Quincho: Cornejo festeja, y el PJ deberá amar a Cristina

Un triunfo oficialista “remado” en dulce de leche. La prueba de amor imposible que le piden los camporistas a Omar Félix. Atentos a los negocios en puerta.

Quincho: Cornejo festeja, y el PJ deberá amar a Cristina

Por: Mendoza Post

En épocas tan confusas, el gordo solía refugiarse en la lectura y la música. Artes de la humanidad que nos distinguen en el universo. Feriado de agosto; San Martín. Julián escuchaba U2, y sus himnos a las contradicciones humanas más profundas, mientras pensaba en “Don José”, el mejor libro que había leído sobre el general, antepasado histórico de todo peronista que se precie. (- ¿Qué otros generales había, aparte de San Martín y Perón? -) pensó para sí, recordando los capítulos sobre amores, traiciones, heroísmos, miserias y pasiones políticas de aquellas campañas libertadoras; desplegadas en la pluma sencilla de aquel tucumano radical y alfonsinista – José Ignacio García Hamilton- que ligó más de un sillazo al presentar su libro transgresor como ningún otro, al que la palabra “revisionista” le quedaba chica. Julián se prometió a sí mismo volver a leerlo, en la abulia del feriado “XL” que se extendería hasta el lunes, a la salud del general.

Había pasado apenas una semanita desde las elecciones. Sonrió repasando en su cabeza las cifras de las PASO, y las maniobras de “peronismo explícito” que Macri había hecho para disimular lo que sería la derrota en Buenos Aires, aunque por un puñado de votos, tanto como para correr al camarista millonario Eduardo Freiler. ¡Qué bárbaro! Si hubiese sido en épocas de Cristina, la “corpo” armaba un escándalo de proporciones bíblicas.

- Las malas costumbres se contagian rápido- le dijo a su amigo el Ruso, que estudiaba su próxima bicicleta de Lebacs, repantigado en el sillón de ratán que el gordo había traficado en las épocas del cepo y la prohibición. El hombre de los negocios apenas si levantó la vista de su Tablet. Para él, las elecciones ya eran del siglo pasado. Y había que apurarse a hacer algo de billete antes de octubre, por si se complica.

Julián siguió concentrado en la carne a la masa que había seleccionado para hoy. Había macerado dos días los trozos de roast beef, asado ruso y marotilla en Malbec, un par de dientes de ajo, pimentón, orégano, sal gruesa, una pizca de ají, y hierbas frescas como romero y tomillo. Pasó un rato “armando” antes de hornear el bollo (amasado en casa, sin levadura) en el hornito de barro del quincho, homenaje al calor, la leña y a los primeros cocineros del mundo.

En el cuadro que ornamenta la pared norte del quincho, la que da a Las Heras No Country, las abuelas raperas y el general se la pasaban en grande, mientras el Comandante Presidente lloraba por la democracia extraviada de Venezuela.

- (¿Pidieron disculpas ya… o van a seguir mirando para otro lado?)

La ceremonia de abrir la carne a la masa era uno de los momentos preferidos de los muchachos, cuando el gordo preparaba este plato sencillo, potente, y sabroso. El alma de la cocción colmaría pronto el ambiente.

- Con esto podemos resucitar a los granaderos de San Martín…- bromeó Ludovico, el ex ganso del grupo, ahora macrista a morir.

Julián destapó un “Q” de Pepe Zuccardi, y la charla se armó rapidito alrededor del escenario que habían dejado las elecciones. El delantal de cocinero del gordo tenía una inscripción extraña. “Ciurca Not Dead”

- ¿Y eso?

- Nada, que a los compañeros militantes nunca hay que apurarse a darlos por muertos…- dijo el gordo, ante la risa generalizada de sus amigos. La carne a la masa había resultado una manteca, que Julián decidió acompañar con papas horneadas al “tandori”, una mezcla de especias por cuya propiedad intelectual Pakistán y la India pelean a muerte.

Antes que los muchachos de Cambiemos se pusieran pesados con la victoria, el gordo atacó a fondo:

- Al final, no ganaron por tanto…- chuceó, repartiendo las primeras porciones de carne a la masa entre sus amigos. El Omar, el radical-radical-radical que habla con todos, incluso con los del otro lado, se limpió los labios con una servilleta, y arrancó.

