Salimos a cubrir la protesta de la industria del vino. Así se fue armando frente a la explanada.
Así vimos la movilización viñatera con el drone del Post
Muchísimo calor, sed, ansiedad por una respuesta. Alegría porque estaban juntos, recelo entre algunas asociaciones. Casi nada de bodegueros, muchos peones de fincas y contratistas, y gran cantidad jóvenes herederos de los viñedos, profesionales que decidieron abrazar el campo y hoy claman porque están casi fundidos.
La marcha de hoy no fue muy distinta a otras, salvo que esta vez resultó multitudinaria, aunque no alcanzó a reventar de gente la explanada de la Casa de Gobierno. Eran muchísimos y los organizadores estaban contentos con la demostración de fuerza. Pero no eran todos.
El Post salió a la marcha para mostrarla desde el aire con un drone, que fue la curiosidad de todo el mundo. En un compilado de tres minutos sin el audio original -porque tres minutos de bombos y gritos podrían aturdir a cualquiera- se puede tener una visión de la protesta antes de la llegada de las últimas columnas, alrededor de las 12 y media del mediodía, a la hora en que cantaron el Himno Nacional frente a la Casa de Gobierno.
Lo que vimos hoy en la calle fue a la familia viñatera y productora, a sus peones y empleados, trasladistas, y bodegueros agotados del Este.
No estuvieron Bodegas de Argentina ni otras grandes asociaciones, divididos por la oferta del gobierno.
De todos modos, la protesta fue fuerte. Y habrá que ver si ocurre algo durante la tregua de cinco días.