Pamela Verasay al Post: "Los números están muy finitos en la votación por artículo"

La diputada nacional de Cambia Mendoza cree que el articulado de la Ley Ómnibus será aprobado.

Pamela Verasay al Post: "Los números están muy finitos en la votación por artículo"

 Tras la aprobación en general de la Ley Ómnibus ahora viene para la Casa Rosada lo verdaderamente estresante: la votación artículo por artículo que está prevista para esta semana.

Se trata de una votación clave porque, en la hipótesis imposible de que la mayoría de los artículos fueran rechazados, la ley en general quedaría aprobada con media sanción, pero sería literalmente una ley vacía e inservible.

Por eso, el partido que la Rosada juega esta semana en el Congreso es mucho más vertiginoso que el que ya jugó hace 48 horas.

Así lo reflejó la diputada nacional y ex senadora nacional de Cambia Mendoza, Pamela Verasay, que ha estado sumergida durante un mes y medio en el análisis y modificaciones de este proyecto de ley, que traía cientos de artículos y reformas.

Verasay cree que la votación artículo por artículo va a ser favorable para el Gobierno nacional, pero será como definir por penales: "Los números están muy finitos para adentro y el resultado se verá en el momento".

En diálogo con Mendoza Post, también anticipó que pasará con las facultades delegadas que pidió Javier Milei, con las emergencias, con la ratificación o no del DNU que venía en un artículo de la Ley Ómnibus, con la reforma de Hidrocarburos y de qué hablan los otros cientos de artículos que han pasado desapercibidos.

Se votó la media sanción en general de la Ley Ómnibus. ¿La aprobación artículo por artículo que se viene está cerca o va a ser demorosa como lo fue esta primera parte?

Sí, está cerca porque la votación en general favorece que ese objetivo esté próximo ya que la aprobación fue producto de haber consensuado una amplia gama de artículos del camino que se viene. No hubiese habido votación en general si no se hubiese trabajado en las disidencias que se plantearon con el dictamen de la semana pasada.

Me refiero a los temas gruesos, que nosotros los tomamos y planteamos, en cuanto a los plazos de delegación y las materias delegadas fueron recepcionadas, como así también el pedido de retenciones cero a la vitivinicultura.

Otro punto que fue tomado fue el capítulo previsional, con lo cual, haber recepcionado estas disidencias en el Gobierno nacional trajo como consecuencia que el viernes se votara y aprobara en general y hubiese avances.

¿Quedan cuestiones a resolver?

Sí, claro. Justamente, el cuarto intermedio de esta semana ha sido para saldar e intentar salvar las disidencias planteadas en ese dictamen, con lo que vamos a tener como resultado la media sanción artículo por artículo la semana que viene.

¿Está tan difícil la conversación con el Gobierno nacional como se refleja en los medios porteños, que cuesta convencer al Poder Ejecutivo de aplicar cambios?

Al comienzo sí, de hecho, yo lo he remarcado constantemente porque nosotros siempre estuvimos dispuestos a trabajar en la mejor opción que nos planteara el presidente Javier Milei, y siempre pusimos sobre la mesa que la comunicación dificultaba nuestra buena voluntad.

Recordá que, durante varios días, varias declaraciones nos descalificaron, en particular a la Unión Cívica Radical. Sin embargo, fue el partido que más trabajó, el bloque que más trabajó en el detalle de cada artículo y de las modificaciones que se plantearon y fue el primer bloque de Diputados en decir si se discute el capítulo fiscal o algún otro capítulo en el proyecto de ley.

Jamás pensamos en obstruir el tratamiento de la ley, nunca pusimos en duda el quórum, con lo cual, salvo por la comunicación, que no solamente pasa por las expresiones desafortunadas, quizá por ahí algún desencuentro con los funcionarios, aún así nosotros seguimos trabajando para cumplir con darle al presidente las herramientas que pidió a la Cámara.

Lo llamativo no sería en todo caso que haya desencuentros porque se entiende en una negociación legislativa, sino las críticas del Gobierno nacional que no se entienden muy bien porque atentan contra la negociación.

Como en todo proceso, hay una sobreactuación de algunos actores, de algunos protagonistas, que claramente dificulta la conversación y sobre todo cuando se habla de recursos.