El festejo, a pleno.

- No entiendo qué cuenta sacás… estuvimos entre los siete u ocho puntos de ventaja que era razonable obtener, contra un peronismo muy movilizado por la competencia entre tres listas potentes. Sí cometimos errores… hubo intendentes que laburaron poco, que pensaron que la elección iba en coche, y que se pegaron unos sustos del carajo. Entre ellos Marcolini, Vergara, Soto, la señora de Santa Rosa, y hasta el Mario Abed. Es más, el miércoles hubo “confesionario” con el Alfredo, y todos reconocieron que se quedaron cortos. Subestimamos al peronismo y sobre estimamos la capacidad de transformar en votos la imagen positiva de la gestión, tanto de Cornejo, como de los intendentes. Nos dejamos llevar por el entusiasmo de las encuestas… Y además, está la “mochila” – dijo el radical del grupete. Ludovico se la vio venir.

- ¿Cuál mochila?

- ¿Me estás cargando? A ver… los radicales  jugamos a provincializar una elección que estaba nacionalizada. En eso, nos equivocamos. Y te recuerdo que era un riesgo juntar las elecciones –la nacional y la provincial- y votar todo junto. Y lo hicimos, para privilegiar la paz en Cambiemos y apoyar a Macri. Sabíamos que era una jugada pesada y nos costó algunos puntos en la elección. Nos bancamos todos los “errores no forzados” del gobierno nacional. En el último mes antes de las elecciones rajaron textiles, petroleros, los 500 de la Pepsico, los supermercados te mandaron una lista del 5 % de aumento, ¡Subieron el dólar! ¡Se les desapareció un pibe y está sospechada la Gendarmería! La inflación del mes fue alta, autorizaron aumento de las prepagas, y repartieron las boletas de gas por todo Mendoza con un tarifazo imposible de aguantar, que terminó engordando el voto de Protectora, que –te aviso- no es voto kirchnerista. Es voto nuestro, enojado… ¿Entendés? Y sin embargo “bancamos” y ganamos igual… Pero bueno… hay que laburar para octubre… Fue una elección muy complicada, sobre todo en las zonas humildes. El Rody Suárez ganó por afano en ciudad, les pasó el cepillo a todos. Pero te aviso que -en los barrios más pobres- o empató o perdió, y eso que puso a más de 400 militantes a laburar casa por casa con todos los fierros del poder. Tres asados para más de cien tipos, costó el agradecimiento radical… Creo que en octubre se puede mejorar un par de puntitos…- dijo el Omar.

Ramón y Vadillo captaron el voto-enojo por el gas.

El gordo sirvió otra vuelta del Q de Zuccardi y metió la púa más profundo:

- Yo, la versión que tengo, es que en la Casa Rosada había algunos muy enojados con el radicalismo mendocino. Andan diciendo por todos lados que acá jugaron “la local”, y que nadie se ocupó de defender al gobierno nacional, y al presidente…- soltó el gordo, al pasar.

- Es cierto… estaban bastante calentitos… sobre todo porque estaban convencidos de una victoria mucho más holgada…- reafirmó Ludovico. Omar, el radical más radical de todos, se encogió de hombros.

- Muchachos… había que ganar Mendoza… ¿Querés ganarla con la boleta del gas? No jodan. Y no compren humo del Pro. En Buenos Aires ganó Cristina. Se la fumaron con el festejo anticipado y cuando se sepa que ella ganó, le va a servir de poco. Ya está instalado que ganó Cambiemos, que de todos modos tiene un palo y medio más de votos que en 2015. En la Ciudad de Buenos Aires ganó Carrió, no ganó el PRO. María Eugenia Vidal es una “rara avis” del PRO que viene de la social democracia, del cristianismo… es otra cosa. En el interior, el triunfo y las buenas elecciones en Santa Fe (aunque perdimos), Córdoba, Mendoza, Santa Cruz, Entre Ríos, La Pampa, Neuquén, Chubut, Jujuy… fueron afincadas en liderazgos locales del radicalismo… así es que en la Casa Rosada, me parece que tienen que hacer más por el interior… por las economías regionales… y estar agradecidos. A ver… ¿Por qué te pensás que Cambiemos arrasó en La Pampa Húmeda, y perdió en el Valle de Uco, en las zonas productivas del segundo y del cuarto distrito de Mendoza? Acá nos están matando con el tipo de cambio bajo, y los costos altos. Lo demás, es verso…- dijo el Omar. – Creo que dadas las circunstancias, mejor elección no pudimos haber hecho… ¿no?

