Impsa: una pelea multimillonaria con foco en Mendoza

Impsa inaugura hoy su fábrica de aerogeneradores, en medio de una licitación muy grande. Tensiones entre fabricantes argentinos y extranjeros, y el gobierno.

Impsa: una pelea multimillonaria con foco en Mendoza

Por:Ricardo Montacuto
Director Periodístico

El gobierno de Mauricio Macri podrá, en una licitación que interesa mucho a Mendoza, demostrar si es más desarrollista que neoliberal. Y si le importa realmente la industria nacional.

Una sorda pelea entre un clúster de más de 60 empresas argentinas entre ellas Impsa, de Enrique Pescarmona, y competidores extranjeros del tamaño de Simmens se desarrolla entre escritorios, impugnaciones y “looby” por el negocio de venta de energía eléctrica de fuentes renovables a Cammesa (la empresa del mercado eléctrico mayorista del país), en el marco de una licitación multimillonaria que pretende impulsar el crecimiento de la energía natural y más barata. 

Es el plan “RenovAr”, que subastará 600 MW de energía eólica, 300 MG de energía solar fotovoltaica, y 100 MW más de otras plantas de biomasa, y “minicentrales” hidroeléctricas, en una competencia que ya arrancó y que preocupa sobremanera a las empresas nacionales, ya que en los borradores de los pliegos de la licitación no aparecerían favorecidas respecto de las extranjeras, pese a que la ley 27191 que lanzó el programa, y su reglamentación, hablan claramente de “beneficios promocionales” y de impulso a la industria nacional.

  “Está armado como para importar todo lo que se necesite” confesó con preocupación una fuente del gobierno de Mendoza, que participará a su vez de la licitación con varios proyectos.

La fábrica de aerogeneradores de Impsa.

Las empresas están a la expectativa de normativa específica –los pliegos definitivos- del plan RenovAr, que deberían haber sido publicados el viernes por Cammesa, en definitiva quien comprará la energía. Pero la mayorista tiene a disposición sólo documentación preliminar que aún está recibiendo observaciones, aunque ese período de revisión debió haber terminado el 1 de julio. Dicen que el lunes próximo se publicarán los pliegos, y allí se sabrá si se hicieron las correcciones pedidas –a través de complejos formularios y de reuniones con el ministro Juan José Aranguren- por los gobiernos de Mendoza, Chubut, Río Negro, y las empresas nacionales.

El Secretario de Energías Renovables de la Nación, Sebastián Kind, dio algunas precisiones hace apenas horas a través del diario El Cronista. El plan "demandará inversiones por entre u$s 1.500 y u$s 1.800 millones, y se generarán entre 5.000 y 8.000 empleos directos". De acuerdo al funcionario, “se subiría el 1,8% actual al 4,5% la participación de renovables en la matriz energética y se generaría un ahorro de u$s 300 millones anuales en la importación de energía, tomando como base un barril de petróleo a u$s 50". La meta es llegar al 20 % de energías renovables en 2015.

Aranguren... ¿Juega para la industria nacional, o para la extranjera?

La principal queja de los “nacionales” en esta licitación es que los borradores de los pliegos “incluyen incentivos para la integración de industria nacional, aunque no establecen un porcentaje mínimo obligatorio” dice la periodista María Gabriela Ensinck en la citada publicación. “No obstante, se estableció un certificado fiscal para los desarrolladores que en sus proyectos de inversión acrediten un porcentaje de integración de componentes nacionales del 60 % (reducible a 30 %) en las instalaciones, excluida la obra civil y montaje” explica. Pero el “incentivo” no parece suficiente a los locales, que pierden grandes ventajas respecto de los gigantes extranjeros. Así lo dicen las empresas y el gobierno mendocino, que a su vez participará con cuatro proyectos solares, dos mini centrales hidroeléctricas y un parque eólico, junto a socios-desarrolladores.

 “El problema es que el gobierno nacional quiere hacer esta licitación sólo por precio… y es lógico que así sea más fácil, más barato, importar insumos que producir acá. Es una lástima, porque se va a perder la posibilidad de industrializar el país hacia un destino posible, con energías renovables…” se lamentó un funcionario de los que trabaja en el tema.