Porque la conversación pasaba en pos de acompañar ese equilibrio fiscal que ellos plantean, el ordenamiento de las cuentas públicas, camino que ha transitado Mendoza y por lo tanto entendemos a la perfección que es el camino para lograr el mejor Estado para los argentinos, pero esa conversación también genera tensiones.

Porque frente a la macroeconomía que acecha al país y a la inseguridad jurídica que tiene la Argentina, las provincias sienten que ese equilibrio también va a recaer sobre sus espaldas. Y bueno, ahí se dan algunas tensiones, algunos con mayor responsabilidad, como es el caso nuestro, que dijimos que nunca vamos a obstruir el tratamiento de la ley con capítulos extras y después, otros gobernadores, que plantearon condiciones más duras.

Pero bueno, finalmente la votación en general salió con estos detalles. Esta semana va a ser de conversación, por algunas provincias que todavía están revisando sus leyes. Un ejemplo es el capítulo de biocombustibles, que le quedan algunos ajustes en el capítulo de hidrocarburos.

Eso trae que el sector económico de la provincia afectada en conjunto con su gobierno siga trabajando en la mejor opción.

Queda el capítulo de hidrocarburos, las facultades delegadas, las privatizaciones. ¿Son esos tres o cuatro temas o hay más por discutir?

El tema de facultades delegadas ya está cerrado.

¿Y cómo quedó?

Tomaron nuestra disidencia. Pensemos que las facultades delegadas venían propuestas por dos años, renovables por otros dos años de modo automático.

Pero nosotros planteamos autorizar las facultades delegadas sólo un año y si necesita esa prórroga tiene que pedirlas en el Congreso. Eso ya quedó en el dictamen a pedido nuestro.

Respecto de las bases delegativas, disminuyeron las emergencias. Pensemos que arrancamos con 11 emergencias pedidas por el gobierno nacional y en la última propuesta quedaron seis emergencias, con lo cual con estas seis emergencias se le da forma a la base de la delegación, es decir, a los límites dentro de las atribuciones que va a tener el Ejecutivo para poder generar herramientas que enfrenten esa emergencia.

Ahí hubo también un consenso mayoritario, y aclaro esto porque hay algunos diputados que directamente no aceptan la delegación de facultades, pero tanto las facultades como las emergencias son dos puntos que están salvados dentro de la discusión parlamentaria.

Así que claramente vamos al camino de la aceptación, algunos están pidiendo la abstención en esos artículos y como te imaginarás, Unión por la Patria, va a rechazar todo.

El tema neurálgico que está quedando es el de las privatizaciones y digo neurálgico porque se está redactando un artículo para darle transparencia y control al proceso privatizador, se están analizando las empresas.

Recordemos que de un anexo de 41 empresas, la primera que se exceptuó fue YPF, después se insertó un artículo de privatización parcial en donde se exceptuaron tres empresas, Banco Nación, Arsat y Nucleoeléctrica, y en esta semana se está evaluando si sobre ese anexo habría una votación conjunta o que cada empresa sea un artículo.

¿Para qué?

Para darle la posibilidad al diputado que no esté de acuerdo con la privatización de una empresa, pueda optar por otra y no que sea a todo o nada, que es como se planteaba desde el Ejecutivo.

Me imagino que en la discusión artículo por artículo, la votación va a ser mucho más finita que la media sanción en general que fue holgada.

Eso que decís es clave porque no es menor este tiempo que nos ha tomado la discusión de artículo por artículo de la Ley Ómnibus, porque frente a un Gobierno que tiene esta debilidad parlamentaria, cualquier disidencia pone en riesgo el artículo.

Por más que tengas la votación en general aprobada, hacia el interior los números están muy finitos y evidentemente la media sanción del articulado de la ley vamos a ver el producto final a medida que vayamos votando y no antes.

¿Y el DNU (Decreto de Necesidad y Urgencia) que también lo habían metido como un artículo más en la Ley Ómnibus, se vota como está o se saca?

No, no, eso fue eliminado.

Claro, porque era como una redundancia, si el DNU está esperando ser tratado por la Comisión Bicameral correspondiente para su ratificación o no.

Exactamente. En realidad, esa comisión bicameral que tiene que tratar el DNU está pendiente de conformarse porque Unión por la Patria está trabando la designación de sus miembros para esa comisión en la Cámara de Diputados.

