La Justicia investiga indicios que vinculan el femicidio de la mendocina Fernanda Pereyra con el culto a San La Muerte.
¿La mataron en un rito satánico?
La investigación por el brutal femicidio de la mendocina Fernanda Pereyra ha dado un nuevo giro en la causa. Según publica hoy diario La Mañana de Neuquén, la nueva hipótesis sugiere que la joven podría haber sido asesinada en un ritual satánico. Esto se deprende porque los principales acusados, Luciano Hernández (ex pareja de la víctima), Osvaldo Castillo y Diego Marillán, profesan el culto a San La Muerte y en el lugar donde apareció el cuerpo habían elementos vinculados a estas prácticas.
La mendocina, de 26 años, fue asesinada y posteriormente su cuerpo fue colocado en una hoguera, ubicada en la Ruta 6 de Neuquén, y allí se prendió fuego, con el objetivo de ocultar las pruebas.
La principal hipótesis sobre el móvil del femicidio es que el hijo que esperaba la joven no era de su pareja sino de Kevin Carrasco, un individuo que está preso y ya habría reconocido la paternidad del bebé. Por otro lado, en el modo en que mataron a Fernanda, hay indicios que marcan que podría haber sido en medio de un ritual satánico. Además, en la pensión donde detuvieron a Hernández y Castillo había una especie de santuario de San La Muerte, música satánica y un corral de ovejas, lo cual se presume que sería para hacer sacrificios. Además, encontraron velas rojas, blancas y una muñeca de la estatura de Fernanda con una peluca color caoba, del mismo color que el pelo de la víctima.
Otro dato es que refuerza la hipótesis es que Castillo tiene en su cuerpo tatuajes de mujeres ardiendo en llamas e imágenes satánicas. Por tal motivo se le realizarán peritajes psiquiátricos a los detenidos para comprobar su estado de salud mental.
En el inquilinato donde detuvieron a los acusados secuestraron también leña de álamo, palets, cubiertas, un bidón con restos de combustible y un serrucho, elementos que estaban en la escena del crimen, los cuales serán cotejados por Criminalística.
También levantaron rastros de sangre de la camioneta Kangoo de Hernández, que está a nombre del Banco Provincia de Neuquén (BPN). Además, hay zapatillas que fueron secuestradas a los acusados y compararán sus rastros con los de la escena del crimen.
La despedida en Mendoza
Según consta en la causa, a mediados de julio Fernanda viajó a San Rafael para asistir a un cumpleaños familiar. En esa estadía, la abuela la escuchó hablar por teléfono con Hernández y pudo oír lo que el hombre decía porque tenía puesto el altavoz. En la conversación Hernández la amenazó de muerte. Posteriormente, cuando ella se despidió de sus familiares, les dijo que esa podía ser la última vez que la veían con vida.



