Joseph Stiglitz y 150 académicos de renombre internacional abogaron por una reestrucutración para que los bonistas ganen sin que esto deteriore más la salud económica y social de la Argentina.
Un Nobel de Economía apoyó a la Argentina en la renegociación de la deuda
El Premio Nobel de Economía 2001, Joseph Stiglitz, encabeza el apoyo a la Argentina en su reestructuración de la deuda con bonistas privados. Los rechazos de los grupos inversores a las propuestas hechas por nuestro país, en medio de la pandemia por coronavirus, repercutieron a nivel internacional. Es por ello, que Stiglitz, mentor del ministro de Economía, Martín Guzmán, escribió una carta de apoyo a la Argentina que fue firmada por 150 académicos de renombre internacional.
Los economistas que adhieren al apoyo hacia la argentina en la renegociación de la deuda, son entre otros, el Francés Thomas Piketty, los estadounidenses Jeffrey Sachs y Kenneth Rogoff, y el venezolano Ricardo Hausmann, entre otros.
El documento que fue publicfado en el sitio Project Syndicate defiende la propuesta de canje presentada por el Gobierno argentino y pide "una solución responsable" a la reestructuración de la deuda local que siente "un precedente positivo" para el sistema financiero internacional en su conjunto.
"Creemos que un acuerdo sustentable beneficia a ambas partes: a una economía en dificultades con 45 millones de personas y a los prestamistas. Es el momento para los acreedores privados a actuar de buena fe", concluye el documento, redactado por Stiglitz, Edmund Phelps, economista de la universidad de Yale, y Carmen Reinhardt (Harvard), que cuenta con el apoyo de colegas de 20 países.
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En ese texto, se plantea que la pandemia del coronavirus y la crisis económica acelerada por las medidas de aislamiento dispuestas para frenar la expansión de la enfermedad empujaron a la humanidad a la "peor recesión global de los tiempos modernos", en una situación que forzó a los Estados a avanzar con políticas públicas y mayor gasto para fortalecer los sistemas de salud y brindar apoyo económico al sector privado y a la población más vulnerable.
"La presión sobre las finanzas públicas se volvió enorme, particularmente en países en desarrollo que ya estaban altamente endeudados", dice el texto, que destaca además las iniciativas globales impulsadas por el FMI y el Banco Mundial para aliviar el peso de la deuda a 76 de los países más pobres del mundo.
En ese contexto, los economistas se muestran alineados con la postura de Guzmán, quien insiste en alcanzar un acuerdo que vuelva "sustentable" el horizonte de deuda argentino. "Frente a esta emergencia global, la Argentina está encabezando su proceso de reestructuración de deuda en una forma constructiva, de buena fe y con el apoyo de todos los sectores políticos", escriben.
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"Desde 2016, cuando el país recuperó el acceso a los mercados internacionales, los prestamistas externos hicieron una apuesta con títulos de deuda con altas tasas de interés, que eran solamente compatibles con tasas de crecimiento robustas que no se materializaron", agregan en el documento, en referencia a la evolución de la economía argentina, en crisis desde abril de 2018 y con más de dos años consecutivos de recesión.
"En febrero, antes de la crisis por el Covid-19, el FMI concluyó que la deuda argentina 'no es sustentable'. Hay consenso de que esa deuda es impagable, con pagos de intereses que se duplicaron en el gasto total del sector público", añaden, al tiempo que afirman que el costo de refinanciar las deudas "se ha vuelto excesivamente alto".
Según los firmantes describen que la Argentina presentó "una oferta responsable que refleja adecuadamente la capacidad de pago del país". En los términos oficializados por Guzmán, en canje propone quitas del 5,4% en el capital y del 62% en los intereses, con tres años de gracia. "A los acreedores se les pide que recorten su flujo de ganancia pero aún así recibir intereses razonables en el futuro", insisten, al enfatizar que "solo una economía que crece sustentablemente puede cumplir con sus compromisos financieros a lo largo del tiempo".
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En ese marco, los firmantes consideran que esta negociación puede ser un caso paradigmático para el sistema financiero internacional, al convertirse en una oportunidad de resolver una crisis de deuda soberana "de una forma ordenada, eficiente y sustentable".
"La ausencia de un marco normativo internacional no debería privar a los países endeudados de la posibilidad de proteger a su gente y proveer las condiciones para la recuperación económica durante la mayor crisis global que tengamos memoria", definen.
El texto de la carta llevaba varios días de gestación y fue impulsado por el propio Stiglitz, que hace meses participa en el debate público con críticas a los acreedores privados y en defensa a la postura de quita de la Argentina. Según publicó Perfil, el economista se encargó de buscar las adhesiones al texto enviando correos electrónicos personalizados a sus colegas de diferentes partes del mundo.