Pero, por otro lado, el tema de incorporarle a la Ley Ómnibus el DNU, que ya traía más de 680 artículos, era un volumen de información que chocaba contra el tratamiento de la propia ley.

De todas formas, hay que recordar que el DNU está vigente, más allá de que nosotros lo hayamos quitado de la Ley Ómnibus y de que en algunos capítulos haya intervenido la Justicia.

Bueno, está vigente, pero debe ser ratificado en el Congreso, lo que todavía no ha pasado.

Tal cual, de hecho, el kirchnerismo intentó la semana pasada, en el Senado, autoconvocar una sesión para tratar el DNU.

Claro, porque por plazos ya estaría en condiciones el Congreso para tratarlo directamente en el recinto sin tener que esperar a la comisión bicameral.

Exactamente, el propio reglamento de funcionamiento de la bicameral para los DNU dice que vencido el plazo por el cual tenga que tratarlo la bicameral, cualquiera de las cámaras puede autoconvocarse para tratarlo abiertamente como si estuvieran en condiciones.

A todo esto, aparte de esta media docena de temas, que son de los que hablan los medios, ¿qué hay en los otros más de 200 artículos que se aprobarían?

Son temas importantes que no se han divulgado porque tomó mucha visibilidad el capítulo de delegación de facultades y el fiscal.

Pero también es cierto que en este camino de desregulación de la economía se necesitan herramientas administrativas y esas son las que no se han visibilizado en el debate, que forman parte de algunas modificaciones al Código Civil y Comercial, a la Ley de Procedimientos Administrativos y a la Ley de Administración Financiera, la que también ha sido un punto de discusión esta semana.

Pero, respondiendo a tu pregunta, en el resto del articulado hay modificaciones que hacen a la vida de los argentinos, a lo que se le ha dado poca importancia mediática, reformas como el divorcio administrativo y los procesos sucesorios no contenciosos, sobre los que se busca darle más agilidad.

Por ejemplo, hay un capítulo que no ha tomado mucha visibilidad, salvo por las organizaciones que salen a marchar y repudiar, que es el de Cultura, cine y arte, que también se está discutiendo. Hay varios temas que hacen a la propia administración de los recursos, que están plasmados en la ley.

Otro capítulo importantísimo que no ha tomado mucha relevancia en los medios es el capítulo energético, en el que se está modificando una ley que ha sido estructural para todo el sector hidrocarburífero, como es la ley 17.319, que atraviesa a todo el sector petrolero y también la ley de biocombustibles.

¿Respecto de eso están hablando para que pase como está o para hacer modificaciones?

No, no, el capítulo de hidrocarburos lo trabajamos en conjunto con la mesa de la OFEPHI (Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos) porque Mendoza es productora. Lo trabajé con la ministra de Energía y Ambiente de la Provincia, Jimena Latorre y los ministros de las provincias petroleras y es una ley que en un 99% está consensuada por la mesa de la OFEPHI.

Por otra parte, está la ley de biocombustibles, enfocada en las provincias productoras de biodiesel y bioetanol.

¿Qué serían Santa Fe y Córdoba sobre todo?

Sí, y también en una porción muy chica de La Pampa y Provincia de Buenos Aires. Hasta ayer estaban discutiendo detalles de corte, de plazos, de toques de precios, de competencias, porque desregular la economía también tiene implicancias en la visión que se tiene de los últimos 15 años, en donde la visión es la de un Estado pesado, interviniendo.

Hoy, la visión de esas leyes es libre exportación, libre importación, libre mercado, entonces hay que hacer una transición normativa para esto que plantea el Gobierno nacional, de desregular la economía y que no se ha visibilizado porque todo ha pasado por el debate político.

Biocombustibles, es un caso que hasta el viernes inclusive, por propia propuesta de los gobiernos provinciales, sumado a las propuestas de los sectores productivos, estaba en discusión cómo se va a votar el día miércoles. Y dependerá de las disidencias tomadas o no, de si acepta o no el capítulo de la producción de bioetanol y biodiesel.

Esto va a tener mucha preponderancia por supuesto, si bien a Mendoza no le afecta porque no produce ninguno de los dos, dentro de nuestro bloque legislativo tenemos provincias productoras que irradian en nosotros también en la votación para acompañar, por una lucha en la mejora del sector.

