Con los aumentos constantes, cada litro cuenta. Estas prácticas y descuentos pueden marcar la diferencia en la economía diaria de los automovilistas.
Los 12 trucos para ahorrar combustible en Argentina
El precio de la nafta y el gasoil sigue en ascenso en la Argentina, presionado por el encarecimiento del petróleo internacional y la tensión geopolítica en Medio Oriente. Para quienes dependen del auto a diario, cada carga de combustible se transformó en una decisión financiera, sobre todo en un contexto donde los ingresos no se actualizan al mismo ritmo que los aumentos.
El impacto se siente en familias, trabajadores independientes y empresas de transporte, que deben absorber el costo sin subsidios directos ni mecanismos de ajuste automático. En paralelo, compañías como YPF, Shell y Axion intentan atenuar el golpe con promociones, reintegros y beneficios especiales. Según datos del sector, combinar descuentos con hábitos de conducción eficiente puede reducir el gasto mensual hasta en un 40%.
A continuación, las 12 estrategias más efectivas para cuidar cada litro, recopiladas a partir de información de organismos oficiales y especialistas en eficiencia energética.
1. Aprovechar promociones y reintegros
Las principales estaciones del país ofrecen descuentos de entre el 15% y el 30%, en su mayoría vinculados a tarjetas bancarias o billeteras virtuales. Algunas sedes de YPF suman rebajas nocturnas en horarios de baja demanda. Para quienes cargan de forma habitual, estos beneficios pueden representar un ahorro de hasta $100.000 mensuales.
2. Mantener una velocidad constante de 90 a 100 km/h
Es el rango óptimo de consumo: ir por debajo reduce eficiencia, y superarlo aumenta el gasto. Bajar solo 10 km/h dentro del rango ideal puede mejorar el rendimiento del tanque hasta un 9%.
3. Evitar aceleraciones y frenadas bruscas
La conducción anticipada -manteniendo distancia y usando el freno motor- reduce el esfuerzo del motor y mejora el rendimiento sin aumentar el tiempo de viaje.
4. Administrar bien la caja de cambios
Hacer cambios a bajas revoluciones, no saltear la primera marcha y mantener un régimen parejo permite que el motor trabaje en su zona más eficiente.
5. Revisar la presión de los neumáticos
Cubiertas desinfladas generan mayor fricción con el asfalto y obligan al motor a consumir más. Lo ideal es ajustarlas según lo indicado por el fabricante.
6. Reducir el uso del embrague y acelerador en detenciones
En semáforos o esperas prolongadas, lo más eficiente es colocar punto muerto y liberar pedales. Si la espera supera unos segundos, apagar el motor ahorra combustible.
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7. Planificar recorridos
Evitar vueltas innecesarias y zonas congestionadas, así como combinar paradas, puede recortar el consumo hasta en un 14% según cálculos oficiales.
8. Evitar peso extra
Cada 100 kilos adicionales reducen el rendimiento en un 6%. Conviene revisar baúl y asientos para retirar cargas innecesarias.
9. Controlar las revoluciones por minuto
Usar el tacómetro para mantener el motor en el rango recomendado por el fabricante asegura que no trabaje de más.
10. Tomar curvas a menor velocidad
Entre 16 y 24 km/h se logra un equilibrio entre control del vehículo y menor exigencia al motor y los frenos.
11. Utilizar el freno motor
Especialmente útil en descensos y aproximaciones a semáforos, evita el gasto extra que implica frenar con el pedal.
12. Activar la velocidad crucero en rutas
En caminos llanos, esta función mantiene un ritmo constante y previene aceleraciones innecesarias.
En un escenario donde los precios del combustible difícilmente retrocedan, estas prácticas no solo alivian el gasto, sino que también contribuyen a una conducción más segura y responsable. Adoptarlas es, para muchos, la mejor forma de seguir usando el auto sin que cada visita al surtidor se convierta en un dolor de bolsillo.
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