En la cumbre del Cerro Arco nació esta historia de amor

Andrea se esguinzó el pie y Julio la ayudó a bajar del cerrro. Desde ese día sus vidas cambiaron para siempre.

En la cumbre del Cerro Arco nació esta historia de amor

Por:Mariana Gil
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Hace 15 años que están juntos, Julio (46) y Andrea (47). La historia de amor empezó el día que ella llegó a empapada por la lluvia y vestida con un jardinerito verde, a la empresa donde trabajaba su hermana Regina, y de casualidad,  se cruzó con Julio.

Luego, ellos compartieron una salida de aventura a hacer rafting, pero entre ellos aún no pasaba nada. 

Siguieron otros paseos, cine, salidas con amigos, hasta que en el verano del 2001, en una caminata al Cerro Arco,  ella dio un mal paso y se esguinzó, Julio tuvo que bajarla casi al hombro desde la cima de la montaña. 

Ese día a ella le llamó la atención la paciencia, la caballerosidad de Julio, y a partir de ese día, Andre lo miró con otros ojos.

No fue un amor a primera vista. A él le hizo un click a través del tiempo. Ella tenía tres hijos, Marcela, Julieta y Beto,  era una mujer luchadora que trabajaba y estudiaba. El soltero, y estudiaba Higiene y Seguridad, se convirtieron en compañeros de estudio hasta que el amor llegó a sus corazones.


A Julio le impactó su espíritu de lucha y que era una mujer con todas las letras.

La relación tomó un nuevo rumbo cuando por cuestiones laborales, se mudaron a Rincón de los Sauces, Neuquén,  con un desafío profesional. En el sur empezó la convivencia que arrancó con un colchón de dos plazas en la cúpula en una camioneta, hasta que  alquilaron una casa.

Fue una época de sacrificios, los fines de semana, Andrea viajaba a Mendoza a rendir exámenes para lograr el título. Todo fue posible gracias al apoyo de sus amigos, una de ellas fue Mariela Ortíz,  incondicional con su amistad.

La vida en ese pueblo no duro mucho ya que algunos hechos poco afortunados, los llevó a dar una vuelta de timón en su vida y en enero del 2006 volvieron a su querida Mendoza. La familia, y los afectos sumaron en esta feliz decisión.

Un nuevo capítulo comenzó en la vida de la pareja. Lanzaron su propio emprendimiento en el ámbito de la Higiene y Seguridad. Hoy no sólo comparten su vida en familia, sino también en lo laboral y complementan  las tareas.

En el tiempo libre también ellos disfrutan la naturaleza, el deporte y al vida al aire libre siempre con familia y amigos.

Fruto de este amor, en el 2008 llegó para colmar sus vidas Águeda, después de tratamientos y un embarazo de riesgo,  el 6 de marzo alumbró  la luz de los ojos de esta flamante pareja.

Y esta unión de amor ante Dios llegó también por el pedido de la pequeña, quien le insistió a su papá que se casara con su mamá, y así fue que el año pasado Julio  hizo el pedido formal a Andrea en  un viaje en la Cumbresita, Córdoba. Hoy ese sueño ya es realidad.


“Yo quería un compañero de vida, le pedía a Dios una persona como es él, trabajador, nosotros agradecemos todas las mañanas cada día, y el poder compartir nuestra vida juntos”.

Andrea

“Yo le pedí también a Dios una persona que compartiera conmigo todas mis locuras”.

Julio