidos fue una pequeña aventura: Vega y su esposa recorrieron más de mil millas por Florida con una patente provisoria, respetando todos los requisitos legales. Durante el paseo, el auto despertó admiración y más de una oferta de compra espontánea.
Sin embargo, todo cambió al intentar ingresarlo formalmente a la Argentina. A pesar de que existe un marco legal para este tipo de operaciones, la primera solicitud fue rechazada por requerimientos absurdos: desde los documentos societarios de la agencia vendedora hasta copias de DNI de personas extranjeras sin vínculo alguno con la operación. En total, le exigieron 19 trámites imposibles de completar en diez días.
La situación llevó a Vega a hacer algo poco habitual: usar la plataforma oficial "Denunciá la Burocracia", lanzada por el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger. Su denuncia fue tan detallada que se convirtió en caso testigo. Apenas tres semanas después, el Gobierno modificó el régimen de importación y lo volvió más accesible.
Vega volvió a presentar su pedido y, tras un ida y vuelta administrativo, el 29 de abril de 2025 obtuvo el ansiado permiso CIVAC. Mientras tanto, el auto ya estaba en viaje: había sido embarcado desde Miami por el especialista Gabriel Znidarcic, de Red Logistic Corp, que exporta más de 250 autos por año, incluidos modelos de Fórmula 1 y marcas de lujo como Ferrari y Bugatti.
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Finalmente, el BMW llegó al puerto argentino el 26 de abril y fue entregado en su casa el 27 de mayo. La importación fue un éxito gracias a una cadena de profesionales eficientes y confiables, según destaca el propio Vega.
Más allá del auto, lo importante fue la consecuencia institucional de su denuncia. Al visibilizar el problema, reactivó un régimen paralizado y permitió que otros fanáticos del automovilismo puedan ahora cumplir el mismo sueño sin enfrentar un laberinto de obstáculos legales.
"Fue estresante pero valió la pena", resume Vega. Hoy, su 840 Ci no solo brilla en su garage, también representa una victoria contra una lógica estatal que suele poner trabas donde debería haber incentivos.



