Mauricio Badaloni al Post: "Para exportar, necesitamos que bajen los impuestos"

El empresario mendocino dijo que la industria no está reduciendo puestos de trabajo.

Mauricio Badaloni al Post: "Para exportar, necesitamos que bajen los impuestos"

 El empresario mendocino Mauricio Badaloni analizó en una entrevista con Mendoza Post la marcha de la economía, las medidas que ha tomado el gobierno del presidente Javier Milei y las perspectivas de corto y mediano plazo.

Para la visión de Badaloni, miembro del Comité Ejecutivo de la UIA (Unión Industrial Argentina), la política económica que lleva adelante el Gobierno nacional es la que hay que hacer para normalizar la macroeconomía.

Sin embargo, también resalta que para salir de la crisis no bastará con el ajuste, sino que hay que crecer, para crecer hay que exportar y para exportar hay que bajar impuestos y normalizar las importaciones, lo que implica ineludiblemente salir del cepo al dólar.

Y en ese sentido, el empresario mendocino no ve que el gobierno de Milei se haya concentrado en formular una reforma tributaria.

¿Cómo están viendo la actualidad económica desde la UIA (Unión Industrial Argentina)?

La visión es que este es el camino que hay que tomar para normalizar la macroeconomía, que estaba muy mal, porque cuando esta se traduce en incertidumbre el esquema inflacionario no ayuda para nada.

Creo que si no se atacaba el problema de la macroeconomía íbamos a estar siempre atrapados en esta situación inflacionaria. De todas formas, todavía el consumo no responde, se ha estabilizado, pero no ha habido una caída grande.

Pero ha golpeado fuerte el consumo.

Lo ha golpeado, pero ya se está estabilizando. Nosotros medimos de diciembre a enero y hubo una caída abrupta. En febrero continuó, pero ya en marzo se estabilizó. Pero sí, la caída del consumo es importante y también depende del producto y la necesidad.

Los productos más necesarios han caído poco, 3 o 4 puntos, que igual es mucho; pero los que no son necesarios, los que uno puede elegir comprarlos o no, han caído entre un 25% a un 30%.

¿Y cómo está la industria?

La industria, en las condiciones que está, con una carga impositiva de entre el 45 y el 50% en todo lo que nosotros producimos, es imposible competir.

Vemos una fuerte distorsión, y vemos que se toma el tema de los aumentos de precios sólo como un problema del sector privado, cuando en realidad el sector público está colgado de eso.

Lo vemos en los aumentos de la luz y el gas. Hay aumentos de un 200 o 300% y de los componentes nacionales, provinciales y municipales nadie dice nada, que en muchos casos superan el 35% de factura.

Cuando uno mira la factura de luz, depende del lugar donde uno viva, te das cuenta que el 35% de la factura son impuestos nacionales, provinciales o municipales.

Vemos una fuerte distorsión ahí y también hay una fuerte amenaza del Gobierno nacional en hacer una apertura de las importaciones. La verdad es que estamos en un problema si esto termina en cuestiones ideológicas en vez de corregir las asimetrías con otros países.

Ver: Milei no cede y quiere que el Pacto de Mayo trate sólo aspectos económicos

¿Cuáles asimetrías?

Por ejemplo, en el caso de Chile, cuando se exporta una lata de tomate, allá al exportador le devuelven el IVA de manera inmediata y acá, en la Argentina, ese indicador no lo recuperas y prácticamente lo tenés que incluir en el precio.

Lo que nosotros decimos es que lo que necesitamos para poder subsistir son tres cosas: la primera tiene que ver con las reformas laborales y sindicales, principalmente laboral y de la industria del juicio.

La segunda es la reforma fiscal, porque necesitamos ver con claridad el tema de las asimetrías impositivas para no obstaculizar al sector productivo con impuestos que después se cargan en la economía. Esto es fundamental, porque necesitamos exportar para obtener dólares y sanear la economía.

Y la tercera, el tema del crédito. Hoy tenemos los bancos llenos de dinero porque hay un Estado que no demanda, necesitamos que miren al sector privado para que nosotros podamos importar, qué hace un año largo que no se puede importar, también corregir el impuesto PAÍS y además requerimos un proceso de financiamiento más fuerte de los bancos para que apalanquen la productividad para poder traer bienes de uso y poder fomentar la compra en 3, 6 o 12 cuotas sin interés, porque el consumo se ha caído.

