Lo que nadie te contó: ¿Por qué fracasó Heinze en Godoy Cruz?

El aprendiz de técnico tuvo un paso fugaz y triste por el Tomba.

Lo que nadie te contó: ¿Por qué fracasó Heinze en Godoy Cruz?

Por:Emanuel Tristán

En un partido y medio, Daniel Oldrá hizo más que Gabriel Heinze en 13 encuentros. Un claro mensaje que Godoy Cruz necesitaba un cambio de rumbo en relación al ex "entrenador" que tuvo un corto y triste paso por el Tomba.

Ahora bien, ¿tanto puede cambiar al equipo un técnico interino de un partido a otro y con sólo un puñado de entrenamientos encima? 

No.

Más allá que el Gato conoce al plantel como la palma de su mano y ya lo dirigió durante más de medio año, acá hay motivos más profundos que explican el buen partido que hizo el Bodeguero ante Racing, y la goleada que obtuvo ante Temperley, pero que fundamentalmente confirman que el ciclo de Heinze fue intenso, corto, y que se desgastó rápidamente.

El capitán Zuqui perdió la titularidad justo para el partido más importante. Error del técnico.

Dentro del plantel las aguas estaban divididas con lo que dejó el Gringo es su breve paso por Godoy Cruz. Algunos lo adoraban y de hecho siguen dedicándole mensajes de cariño, pero otros festejaron la salida del ex jugador de Manchester United.

La presencia de Heinze en Godoy Cruz dividió las aguas constantemente, incluso dentro del plantel y hasta en quienes bancaban el proyecto del Gringo.

El presidente José Mansur estaba fascinado con el trabajo que realizaba Heinze durante la semana pero no se mostraba conforme con lo que hacía durante los partidos. El impedimento de ejercer la dirección técnica durante los 90 minutos también pesó a la hora de tomar la determinación final, aunque eso fue más que nada para descomprimir un ambiente popular que ya estaba demasiado candente e insostenible.

Entre los habitués de Coquimbito, los comentarios sobre Heinze eran negativos. El técnico sólo le daba cabida a sus colaboradores directos, y el trato hacia el resto del personal del club (empleados, técnicos de otras categorías, profesores, médicos, etcétera) era frío, distante y por momentos soberbio.

Heinze era mayoritariamente seco y distante en su trato diario.

Dentro del plantel, el ex "técnico" tenía su grupito de protegidos, los intocables. Y otros que no existían en su consideración. "Trabajaba muy bien, pero era muy obsesivo y a veces se pasaba de mambo", le confió al Post un integrante del equipo bodeguero. La relación entre el Gringo y sus jugadores era más bien fría y distante, pero aún así profesionalmente se manejaba muy bien con los futbolistas, y eso hizo que el ex Real Madrid se ganara el respeto de sus dirigidos.

Claro que hubo un quiebre, una situación que dio vuelta la historia y de la cual, cuentan, no hubo marcha atrás. La misma se dio en la previa del clásico ante San Martín de San Juan. Esa semana, Heinze decidió sorpresivamente sacar del equipo titular a Fernando Zuqui, capitán y referente del Tomba. Obviamente la movida no cayó para nada bien en el lujanino y en su grupo (que es importante), y si bien Godoy Cruz le ganó al Verdinegro, la herida que se generó en esa ocasión no cerró ni siquiera con el regreso de Zuqui a los once iniciales el partido siguiente.

Mansur metió el volantazo porque la presión se estaba tornando insostenible. El presidente bancaba al DT.

Por último, la relación que propuso el rosarino con la prensa lo terminó de condenar. Ya desde su época de jugador el ex Newell´s no era simpático con los periodistas. Acá no solamente salió con condiciones insólitas o imposiciones arbitrarias, sino que limitó muchísimo el trabajo de la prensa vedando las prácticas y el testimonio suyo y de sus dirigidos.

Tanto en Mendoza como en Buenos Aires lo estaban esperando con los colmillos afilados, y en la primera de cambio, le iban a ir con los tapones de punta, algo lógico por su propia decisión de tratar a la prensa como dispuso tratarla desde el primer día. Dicho y hecho.

Todo eso concluyó en una campaña paupérrima que tuvo tan sólo dos victorias y dos empates en 13 partidos, y que culminó un ciclo corto, intenso y con fecha rápida de vencimiento prácticamente desde el día de su asunción.

Oldrá, el único héroe en el lío bodeguero.