- ¿Qué pasaría con los cargos si los números se repiten en octubre? – preguntó el Ruso.

- Cambia Mendoza mete tres diputados nacionales y el PJ, dos. En la Legislatura, el oficialismo pierde un diputado y un senador, pero eso no modifica los resultados de las votaciones habituales. Las hace, eso sí, un poco más ajustadas, y habrá que negociar bastante con los aliados que van en la boleta…

- ¡Que no son muchos! – remató el gordo, y los amigos estallaron en carcajadas. La charla giró rápido al peronismo, el otro frente de interés.

La prueba de amor

- ¿Qué pasa con tanta charla entre los camporistas y Omar Félix? ¿Se han comido un “roscazo” los intendentes? – preguntó el Omar, cargado de mala intención. El gordo sacaría la cara por el equipo. Antes, sacó de su bolsillo una estampita del general y le dio un beso.

- Tenemos un lío muy importante. Estos mocosos kirchneristas armaron un despelote fenomenal. El 42 % del peronismo les pertenece. Ganaron la PASO peronista en el primero y en el tercer distrito, donde está el 64 % de la población, con todo Gran Mendoza, Godoy Cruz, Luján y el Valle de Uco adentro. Aun perdiendo las elecciones con Cambiemos, van a meter seis legisladores provinciales. Tres senadores provinciales y tres diputados. Incluso en tierra de los Bermejo, donde metieron minoría. Van a meter concejales “a parva”. Y si no cambia mucho la elección, incluso van a meter a Cecilia Juri como diputada nacional.

- ¿Y entonces?

- Cambia la relación de fuerzas del peronismo. Hasta el domingo pasado, la “mesa chica” eran los intendentes más Carlos Ciurca. Ahora, es los intendentes, más La Cámpora. Los pibes ya no son invitados para comunicarles las cosas. Les van a tener que consultar. Más incomodidad mutua no puede haber, aunque haya hasta cariño personal por Lucas Ilardo o Anabel Fernández Sagasti. El PJ no tiene ganas de hacerse -de viejos-, artistas. Es decir, no van a hacer profesión de fe cristinista a esta altura del partido.

Juani Jofré fue una de las estrellas de la elección.

- Yo veo incompatible a un tipo como Omar Félix, que a media lengua a andado renegando de Cristina, con La Cámpora, que defienden el cepo, para empezar, más todo lo que se hizo –bueno y malo- en el gobierno especialmente de Cristina…- dijo Ludovico, con sentido común.

- Es verdad. Por eso, van a tener que conversar mucho. Ya hubo por lo menos dos reuniones entre Lucas Ilardo y Omar Félix. Y los muchachitos pusieron las demandas.

- ¿Qué quieren? – preguntó el Ruso, con miedo fingido.

- Controlar los gastos de campaña. Decidir las estrategias en los distritos más urbanos donde ellos ganaron la PASO, y que Omar Félix diga públicamente que apoya a Cristina, y que integrará el bloque del Frente Para la Victoria cuando llegue al Congreso… - dijo el gordo. El Omar estalló en carcajadas…

- ¡Nooooooooooooo jajajajaaaaaaaa… que le pidan tres litros de sangre… jajajaa eso es más fácil… qué atrevidos estos mocosos kirchneristas…. Jajajaaaaaa! -

- No son mocosos. Se animaron a armar en toda la provincia y casi ganan la elección interna del peronismo con el voto obligatorio de los mendocinos. No ganaron porque en San Rafael y el Cuarto distrito les sacó Félix más de 35.000 votos de diferencia. No pudieron atajar ni el afano de boletas. Son un grupo político fuerte, identificado con la dirigente más influyente del peronismo, mal que les pese a los gobernadores, a los intendentes, a Randazzo, o a quien sea, que se llama Cristina Kirchner. En San Carlos le ganaron incluso a Cambiemos sin la ayuda de nadie, sólo con los votos del Juani Jofré…-

Los "compañeros" deberán compartir el poder.

- ¿Y Félix les va a dar todo eso?