No da la impresión de que el Gobierno nacional haya estado muy preocupado en una reforma impositiva. No se ha visto que una de sus prioridades sea una reforma tributaria para alentar la producción.

Es cierto eso y por eso nuestra preocupación principal hoy es la apertura de importaciones sin corregir este tema. Creemos que tenemos que setear bien las velocidades porque nos expone de una manera compleja.

Y aclaró que con esto no estamos pidiendo proteccionismo, lo que estamos pidiendo es que se corrijan las asimetrías porque estos impuestos son una barrera importante para poder competir con países extranjeros.

¿El Gobierno nacional no lo hace porque todavía no se puede o porque no se ha puesto a pensar un plan como corresponde en temas tributarios?

Creo que no lo ha hecho porque no puede, porque hay que crecer, pero el crecimiento no va a venir si no hay una fuerte mirada del sector financiero hacia la producción, que de todos modos ya está sucediendo.

Los bancos están haciendo buenas ofertas, con tasas del 36% que están corriendo por debajo de la expectativa de la inflación presente, porque están mirando la inflación futura que se está ubicando en un dígito.

Lo que estamos viendo es que de a poco los bancos están empezando a llamar, volvimos a ser un poco las novias del sistema porque hasta ahora los bancos sólo le prestaban al Estado.

¿Creen desde la UIA que la inflación va a mantener esta tendencia a la baja? Y además, ¿no se está corriendo un riesgo con el dólar que está planchado y según varios economistas se está atrasando?

Yo no soy un experto en esto, pero escucho gente que sabe y si este es el temor respecto del dólar, la verdad es que sería muy negativo que el Gobierno tenga que dejar flotar el dólar y que se dispare el precio, porque en el fondo, me parece que lo que hoy están faltando son pesos, por eso el dólar se está cayendo.

No hay demanda de dólares.

No hay emisión y esto me lo han ratificado varios especialistas en Economía, que me han dicho que nunca se vio un proceso como este en el que se cortó la emisión de pesos. Al cortar la emisión, la apreciación del peso es inmediata y a eso tendría que seguir una rebaja impositiva.

Porque hoy la industria tiene dos formas para cortar su distorsión de productividad: una es ajustar a producir menos y la otra es la baja de precios. Y en la reducción de precios, por ejemplo, llevamos dos meses de caída de precios en el hierro, que hoy está por encima de un 10% de lo que está en el mundo, cuando llegamos a estar casi un 50% por encima.

Entonces, hay que ver cómo se sincera todo esto. Todas las compañías estamos haciendo hoy lo que no hicimos en los últimos dos o tres años, que es un estudio pormenorizado de estructura de costos y vemos que hay productos que están por debajo del costo y otros que están muy por encima. Este último mes estamos viendo una baja de precios en los que estaban muy por encima.

Y lo que necesitamos es que bajen los impuestos fuertemente, sobre todo aquellos que tienen que ver con la exportación. Ahí el Gobierno nacional tiene que hacer un esfuerzo y tiene que levantar el cepo, porque eso permitiría poder importar sin tantos impuestos y darle previsibilidad a esos dólares que hoy escasean. A veces tenés el producto ahí pero no podés liquidar el dinero.

Y no me estoy refiriendo a las pymes que se ha normalizado bastante, pero con compañías que traen 10, 15 o 20 millones de dólares en un tramo está complicado todavía, porque, aunque está el Bopreal (Bonos para la reconstrucción de una Argentina libre) que ha sido bien recibido por el proveedor extranjero, este todavía sigue distorsionando la economía local.

Por otro lado, es verdad que la apreciación de nuestro peso puede hacer perder competitividad, pero creemos que como no se emite puede que sigan cayendo los precios, que eso modere la economía y no genere tanta presión en la inflación.

Ahora, la realidad es que el mes que viene y el otro hay algunas variables que van a ir aumentando, como el gas, por ejemplo, y vamos a estar llegando al invierno, y eso sí puede pesar un poquito.

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¿De qué modo?

Los que saben de esto dicen que llegar al 10 o al 8% de inflación puede que lleguen rápido, ahora, el tema es cómo perforás ese piso. Ayer (por el jueves) estuvimos con un especialista que está muy de acuerdo con lo que está haciendo el Gobierno nacional y pronostica que para noviembre vamos a estar entre el 3 y el 4% de inflación mensual.