Claro, porque tienen que votar todos juntos en el mismo sentido.

Exactamente. Por eso te digo, el tablero de la votación artículo por artículo va a ser minuto a minuto.

Es que es lógico porque si no, en vez de un partido parecería un rejunte de partidos provinciales.

No, bueno, pero que en la Unión Cívica Radical voten todos juntos no quiere decir que piensen todos lo mismo.

En Economías Regionales, por ejemplo, logramos con el gobernador Alfredo Cornejo conseguir que las retenciones a las exportaciones vitivinícolas quedaran en cero, mientras que había otras economías regionales que seguían afectadas por retenciones. Algunas bien, algunas mal.

Pero hubo una discusión de fondo en donde se definió que el ajuste, el equilibrio de las cuentas no pasa por el sector productivo de esta manera y por más que algunos sectores lograran mejoras, hay una discusión ahí que por suerte fue tomada y que se terminó retirando del capítulo.

Mientras que cuando se trata de un tema que no atraviesa a todo el bloque hay libertad de acción porque no son los temas de fondo y estructurales que hacen a esta herramienta que necesita el Gobierno. Por ejemplo, una abstención en algunos de estos capítulos que he mencionado no estaría poniendo en riesgo el artículo que se vote.

Ahora, ¿si a esta Ley Ómnibus le está faltando el capítulo fiscal que el Gobierno nacional retiró, no le está faltando lo más importante?

Bueno, fue ese el cuestionamiento que hicimos después de haber trabajado sobre la propuesta. Por sorpresa, ingresó la ley de impuesto a las Ganancias esa misma semana, hubo sorpresa el fin de semana cuando el ministro Luis Caputo anunció el retiro del capítulo fiscal.

Que ahí él introdujo una explicación que quizá, la lectura que se hizo cuando ingresó la ley a Diputados fue equivocada, porque él planteaba que, si el capítulo fiscal era uno de los puntos que entorpecía el avance del debate de la Ley de Bases, entonces lo retiraba.

Hay un compromiso, de todos modos, de enviar el capítulo fiscal al Congreso como un proyecto de ley aparte.

Pero es que lo van a necesitar porque no pueden legislar por decreto en el tema fiscal.

Por supuesto. Ningún tema impositivo puede ser definido por el Poder Ejecutivo sin pasar por el Congreso.

Claro, no tienen otro remedio que enviarlo al Congreso.

No tienen otro remedio, ya sea de enviarlo ahora o esperar al 1 de marzo, que se abra el periodo ordinario de sesiones.

Vos que ya has estado en el Senado, ¿va a ser más complicado que pase la Ley Ómnibus?

En primer lugar, hay que recordar que el periodo de sesiones extraordinarias vence el 15 de febrero, con lo cual, para empezar la discusión, en caso de que saliera con éxito la media sanción de Diputados la semana que viene, el Senado va a necesitar una prórroga de los plazos.

¿Por qué?

Porque a diferencia de la Cámara de Diputados, en el Senado un dictamen requiere de siete días para poder ser tratado en el recinto. ¿Podría tratarse instantáneamente de un día para el otro? Si claro, pero para eso se necesita la aprobación de los dos tercios del cuerpo y es lo que el kirchnerismo no quiere.

Entonces, sí o sí hay necesidad de esperar que corra el plazo para que el proyecto sea ingresado y el tratamiento sea con mayoría simple.

¿Y cómo ves que le va a ir?

Lo que veo es que va a estar atravesado por el debate político porque la Cámara de Senadores es la casa del federalismo, entonces, quizás ahí, el planteo de los gobernadores pueda ser un poco más fuerte.

En el caso de Mendoza, no veo dificultades porque hemos venido trabajando en conjunto con nuestros senadores, Mariana Juri y Rodolfo Suarez. Desde que ingresó la Ley Bases, hemos venido analizándolo juntos en Buenos Aires y acá en Mendoza.

Por lo cual, lo que votemos nosotros en Diputados después lo vas a ver reflejado en el Senado cuando les toque votarlos a ellos.

Y va a tener sus trabas, quizá me esté adelantando un poco, pero es una cámara la de Senadores, donde se reduce el número de representantes.