- El Omar Felix tragó saliva y pidió tiempo para ir negociando con los intendentes que le acompañaron. Algunos van a poner el grito en el cielo. Y otros, se van a relajar, y listo. No pueden darse el lujo de prescindir del voto kirchnerista si quieren hacer una buena elección. Ni siquiera si algunos piensan en salvarse solos en sus distritos… Van a tener que morfarse la “dieta batracia” y amar a Cristina… profundamente…- dijo el gordo. El Omar le interrumpió.

- Miren… los jóvenes camporistas, que son la nueva generación, la renovación del peronismo que está pensando más en 2019 que ahora, no pueden hacer la marranada de mandar a votar en blanco, o a la izquierda, o al que sea, porque sería pegarle un tiro al fondo del bote en donde están subidos. Sería mandar al bombo también a Cecilia Juri, que es tropa propia y que acompaña a Félix en la boleta. Miren… la gente les ordenó la lista. Lo que no les ordenó es el poder interno… tendrán que tener una cuota de madurez todos… ¿no?

- Es cierto… pero la contradicción que tenemos entre todo lo que representa Félix, versus lo que es La Cámpora, es enorme. Cornejo se la va a pasar metiendo el dedo en esa llaga…- cerró el gordo, y pidió un brindis por unas elecciones que sean, por lo menos, divertidas. ¡Salud!

La cena fue llegando a su fin. Después del café y las “islas flotantes” que el gordo sirvió de postre, los amigos partieron rumbo a los autos.

- ¿Y… qué onda con el clima de negocios? ¿Sabés algo?

- Están todos los empresarios que pulsean por el bono fiscal de mil palos que lanzó la provincia, para inversión, como locos… porque está al salir la adjudicación… Hay muchas empresas del sur, del Valle de Uco, capitales nacionales y de afuera… esas carpetitas ya están en los tramos finales del análisis… imagínate cómo están los tipos, al salto. Te pueden  dar crédito fiscal por hasta el 100 % de la inversión. Es dulce de leche puro.

- Escuché algunos “ruiditos” por negocios que se están armando, con gente muy conocida…

- ¡jajajaaaaaa! Sí… el “nene afín”, el que corre en Dakar pero que acelera más en los negocios que en las carreras, tiene diversas “roscas” y empresas amigas al alcance.  Lo raro es que anda de buenas con Panedile, su ex suegro, y con unos santiagueños… una empresa mediana, pero con mucho antecedente… MIJOVI SRL. Anotala, por si la ves en el Boletín Oficial… el “nene” entra por ahí, donde están ellos… está él. Acordate que con el Moto GP que armó con los Zamora en Santiago del Estero la levantó,  literalmente,  en bolsos, y de allí le han quedado muy buenas relaciones. 

- Mirá vos… Decime una cosa… ¿Cómo viste la suspensión del camarista Freiler?

- Un espanto. Cambiemos hizo lo mismo que antes le criticaban a Cristina. Hicieron “trampa”, con la complicidad de la Corte, aprovechando una mayoría que iba a durar hasta que jurase el senador peronista que faltaba. Un horror. Ahora no se pueden quejar de la Asamblea trucha de Nicolás Maduro.

- ¿No estás exagerando? Ese tipo no puede ser juez… Freiler, digo… ¿No viste lo que hay en el expediente?

- No importa. Son cosas distintas. Lo que se hizo está mal, y entiendo que había varios radicales calientes. Pero bueno, Macri apretó y se los llevaron puestos. No es republicano lo que pasó. Es lo mismo que les hacía Cristina antes ya sea en el Consejo de la Magistratura, o donde fuere. Estuvo mal. Y si hubiese sido en el gobierno de la señora, tenías una marcha de caceroleros y tres tapas de Clarín.

- ¿Y entonces?

- Nada… que Macri se tiene que cuidar… que una cosa es “Cambiemos” y otra “Hagamos nosotros lo mismo”.

- Y bueno… el kirchnerismo está cosechando las tempestades que sembró…

- Sí, pero estos tipos prometieron ser distintos… si joden mucho, algún día, se les va a volver en contra…

- ¿No sabés el refrán?

- ¿Cuál?

- “Algún día, nunca llega”

- ¡Jajajajaaaaaaaaa!

Y así, entre risas, bromas y apuestas por las elecciones de octubre, los amigos desaparecieron en el sentido estricto de la palabra.