Gustavo Cantero al Post: "La  obra en viviendas no está amenazada"

Los vientos de ajuste de Milei no amenazan los planes del IPV, afirma su nuevo presidente.

Gustavo Cantero al Post: "La obra en viviendas no está amenazada"

Gustavo Cantero, flamante titular del Instituto Provincial de la Vivienda, ya tiene recorrido en la función pública. Se desempeñó en los últimos años como Gerente Técnico en la Dirección Provincial de Vialidad. Su área allí, era estar a cargo de todas las obras que se realizaban por contrato (licitación).

Con esta experiencia previa, ahora enfrenta el desafío de estar al frente del IPV y sostener la política provincial de viviendas en tiempos muy difíciles.

Cantero asegura que arrancó con ventaja porque la gestión de Rodolfo Suarez dejó una gran cantidad de viviendas en marcha.

Con Mendoza Post habló de cómo será el 2024 en materia de construcción de viviendas, cuáles son los objetivos y prioridades y que les pidió el gobernador, Alfredo Cornejo.

¿Cómo se encontró el IPV?

Muy organizado y con mucha obra y eso es bueno, porque no me tengo que poner a generar sino a terminar esas casas en esta primera etapa.

Luego, como desafío, el gobernador Alfredo Cornejo nos planteó hacer un análisis de todas estas operatorias que son exitosas para mejorarlas y asistir a una franja social que tiene capacidad de pago en cuotas, que puede pagar un alquiler, pero que no puede acceder a una vivienda a través del sistema bancario, del crédito hipotecario.

Nos pidió tratar de armar algún sistema para que le demos acceso a la vivienda a esa franja social de mendocinos, con algún programa de cuota actualizada por algún tipo de coeficiente y alguna tasa razonable.

El gobierno nacional está haciendo grandes ajustes, dejando de enviar fondos a las provincias. ¿La obra pública en vivienda está amenazada?

No, no está amenazada, pero la coyuntura indudablemente afecta a la Provincia, ya que todo está relacionado con cómo le vaya a Mendoza en recaudación, en las transferencias de la Nación.

Se cayó el impuesto a las Ganancias, ahora sacaron el subsidio al transporte, así que todo esto puede llegar a afectar, no a la ejecución de las obras, pero sí al cronograma de ejecución.

Lo que puede pasar es que se ralentice, que se deban reprogramar obras para terminarlas un poco más adelante, pero el objetivo del gobernador es avanzar con la obra pública en viviendas y esto va a estar atado a la recaudación y a lo que pueda hacer la Provincia por sí misma, sabiendo que el 92% de los planes de viviendas son realizados con fondos provinciales.

Te iba a preguntar: ¿Llegan fondos nacionales para construir viviendas?

Sí, hay dos o tres programas.

¿El FONAVI (Fondo Nacional de Viviendas) sigue existiendo?

Sigue existiendo, pero como el impuesto a los combustibles ha estado fijo, sin ajustarse, sin aumentarse en los últimos 8 trimestres, hoy tiene muy baja incidencia.

¿Sale del impuesto a los combustibles el FONAVI? No sabía.

Sí, así como de ese impuesto salen los fondos coparticipables para las vialidades provinciales para hacer caminos, también de ese impuesto se coparticipa el FONAVI, fondo que nosotros lo asignamos a obra, pero hoy es un porcentaje del 6% del financiamiento total de las viviendas.

En el gobierno de Rodolfo Suarez se lanzó un plan de más de 2.000 viviendas con la participación de emprendimientos privados y donde los que beneficiarios tienen que hacer un aporte del valor de la vivienda.

Bueno, los planes más importantes dentro del IPV son Mendoza Construye, que lo trabajamos en conjunto con los municipios, que son los que toman la demanda, ellos traen el terreno, traen los beneficiarios y nosotros lo que hacemos es construir las casas y después financiar.

El año pasado, la gestión del ex gobernador, Rodolfo Suarez, presentó el programa al que vos te referís, que es IPV Mi Casa, que no es un programa público-privado, pero si nació de un programa antiguo de este tipo.

IPV Mi Casa es un programa donde el privado (el emprendimiento) aporta el terreno, el proyecto, la infraestructura. Y el beneficiario, que participó y salió sorteado, tiene que hacer un aporte de 25 sueldos mínimos vitales y móviles, siendo financiadas las casas, en parte por los privados y en parte por el IPV.

Impactante fue la demanda de inscripción que tuvo ese sorteo de IPV Mi Casa que se hizo en 2023.

Bueno, se inscribieron más de 60 mil personas, y nos demuestra claramente el déficit habitacional que padecemos, algo que no ocurre solo en Mendoza sino en todo el país.

Pero repito, el objetivo de la gestión del gobernador Alfredo Cornejo es terminar, tanto lo que estaba comprometido en Mendoza Construye, que son todos estos programas de casas sociales que están atados a la demanda de las municipalidades, que son unas 1.600 viviendas y por otro lado el IPV Mi Casa que son unas 2.000 viviendas.

Con el IPV Mi Casa, ya tenemos dos barrios por entregar en un mes aproximadamente, y seguimos analizando permanentemente. Lo que hacemos es pedir el aporte unos 30 o 45 días antes para asegurarnos que a la hora de la entrega esté asegurado ese adelanto que tiene que hacer el beneficiario.

Entre esos dos planes tenemos 3.600 viviendas y después, tenemos unas 200 viviendas que son de programas nacionales. Con lo cual, si sacás el porcentaje, los programas nacionales de vivienda en Mendoza sólo inciden en un 8% del total, mientras que el 92% de los programas de viviendas son con fondos provinciales.

