Cannabis, la medicina clandestina que se cultiva en Mendoza

La marihuana medicinal es legal pero solo para que la produzcan organismos del estado o la importe la ANMAT. La producción particular seguirá siendo penada. La palabra de un cultivador mendocino.

Cannabis, la medicina clandestina que se cultiva en Mendoza

Por:Ana Paula Negri
Periodista

Los aceites de cannabis pasarán a ser moneda corriente pronto ya que en abril se promulgó la ley 27.350 de Uso Medicinal de la Planta de Cannabis. Por ahora, los aceites y otros productos se producen y venden en las casas particulares están al margen de la ley ya que solo el Conicet y el INTA pueden cultivar marihuana.

Cultivar marihuana y producir aceite en casa seguirá siendo ilegal.

Gracias a esta norma, también se permitirá la importación de aceite de cannabis y sus derivados con la aprobación de la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) "cuando sea requerida por pacientes que presenten las patologías contempladas en el programa y cuenten con la indicación médica pertinente".

En Mendoza hay varios cultivadores que se encargan de producir el aceite y distribuirlo. Cuando existe un dolor articular, un estado de estrés o alguna dolencia derivada del cáncer siempre surge la posibilidad de empezar a usar aceite de cannabis. Muchas veces simplemente se transmite por experiencias pero otras son los mismos médicos quienes recomiendan su uso.

El aceite puede ser utilizado por las personas inscriptas en el programa del Estado.

Manuel (usaremos un seudónimo) es cultivador, productor y distribuidor de los aceites de cannabis desde el 2012. Comenzó a producir el aceite porque le sobraron “flores” de una cosecha: “Al principio lo regalé. Se lo di a una persona con artrosis. Se empezó a 'correr la bola', me pidieron más y le tuve que poner un precio. Un precio barato, económico, trato de que sea lo más económico posible para que puedan acceder”. Manuel no tiene otro trabajo y vive de vender el aceite y la preparación de tierras para cultivo.

Sobre el proceso de producción explicó al Post: “Primero las flores se muelen y se colocan en aceite de oliva. Se puede macerar unos 15 o 20 días o cocinarlo unas dos horas a baño maría para extraer los cannabinoides. Para hacer unos 200 ml de aceite demoro unas cinco horas y cada frasquito que vendo tiene unos 15ml, alrededor de 300 gotas. De diez gramos de flores se hacen 100ml de aceite”, y aclaró: “Con este sistema se conservan más propiedades que al fumar las destruimos. Han estudiado todas las extracciones y han descubierto que para el uso medicinal la de aceite de oliva es la mejor. No se pierden temperos ni aromas”.

Se cosecha, se muele y se deja macerar en aceite de oliva.

A pesar de que Manuel no es médico, intenta hacer un seguimiento de los usuarios y en relación a la genética de la planta que usa para determinadas afecciones: “Cuando yo era adolescente no había tanta información como hay ahora. Me gusta hacerlo bien, a conciencia, con flores de calidad, hacerle un seguimiento a cada genética y a cada paciente o cliente”.

“Hay algunas personas que son más conscientes de sus cuerpos que otras”, explicó y relató: “Voy a entregarle un aceite a una persona que no me conocía y me atendió casi en la vereda. Me dejó cruzar un portón de rejas solamente. Le doy el aceite, me lo paga, me preguntó cómo tomarlo y me fui. Al mes me volvió a llamar y cuando fui, me hizo pasar, sentarme, me ofreció algo para tomar, cambió totalmente la señora. Ella lo compró por dolores en las manos y me dijo que cuando lo empezó a tomar, volvió a hacer cosas en la casa, a viajar en colectivo pero también que se dio cuenta que la ayudaba a dormir, le regulaba la presión y que le ayudaba con la digestión”.

Hay médicos que recomiendan el uso del cannabis pero muchas enfermedades no están incluidas en la ley.

A pesar de sentir en carne propia el agradecimiento de los usuarios, es consciente de que su actividad no es legal: “Se te hace confuso. Siempre sabés que es ilegal. Salís a entregar un frasco o un gotero y sabés que si te paran y te revisan podés tener problema. A la vez es raro porque vos sentís que no estás haciendo nada malo. Al contrario, estoy ayudando”.