O sea, estamos en 10 a 11%, dicen que el próximo mes podemos estar en el 8% y después parece que se va a estancar la reducción de la inflación, se va a ralentizar hasta llegar a 3 o 4 puntos mensuales, que sigue siendo alta, pero es mucho más baja que ahora.

Era la inflación de Martín Guzmán, el ministro de Economía que Cristina echó, boicoteándoselo al ex presidente, Alberto Fernández. Al final, un genio Guzmán.

Bueno, ahora viste que venimos de mil... la verdad es que en el Gobierno han sido muy inteligentes comunicacionalmente, pero me parece que el dato que está bueno destacar en esta comparación, es que en muchos de los casos se emitió mientras se iba corrigiendo la economía, y esa gradualidad fue con emisión.

Lo que vemos de distinto ahora es que no hay gradualidad en la emisión, sino que automáticamente se ha cortado y están comprando dólares permanentemente. Hay que ver cómo sigue porque creo que esto nunca ha pasado.

¿En la industria se ha despedido o suspendido a muchos trabajadores?

No, no, la industria es muy estable. Fijate que en la pandemia el índice de empleo bajó entre 1,8 y 2 puntos, que es un montón para la industria, pero en el comercio cayó 50 o 60 puntos. Y cuando salió de la pandemia, la industria retomó y subió 2,5 puntos el índice de empleo, la verdad es que es muy estable.

Lo que pasa ahora es que empezamos con suspensiones de turnos importantes, pero no se dan de baja 2.000 o 3.000 trabajadores, porque hoy, para trabajar en la industria, se requiere que el trabajador esté muy capacitado por la tecnificación que va creciendo. No es que entran y salen personas.

Y por otra parte, se ve mucho a nivel laboral que se viene trabajando bien con muchos sindicatos, que esto tampoco se dice y estas suspensiones se hacen con el artículo 223 bis (permite a las empresas y el gremio acordar las suspensiones), los gremios están bastante cerca de la operación y prácticamente hay una comunión, entienden lo que está sucediendo porque lo están viendo en el consumo.

Te cambio de tema. Te referiste en los últimos días al funcionamiento del paso internacional a Chile Cristo Redentor con un tono crítico por las horas de demoras para cruzar al país trasandino.

Bueno, lo que se ha hecho en Argentina se busca también que lo haga Chile en la aduana de Los Libertadores porque estamos viendo una burocracia del lado chileno que no termina de estar coordinada y eso afecta la transitabilidad.

Si bien hay una mejora y se nota, creo que del lado argentino es muchísimo más ágil la coordinación de todos los organismos que están en el control.

Porque, que se entienda, no es que se pretende que el control se elimine, sino que esté a la altura de las circunstancias, acorde al mundo moderno en el que estamos viviendo.

Y que, de alguna manera, uno pueda anticipar también parte de los datos que hay que nominar en la aduana chilena, que hoy, hay que hacerlo en papel y lápiz y debería poder hacerse de forma digital, y que las bases de datos de Argentina y Chile estén coordinadas.

¿Todavía hay que escribir en papel y lápiz en Los Libertadores para llenar los datos?

Si, por supuesto, y después hay que llenar la declaración jurada del SAC (Servicio Agroalimentario de Chile).

¿No se puede llenar todo previamente en soporte digital?

Entiendo que el SAC si, pero lo otro no y bueno, y ahí uno ve alguna dificultad. Hay que lograr la equivalencia de las bases de datos para agilizar esto y no perder controles. Uno puede estar cinco o diez minutos sometidos a un control y bienvenido, pero después vas a la velocidad del último.

Son tres o cuatro organismos, en donde si uno de estos tiene un solo perro para controlar vas a la velocidad de ese perro para controlar todo.

Claro, se retrasa toda la cadena, todo el proceso.

Claro, mientras que con el protocolo que se ha implementado en Argentina, en vez de 4 horas, demorás 15 o 20 minutos cuando venís de vuelta y pasás por Horcones.

Y el SAC es un problema distorsivo ahí.

Si, porque el SAC es un organismo autárquico en Chile y tienen restricciones horarias y cambios de turno y por ahí hay un cambio de turno y tenés 40 minutos de demora. Y ya sabemos que el SAC siempre ha sido muy meticuloso porque Chile se ampara en la calidad alimentaria del país, que está bien, pero bueno, si hay buena voluntad, también se puede hacer más rápido.