Es que están muy justos con los números en el Senado.

Exactamente, están muy finitos, te digo que es una diferencia de uno o dos votos con lo cual el tratamiento de la Ley Ómnibus se va a tensionar un poco.

Es que uno ve los números y lo que concluye es que el Gobierno nacional tiene que juntar todos los votos de la oposición, y juntando todos, ganaría por uno o dos votos.

¡Claro, exactamente! El Senado, en los últimos 10 años ha tenido esa configuración, que no es mala porque en 2015 el Senado era un tercio del oficialismo y todo el resto de kirchnerismo.

Y entiendo también que algunas conversaciones han sido allanadas en Diputados porque en la negociación con las provincias, se habló con los gobernadores de estas y como la Cámara de Senadores es la Cámara de las provincias, con gran influencia de los gobernadores, lo que se acordó en Diputados no debería cambiarse en el Senado.

Y en lo que respecta a la mesa de Juntos por el Cambio, viene trabajando en forma simultánea tanto con diputados como con senadores.

¿El bloque de Cambia Mendoza en Diputados, o en el Senado, va a pedir la coparticipación del impuesto País?

No, no. Recordemos que, entre las supresiones en el dictamen en Diputados, venía la nueva asignación del impuesto País. En este impuesto, un 70% de lo que se recauda se distribuye a la Anses, y un 30% va a todo lo se haga en obras de vivienda e infraestructura socio-urbana.

Lo que se planteó en el proyecto sobre este 30% es que como son las provincias las que también trabajan en los programas de viviendas, de servicios públicos y de infraestructura, coparticipar este 30% para que sean las provincias las que ejecuten los recursos de esos programas.

Había trascendido que la discusión de la coparticipación del Impuesto País había amenazado la aprobación en general.

Nunca nuestro bloque paró la discusión de la ley por la quita o el agregado de ese impuesto. La verdad es que cuando nosotros dijimos que no vamos a obstruir el tratamiento de la ley, siempre actuamos en ese sentido y ni pusimos en discusión el quórum de la sesión, ni pusimos en discusión la votación en general por ese capítulo fiscal, para nada.

Creo que se tienen que discutir en conjunto las medidas fiscales. Del otro lado también, agilizaría mucho el debate que el Gobierno traiga el paquete fiscal. Si el Gobierno nacional hubiera tratado en simultáneo el paquete fiscal, esta discusión hubiera sido más rápida.

Es que se entiende que el Gobierno nacional quiera imponer su idea de lo que quiere para llevar adelante su programa, pero no tiene la estructura legislativa para hacerlo y tiene que manejarse con lo que está, aunque le cueste.

Bueno, esa incertidumbre y la mala comunicación del Gobierno nacional, porque aún siendo descalificada la Unión Cívica Radical, el radicalismo fue el primero que se puso a trabajar en esa ley, mientras la cuenta del presidente a veces tuiteaba provocando, a veces agrediendo, con la indefinición de los funcionarios y bueno, en todo ese ambiente, tuvimos que discutir la ley.

Y el problema acá es que con esta línea tan finita que hay de un voto más o un voto menos, se cae muy fácil la herramienta que el Gobierno puede necesitar. Entonces, podemos colaborar, no vamos a obstruir, vamos a controlar, pero con respeto y con claridad, porque este clima dificultó e hizo eterno este debate.

¿Mendoza sale ganando, perdiendo o empatando con esta ley, pensando como quedó en la media sanción?

Mendoza sale ganando. En este camino de ordenar las cuentas públicas del Estado y de darle a la Argentina las herramientas para un Estado inteligente, un Estado que intervenga, pero que no entorpezca ni estorbe. Ya lo hizo Mendoza en el 2015.

Si al Gobierno nacional le va bien, y ordena la economía, y trabaja sobre herramientas que den seguridad jurídica a la Argentina, teniendo en cuenta que hoy no vienen inversiones porque invertir en el país es riesgoso, si logramos atravesar esa puerta, esto irradia directamente en las provincias.

Con lo cual, bueno, nosotros consideramos que a Mendoza le va a ir bien con esas herramientas, por eso las hemos puesto en manos del Gobierno nacional y ahora va a depender de cómo el presidente use esas herramientas. Ya no va a haber más excusas para que definitivamente tomen decisiones de gobierno.