Desventajas

La mayor parte de esta licitación es de energía eólica. 600 MW de 1000 MG pertenecen a este tipo de energía, que tiene tres grandes fabricantes de aerogeneradores. El negocio consiste en construirlos, instalarlos, y luego vender la energía limpia y renovable a Cammesa, en precios que serán menores a los actuales, dice el gobierno. Los tres principales constructores en el país de este tipo de molinos de energía son la mendocina Impsa, de Pescarmona, la chubutense NGR en una escala mucho menor, y el INVAP, Investigaciones Aplicadas, la estatal que trabaja como una privada y que tiene su sede principal en la mítica Bariloche.

Enrique Pescarmona.

El problema con este negocio es que las empresas argentinas, que forman el clúster con más de sesenta firmas, se sienten en desventaja respecto de los extranjeros. “El financiamiento es el factor crítico de un emprendimiento como este, con inversiones que pueden llegar a los 1.000 millones de dólares para todo el paquete eólico. Las firmas como Siemens, u otras europeas, consiguen financiamiento mucho más barato, dinero concreto, que las empresas argentinas que llevan implícito el riesgo-país, no pueden conseguir. Ni que hablar de las firmas chinas, que tienen costos laborales mucho más económicos, y además los impuestos nos encarecen todo” dice una fuente del sector. El financiamiento es justamente la clave para hacer una buena oferta.

“Es lo de siempre. Nosotros tenemos costos mucho más altos, en todo… sobre todo en impuestos, costo laboral, y financiamiento. Por eso pensamos que esta licitación es más a medida de los extranjeros, que de la industria nacional, porque compite sólo por precio” dice la fuente, en medio de esta pelea en la que inversores y desarrolladores disputarán los contratos, cuando pongan sobre la mesa los 1.500 a 1.800 millones de dólares por todo el paquete. Estos inversores deberán además acordar con proveedores, contratistas y fabricantes locales y del extranjero. Las pruebas están a la vista. La ley del plan RenovAr y su reglamentación hablan de un factor “ponderador” que favorezca a la industria nacional en las licitaciones, pero en los borradores no ha aparecido y sólo se licitará la energía por precio. Ello ha generado una disputa muy tensa y silenciosa con Aranguren, de la que el gobierno de Mendoza toma parte.

El gobierno nacional asigna importancia a este negocio. Y ha logrado negociar una garantía del Banco Mundial para hacer más atractiva la compulsa. Es un compromiso de 500 millones de dólares. Si el contratante no paga la energía, paga Hacienda respaldado a su vez por una “garantía soberana”. Y si no, el que paga es el Banco Mundial como garante. Es un mecanismo que tanto el gobierno como las empresas consideran importante para conseguir el financiamiento.

Secretario Sebastián Kind.

Sebastián Kind es un hombre importante en esta trama. Es el Secretario de Energías Renovables del ministerio de Energía de la Nación. Las empresas argentinas lo miran con lupa, porque desconfían de sus relaciones. Kind estuvo vinculado por años a la petrolera Pan American Energy, de Carlos y Alejandro Bulgheroni, y luego se desvinculó para recalar en Europa. 

“Kind trabajó y estudió por cuenta de muchos de los que son nuestros competidores” cuenta una fuente patagónica que conoce esta trama de primera mano. 

Allí, en Comodoro Rivadavia, una empresa relacionada a sectores del radicalismo con muy buena llegada al gobernador Das Neves (PJ anti K) y Macri, construye generadores al igual que Impsa.

Las inconsistencias en la licitación son la que llevaron al clúster de empresas nacionales a presentar una queja formal y observaciones a Cammesa. Lo mismo hizo el Gobierno de Mendoza. Y esperan por las respuestas.

Varios de los actores, funcionarios y empresarios, se verán las caras hoy justamente en la industria de Pescarmona, en la inauguración de la fábrica de aerogeneradores.

El caso IMPSA

La empresa “madre” del grupo Pescarmona viene de pasar una “década perdida” sin contratos de energía, casi en la sequía más absoluta. Enrique Pescarmona jamás lo dijo ni habló del caso, pero su ausencia de negocios con el gobierno anterior pudo haber tenido que ver con “peajes” de alguna naturaleza que jamás quiso pagar. Nadie lo va a admitir.