Descartemos de esta cuenta todo lo que hace la Nación con el programa Procrear y con algunas operatorias en los municipios, yo estoy hablando de lo que pasa por el IPV, porque la Nación, lo que ha hecho es abrir directamente programas de viviendas en los municipios.

Ver: Casta a la vista, baby

¿Con el Procrear nada que ver el IPV y el Gobierno de Mendoza?

No, eso es un programa nacional.

¿Es decir, que situaciones como el complejo de departamentos de Tiburcio Benegas, en Ciudad, que hasta hace muy poco todavía tenía departamentos vacíos a más de 6 años de haberse concluido, eso no es un tema que esté bajo la órbita del gobierno provincial?

No, no es un tema de la Provincia, eso lo decide por sorteo el Estado Nacional.

¿No queda ninguna otra operatoria provincial desde el IPV?

Si, otra operatoria importante es el programa Mejora mi casa, que es un plan para un espectro social de gente que vive hacinada, quizás una familia durmiendo en una sola habitación o con muy pocos espacios.

En este programa, lo que se hacen son módulos con una o dos habitaciones, un baño, una lavandería y un star para tratar de mejorar un poco la calidad de vida de esas personas.

¿Son módulos prefabricados?

No, hay distintas metodologías constructivas, algunas prefabricadas, otras convencionales, y en base a estas y en función del municipio, se decide cuál es el módulo más beneficioso para las familias o el barrio.

En esto siempre hay un análisis social para afrontarlo, y siempre digo, porque es muy importante, que las casas no se regalan, sino que se cobran en función de la capacidad de ahorro de la familia, en especial estas que son casas sociales.

¿Cuántas casas hay afectadas en este último plan?

Y, entre las tres operatorias, Mendoza Construye, IPV Mi Casa y Mejora Mi Casa, tenemos unas 5.000 viviendas en total.

¿Si hubiese más fondos se podrían hacer más casas en Mendoza, o el mercado tiene un límite? Me refiero a la capacidad de provisión de insumos, materiales, equipos y mano de obra.

Creo que un flujo de 3.000 a 3.500 casas por año se puede llegar a hacer, siempre y cuando estén los fondos. Hoy, hay cerca de 41 empresas en el rubro trabajando en el IPV, es decir que hay mano de obra, hay empresas para hacerlo.

Por ejemplo, mañana vienen y te dicen que quieren hacer 10.000 viviendas por año. ¿Hay suficiente mercado para hacerlas? Es complicado.

Mirá, hoy hay sistemas constructivos prefabricados que aceleran y facilitan mucho la construcción.

Claro, si fuera con ladrillo no se podría.

Se complicaría un poco la ejecución para hacer 10.000 casas de ladrillo por año, pero además estamos hablando que es utópico porque hoy la Provincia no tiene la plata para hacer esa cantidad de casas por año y además nunca se lo ha hecho.

Sí está demostrado que se puede llevar adelante una operatoria de 3.500 casas por año, con métodos constructivos nuevos, que son industrializados, por lo que tienen más agilidad en los tiempos de ejecución.

Hoy el IPV trabaja con tres sistemas prefabricados que son el Steel framing, el Cassaforma y el Tecnopren que es un sistema de hormigón prefabricado.

¿El IPV va hacia sistemas de viviendas prearmadas para dejar atrás la construcción tradicional, o no?

La idea es avanzar a sistemas que agilicen la construcción, en función de la experiencia que tenemos, de la calidad de las viviendas y del comentario de los beneficiarios. Para nosotros sería una ventaja hacer viviendas en menos tiempo, porque hoy, con el contexto inflacionario, mientras más rápido se hagan las casas es más barata y al beneficiario le cuesta menos.

Por lo que el objetivo es ir a sistemas constructivos muchos más ágiles, rápidos, de forma de bajar costos y a la vez incrementar la construcción de viviendas. Pero todo depende de lo presupuestario.

¿Y el ladrillo?

En cuanto a la construcción convencional siempre podrá haber alguna alternativa, pero nunca se va a dejar de poner dentro de los pliegos que no se utilicen sistemas constructivos convencionales, porque eso genera mucha mano de obra, entonces, se analizará qué es lo más beneficioso en su momento.

¿Hay suficientes terrenos fiscales para hacer viviendas? ¿Alguna vez un ex titular del IPV dijo que ya no quedaban?

El tema de los terrenos fiscales es un tema importante, porque hay, pero lo que ocurre es que no tienen factibilidades de agua, de gas, no hay provisión cercana de servicios públicos y entonces, aunque puede haber mucha tierra fiscal disponible, no hay factibilidad para hacer viviendas.

Entonces, cuando tenemos estos problemas, construir encarece todo y esos costos asociados al barrio y a la vivienda los paga el beneficiario, por lo cual, mientras más costos tengamos en la urbanización, o en los servicios, más caras salen las casas.

Por eso, lo que tratamos de hacer, es conseguir terrenos que tengan factibilidad de agua, cloaca y el suministro de electricidad cerca del barrio, sino es inviable desde el punto de vista de los costos, porque además estamos hablando de vivienda sociales.

Hace unos 25 años o más que la ciudad va creciendo hacia el oeste, hacia la zona de los cerros. ¿Está bien y debemos seguir en esa dirección, dejando libre la tierra fértil y cultivable?

Mirá, hay una Ley de Ordenamiento Territorial en la Provincia que marca todo esto y, por lo tanto, hay que respetar. Esa ley contempla la construcción en el pedemonte, pero también el desarrollo hacia el este provincial.

Pero para eso, hay que hacer mucha inversión en infraestructura que es lo que está faltando, hablo de agua, cloaca, los servicios básicos, sin eso, es muy difícil avanzar

Ver: En algunas ciudades el boleto de colectivo supera los $600