Visitando Bodegas: Los Toneles, un lugar con encanto para quedarse

Una bodega que sorprende en el Gran Mendoza.

Visitando Bodegas: Los Toneles, un lugar con encanto para quedarse

Por:Andrea Mendoza Ghinaudo
Diseñadora y bloguera

Esta semana nos recibió la Bodega Los Toneles ubicada en Acceso Este, Lateral norte 1360, Nueva Ciudad en Guaymallén. Es una de las pocas bodegas que tiene visitas guiadas después de las 16 hs, de hecho hay una a las 19 y otra a las 21 hs. Nosotros asistimos a la de las 19 donde nos recibió Mercedes.

La guía nos contó que la familia italiana Armando fundó la bodega en 1922 y que llegaron al país por iniciativa del gobierno argentino. En esa época el Estado buscaba impulsar la inmigración por lo que ofrecía tierras a muy bajo costo. En estos tiempos nacieron monstruos como Bodega Lopez, Arizu, Gargantini, Tomba y Giol.

 Atardecer en la bodega

Inaugurada como Armando Hermanos (Dalmacio y Francisco) el nombre fue mutando hasta llegar a Bodega Los Toneles, denominación popular por las enormes vasijas donde contenían sus vinos.

Con el paso de los años los hijos y nietos de los fundadores empiezan a tomar otros rumbos y la bodega queda prácticamente abandonada cerca de 1950. Es recién en el año 2002 cuando es comprada por la familia Millán, conocidos empresarios mendocinos. Ellos realizan una importante remodelación con gran inversión, siendo tan importante que en el año 2008 es declarada Patrimonio Cultural de Mendoza.

 Las iniciales de Armando Hermanos en hierro forjado.

 Pudimos probar las uvas y sentir la textura de sus hojas


Para la fermentación se usan 2 materiales que le dan al vino cualidades muy diferentes, una es en barricas de madera y la otra es en huevos gigantes de hormigón que al no tener recubrimiento de pintura epoxi tienen lo que se llama una "micro-oxigenación". El proceso se da a través de los pequeños poros del cemento que le otorgan más cuerpo al vino. Es aquí donde se fermenta toda la línea de Mosquita Muerta, Sapo de Otro Pozo, Pispi y Perro Callejero.

 Huevos de hormigón para la fermentación.

Después pasamos a la sala de degustación, que consta de tres vinos: uno blanco y dos tintos. En este caso cuesta $140.

Nosotros probamos primero Crazy for you, un espumante extrabut, lo cual significa que tiene menos de 15 gramos de azúcar por litro, con demasiadas burbujas para mi gusto, pero muy sabroso y frutado.

 La degustación cuesta $140 e incluye 3 vinos.

Luego le regalamos a nuestro paladar un Fuego Blanco de Valle del Pedernal en San Juan (viñedo a 1700m sobre el nivel del mar). Blend de 60% Malbec y 40% Syrah, que tiene un color muy intenso debido a que recibe más rayos UB y su cáscara se vuelve más gruesa.

Finalmente fue Pispi de la línea Mosquita Muerta que terminó de redondear el encanto, un exquisito blend de varietales (Malbec, Petit Verdot, Cabernet Franc, Merlot y Bonarda) de 12 meses de añejamiento, que se quedó en mi boca por un buen rato.

Etiquetas con detalles y colores muy cuidados.

Para mi sorpresa, nos agasajaron con una hermosa botella de Moscatino, un cóctel gasificado de uvas moscatel seleccionadas que les aseguro tiene un dulzor justo. ¡Quiero más!

 La atmósfera de relax está creada con una iluminación puntual.

No les voy a negar que me quedé con ganas de probar la línea Very, pero le saqué muchas fotos para no olvidarme que es una cuenta pendiente.

Ya con un lindo grado de alcohol en sangre, decidimos quedarnos en el restaurant de la bodega, Abrasado, donde el ambiente desde un principio te invita a relajarte y gozar a full.

En la carta podés encontrar entradas, cuyos precios van desde los $140 a $190; suculentas ensaladas, entre $160 y $200; y platos principales que arrancan en $285. Nos pareció muy acertada la opción que brindan de compartir una Bistecca Abrasado que consta de una bistecca madurada por 30 días con milhojas de papas y salsa criolla a $420. La acompañamos con un Malbel Tonel 22 e hicieron muy buena pareja.

La buena noticia es que si cenás en el restaurant la degustación con la visita guiada ¡es gratis!

Según explica la carta: "La maduración de carnes conlleva un proceso de añejamiento y mejora de calidad. Los cortes vacunos son colocados en un sistema que regula temperatura, humedad y flujo de aire. Luego de pasar un mínimo de 30 días dentro de este microclima, adquieren destacada terneza, suave textura e intensos sabores". Y parece que tiene razón, porque la carne estuvo exquisita.

Bien entrada la noche, nos despedimos de Los Toneles prometiéndole volver a darle más oportunidades de que nos siga "abrasando" con excelentes vinos y platos elaborados.

 Una postal de Los Toneles


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Fotos: Gustavo Valles