Impsa, en Godoy Cruz

La verdad es que la empresa llegó a la inanición, y como consecuencia, al default. Pescarmona personalmente ha recorrido además miles y miles de kilómetros para tratar de cobrar contratos de Venezuela y de Brasil. Sin embargo, luego de 22 meses de default, la empresa tiene una buena noticia para mostrar, y espera por otra. Este jueves 23  al mediodía inaugura su fábrica de aerogeneradores. Lo hará en la antigua sala nuclear de las instalaciones de la firma en el Carril Rodríguez Peña. Es una inversión de aproximadamente 20 millones de dólares para producir el molino IWP100.AR (tal la denominación), que en su sigla encierra la marca “Impsa Wind Power”, la medida del diámetro del aerogenerador y el “.AR” como sello de la industria nacional. La firma de Pescarmona puede fabricar 150 de estos al año y pronto podrá duplicar la producción.

Claro, ahora tienen que venderlos. Impsa será una de las firmas que participe de la licitación del plan RenovAr, de hecho, no hay otra razón a la vista para la inversión en la fábrica de generadores.

El default

La otra noticia que espera la empresa es un final feliz para el proceso de reestructuración de su deuda defaulteada. El BID es el que ha puesto las mayores trabas, pero hubo gestiones políticas para descomprimir y acelerar el proceso de regularización. El gobernador Alfredo Cornejo dio la orden de “ayudar” con el BID, que estaba empecinado en embargar activos de Impsa por un crédito impago. Cuentan que el presidente del organismo, Luis Alberto Moreno, estaba realmente furioso con Enrique Pescarmona. “El enojo era muy grande” dijo un informante.

La deuda de Impsa sería de casi 1.000 millones de dólares. De este tema se hablará, aunque sea en los pasillos, hoy cuando funcionarios, prensa e invitados recorran la planta. Una vez que finalice la reestructuración de la deuda, acreedores de Impsa llegarán al directorio. "Tendremos un gobierno corporativo" admiten en la empresa.

Hay matices políticos

Puede que la inauguración de la planta de aerogeneradores de Impsa sea una de las noticias económicas más importantes del año, para el país, y particularmente para Mendoza. Industria nacional y local a pleno. Sin embargo, en la recorrida y presentación de hoy no estarán el presidente Mauricio Macri, ni el ministro de Energía Juan José Aranguren, ni el secretario Sebastián Kind, de energías Renovables. Pero tampoco vienen el ministro de producción, el mendocino Francisco “Pancho” Cabrera, ni el ministro de Ambiente Sergio Bergman. Sólo el ministro de Ciencia y Tecnología heredado del kirchnerismo, Lino Barañao, vendrá hoy a Mendoza a ver la fábrica de Pescarmona.

El gobierno provincial sí estará en pleno.

¿Por qué el desplante?

Es entendible que los funcionarios de Energía digan “ausente”, porque tienen diferencias sustanciales con la provincia y con las empresas respecto de la licitación, y de cuánto se va a favorecer o no a las empresas nacionales.

¿Los demás? Tiene una explicación política. El gobierno nacional pasó cinco meses prácticamente ignorando la situación de Impsa. Dicen que eso fue consecuencia del enojo del presidente del BID, Moreno, con Pescarmona. La insistencia de Mendoza y los buenos oficios del embajador en EEUU Martín Losteau, un gran vendedor, aliviaron la situación. Pero no alcanzó para traer al gobierno en pleno para un gesto de respaldo a la industria nacional. La presencia del gobierno de Macri hoy en Impsa será apenas testimonial.

Nadie quiere cruzarse en el enojo del BID. Y además, parece que en el gobierno nacional todavía deben decidir –como explicamos al principio- si son desarrollistas como afirma Macri, o liberales, como les dicen casi todos los demás.

Para saberlo, hay que esperar los pliegos definitivos de la "licitación del viento" y estudiar la letra chica. Allí estará la clave de este negocio multimillonario.