No hay magia... sólo ladrones, y delitos comunes

La malversación de la democracia, en su peor hora.

No hay magia... sólo ladrones, y delitos comunes

Por:Ricardo Montacuto
Director Periodístico

No hay persecución política. No hay una fuerza oscura tratando de dejar a las mayorías populares de la Argentina sin la líder que los protegió y cobijó durante años. Lo que hay es una banda de presuntos delincuentes, algunos ya detenidos, que deben declarar por distintos delitos, uno de ellos el lavado de dinero muy probablemente originado en la corrupción. Dinero que usaron para enriquecerse y engrosar sus fortunas personales. La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, entre los sospechosos.

Sí -es cierto- hay ciertos jueces y fiscales funcionales a cada poder de turno, que hicieron la vista gorda durante doce años y de repente se convirtieron en paladines de la Justicia. Las riquezas de algunos de ellos harían sonrojar a Ricardo Jaime. Justicia Legítima no es el único bando politizado en los Tribunales.

El lavado de dinero es un delito común perpetrado por gente que necesita blanquear ingresos ilegales. Esas ganancias pueden provenir del juego, del narcotráfico, de la venta de armas, de la prostitución y trata de personas, del robo a un banco, o de la corrupción. Habría que preguntar en la cartera de clientes del estudio panameño Mossak Fonseca por el resto de las posibilidades.

El valijero que puede "enterrar" a Cristina.

Es cierto que el entorno de Mauricio Macri empezará a salir a la luz, cada vez más, por asuntos más relacionados a los negocios que a la gestión. El viernes, en Animales Sueltos, uno de los mejores periodistas de investigación de habla hispana, Hugo Alconada Mon, mencionó a Nicolás Caputo. Otros macristas aparecen en los Panamá Papers en situaciones más comprometidas que el propio Macri, porque además de empresas, tienen cuentas operativas. ¿Qué buscaron disimular? Todos deben dar explicaciones y soportar el escrutinio. Pero aún así, sólo por ahora y aunque fuere por falta de tiempo en la gestión; no son equivalentes a la Ruta del Dinero K, a Lázaro Báez, los sobreprecios monumentales de De Vido, la compra de tierras en toda la Patagonia a precio vil, el alquiler trucho de hoteles de una presidenta, o la impresionante cartera delictiva que se achaca al kirchnerismo... Más de 700 denuncias judiciales de corrupción hubo en la Argentina de la Década Ganada, y hay sólo tres presos en etapas iniciales de investigación: Lázaro Báez, Jaime y Milagro Sala.

Los argentinos somos trágicos e impacientes. Es triste descubrir que hay un sector de la sociedad integrado por personas dispuestas a derrocar a un gobierno elegido democráticamente por una mayoría convincente, para defender un relato que se hizo trizas el día en que se difundió el video de La Rosadita, al que la declaración del valijero Leonardo Fariña le agregó un guión.

Lázaro Báez, el testaferro K.

El mensaje que se da a la sociedad es espantoso. Un caso: La Facultad de Periodismo de la Universidad de la Plata, que es pública y pagada por todos los argentinos que tributan impuestos, mañana no dictará clases para que sus claustros puedan acompañar a la ex presidenta en su paseo judicial. Fue por un pedido de los No Docentes. Agrandan la brecha y agigantan el resentimiento. 

Cristina debe declarar en todas las causas en las que está imputada, en algunas con prueba suficiente para esta etapa, en otras, claramente no. La causa del dólar futuro, respecto de su rol, es vidriosa. Pero debe dar explicaciones por la Ruta del Dinero, las Causas Hotesur y Los Sauces, por lo menos. Y por todo el entramado de negocios del kirchnerismo. No se olviden de Amado Boudou, ese muchacho aún no ha dado todo lo que puede dar.

Transformar una larga serie delictiva, de “choreo” común, en una gesta revolucionaria contra la derecha conservadora, ajustadora, y liberal; es la peor malversación posible de la democracia.

Como si meter la mano en la lata fuese un acto de gobierno en favor de los más desprotegidos.

Es cierto que nadie está obligado a decir la verdad en su defensa. Se puede mentir. Pero ese privilegio es sólo para los procesados, incluso la ex presidenta.  Ese paraguas no abarca al multicolor coro de operadores que clama por un 17 de octubre mañana -cuando declare Cristina- en Comodoro Py. 

¿De qué 17 de octubre hablan? Después de todo, vale recordar, Perón no estaba acusado de lavar guita de la corrupción.