Estudiante secundario que tenga más de 28 faltas en el año deberá rendir todas las materias. ¿Vieja fórmula para obtener mejores resultados?
¿Sirve "desempolvar" el régimen de faltas?
En la actualidad sorprenden los viejos formatos, aunque la justificación de traerlos al presente es con modificaciones. Lo cierto es que el Gobierno de Mendoza busca que los chicos no falten a clases y para eso endureció el régimen de faltas, es decir, "desempolvó" una medida que funcionó en el pasado.
Desde la Dirección General de Escuelas (DGE) asegura que sirve y está en el marco de los megaobjetivos que se han planteado: asistencia, convivencia y evaluación.
Entonces, los estudiantes secundarios podrán tener como máximo 28 faltas en el año y si superan esta cifra tendrán que rendir todas las materias y no solo aquellas en las que les fue mal.
"Queremos ordenar el sistema, poner límites; padres, alumnos y docentes tienen que entender que no es lo mismo ir a la escuela que no ir", explicó Sara Lucero, directora de Secundaria Orientada de la DGE.
La funcionaria recordó que todavía hay instituciones que premian con un certificado u obsequio la asistencia perfecta. "Queremos volver a premiar el esfuerzo, hoy en el aula el líder es el alumno que se porta mal; esto no puede continuar. Hay alumnos que no quieren pasar a la Bandera porque no quieren que se burlen", ejemplificó Lucero.
También buscan comprometer a los padres, sancionarlos si no mandan a sus hijos a las instituciones escolares.
Desde lo pedagógico
Que el alumno vaya a la escuela significa que el docente no se puede sustituir, en caso contrario, podrían aprender solos en casa. "Asistir a clases también colabora con el desarrollo social del alumno y, lo más importante, tiene que saber que es una obligación con la que debe cumplir", enfatizó la funcionaria de la DGE.
El alumno que supere las 28 faltas al año no se quedará solo. Desde el Gobierno escolar explicaron que seguirá siendo acompañado por la institución a la que pertenezca para que pueda rendir las materias.
"Por eso creamos la figura de alumno condicional y no libre; este último está solo, nadie lo acompaña, nosotros vamos a estar con el chico que superó las 28 faltas", graficó.
¿Qué dicen padres y docentes?
En línea general, tanto padres como docentes están a favor de la medida; el pedido general es que "los chicos aprendan".
"A veces te dicen que van a la escuela y no van, pero también es cierto que hay chicos que no asisten nunca al aula y pasan de año", contó Marcela Juárez, madre de dos hijos que van a la Secundaria.
Para los docentes también es un punto a favor porque aseguran que es mejor para dar la "secuencia didáctica". "Faltan tanto que tenés que tomar un examen o un práctico como tres o cuatro veces; no solo es cansador, también se pierde mucho tiempo", dijo Andrea Pérez, docente de Matemáticas.
La mirada de un experto
Para el especialista en Educación Alejandro Castro Santander se habren muchas preguntas con la puesta en marcha de este nuevo régimen.
"Con respecto a las inasistencias, era hora que hubiera un límite. En realidad, siempre existió la exigencia desde el momento en que la educación secundaria se convirtió en obligatoria (primero hasta los 15 y después hasta los 18) Ahora, ¿se controlará?, ¿se hará cumplir?, ¿qué pasará con el que no cumple (padres) O será como tantas normas en nuestro país que no adolece de falta de leyes sino de cumplimiento", reflexionó.
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