Luego de la marcha, Macri prepara dos venganzas contra Moyano
Mientras Hugo Moyano aún se relame por la considera una victoria contundente, luego de la enorme convocatoria que logró ayer, Mauricio Macri está a punto de “embocarlo” en dos terrenos bien diferenciados, uno es el judicial y el otro es el financiero.
Respecto de lo primero, el presidente de la Nación tiene bien claro que la manifestación de este miércoles tuvo un fin específico: el camionero quiso mostrar que dará batalla antes de caer eventualmente preso.
Si a alguno le cabe alguna duda, solo debe detenerse en una de las frases que pronunció en el nada improvisado palco: “No estoy implicado en ninguna causa de corrupción…. por ahora”.
Acto seguido, avanzó: “Les digo a estos señores y les ratifico a los trabajadores: no tengo miedo de ir preso”.
Debe recordarse que la confirmación de la marcha que ayer coronó el camionero se dio justo después de que la justicia confirmara que lo investigaba por lavado de dinero y otros delitos.
No es una preocupación que solo le cabe a Moyano: si se observa quiénes fueron los que adhirieron a la movida, se verá que son varios los que no pueden pegar un ojo por temor a los jueces argentos.
Máximo Kirchner junto a puntuales referentes de La Cámpora estuvieron allí. También Aníbal Fernández, Juan Cabandié, Agustín Rossi, Jorge Taiana, Daniel Filmus y Néstor Segovia. Todos ellos están sospechados —algunos incluso están denunciados en la Justicia— por corrupción.
No obstante, Moyano es el principal atemorizado. Por eso mandó horas antes de la movida a su abogado, Daniel Llermanos, a que presente un escrito —y la oportuna documentación— ante el juez federal de Morón, Néstor Barral, que lo investiga por blanqueo de capitales.
Sin embargo, su suerte ya está echada. Los puentes con el macrismo se rompieron en noviembre y jamás se recompusieron. De hecho, Jorge Triaca, su habitual interlocutor, jamás volvió a atenderlo.
Desde entonces, dos operadores del gobierno trabajan sin cesar en Comodoro Py para que Moyano termine tras las rejas. Uno de ellos es el ignoto Fernando Pontoriero, quien reporta directamente a Daniel Angelici.
Macri confía en que logrará su cometido y Moyano terminará tras las rejas. No obstante, también avanza en la erosión de gran parte de su poder, el financiero.
Lo hará a través de la aplicación de un nuevo método de reparto de los fondos de las obras sociales. Son cerca de 2.300 millones de pesos mensuales y forman parte del denominado Fondo de Redistribución Solidaria.
Entretanto, el camionero debería preocuparse por otra cuestión: la justicia acaba de detectar que algunos de los papeles que presentó para justificar la deuda que ostenta su empresa OCA —que manera a través de un testaferro llamado Patricio Farcuh— son apócrifos.
Falta demasiado poco para que la principal frase de Moyano quede caduda. La ya referida y reiterada: "No estoy implicado en ninguna causa de corrupción".
