Por qué lo "mataron" a Galuccio

Le dicen el “Mago”, pero la interna y la ocupación de espacios en el gobierno del PRO le terminaron devorando el último conejo de la galera.  Al atardecer, un miembro del gobierno en nombre del presidente Mauricio Macri le informó a Miguel Galuccio que debía dejar los dos puestos que ocupa en YPF: la presidencia del directorio y el sillón de CEO. Galuccio había hecho su última resistencia en un reportaje en el diario La Nación el domingo, pero en un tono que sonó a despedida. El rumor corrió rápido anoche luego de una publicación de Nicolás Gandini en El Inversor Online. 

El futuro de la compañía aparece con un perfil más de negocios y político que técnico. Es casi un hecho que el doble puesto que ocupó Galuccio se va a desdoblar y que vendrá un presidente “PRO”, y habrá que ver quién ocupará el lugar de la Gerencia General. La última pelea de Galuccio será colocar allí a alguien de la actual gestión, posiblemente un financiero.

La salida de Galuccio podría producirse mucho antes de la asamblea de abril. “Es imposible permanecer un mes y medio en una compañía que debe tomar decisiones todos los días en un contexto internacional muy difícil” dijo una fuente, en referencia al precio del crudo por el piso, el recorte en las inversiones y las suspensiones de personal que pusieron en alerta especialmente a los neuquinos. Sin embargo, luego YPF envió un comunicado informando que el ingeniero se queda hasta abril. "Miguel Galuccio, presidente y CEO de YPF, confirmó su permanencia en dichas funciones hasta la próxima Asamblea Ordinaria de Accionistas, a convocarse próximamente. Galuccio seguirá al frente de la gestión de YPF hasta la referida Asamblea y ha comprometido su apoyo al Directorio para asegurar una transición ordenada y colaborar en la búsqueda de su reemplazo" dice la comunicación.

La pregunta es… ¿Quién viene?

Por lo pronto, fuentes de la compañía confirmaron esta mañana que se abre “un proceso de transición”, para entregar a las próximas autoridades hasta el último papel de gestión. No ocurrirá con YPF lo mismo que en otras áreas del Estado, en las que no pudieron averiguar ni siquiera quién era el chofer de Julio De Vido. YPF está auditada permanentemente y cotiza en la Bolsa de Nueva York.

No está bien claro por qué corrieron a Galuccio. La única explicación posible es que un sector del gobierno y del PRO quería ocupar el espacio. YPF es la empresa más importante del país y a la vez es pública. Y significa una plataforma gigantesca, de millones y millones de dólares en negocios de gas y petróleo.

Ver además: El Gobierno le pidió a Galuccio que renuncie a YPF

Hubo algunos intentos de desestabilizar a Galuccio, como ocurrió hace poco con el embate por el sobre endeudamiento de la empresa. El vehículo de ello tuvo piloto y copiloto: el ministro de Energía Juan José Aranguren y el presidente provisional del Senado Federico Pinedo.

El argumento fue rebatido por el propio CEO días atrás, en la entrevista con La Nación. Habían planeado un ratio de deuda de 1,5 puntos del Ebitda, y están en el 1,35 contra 2,72 de empresas que están en el negocio. Los resultados operativos también favorecen a Galuccio. YPF creció un 35% en producción de gas, un 10% en la producción de petróleo, casi una 40% su Ebitda, y las reservas crecieron 25 % en petróleo y 35 % en gas según el propio Galuccio. Claro que el final de 2015 ha sido horrible por la caída de precio del crudo, orillando los 20 dólares por barril. La caída fue del 49 % en Ganancias y la empresa anunció la reducción del 25 % en inversiones, que llevará a suspensiones de trabajadores –en algunos casos en acuerdo con el sindicato, y en otros habrá que ver- especialmente en Neuquén y Chubut. Esta reducción es menor a la de otras empresas petroleras grandes en similares condiciones.

Otro flanco posible de ataque al “Mago” era el acuerdo secreto con Chevron, que tuvo dos fallos a favor y uno en contra de la Corte Suprema. Y justamente ayer la titular de la Oficina Anticorrupción, la macrista Laura Alonso, le concedió a la empresa la necesidad de mantener en reserva ciertas cláusulas del contrato, por razones comerciales, técnicas y financieras.

Tampoco hubo carpetazos, aunque se sabe que por cuenta de un diario mendocino ligado al PRO, hubo indagaciones respecto de operaciones de YPF con la empresa Schlumberger, en Londres, la firma en la que Galuccio trabajó antes de llegar a la petrolera argentina. Pero esos datos fueron rastreados antes. El “carpetazo” quedó a medias.

Durante el fin de semana vendimial, los rumores fueron incesantes. El diario MDZ -de la familia Terranova- publicó el viernes a la noche que Galuccio había renunciado. El dato crudo, sin ningún tipo de información contextual ni explicaciones, era interesado. El piloto de Dakar Orlando Terranova pulsea por ocupar la vicepresidencia corporativa más importante de YPF, la de Comunicación y Relaciones Institucionales. Cuenta para ello con el apoyo del influyente empresario Nicolás “Nicky” Caputo, amigo personal de Macri. Es una silla estratégica que maneja la pauta publicitaria de la compañía y los “esponsoreos” deportivos. Son 700 millones de pesos al año. No obstante, la información que el medio mendocino publicó sobre la "renuncia" de Galuccio no fue replicada por nadie, ante la desmentida que publicó Ignacio Zuleta, de fuertes contactos en YPF.

Candidatos

Los candidatos a suceder a Miguel Galuccio son varios, pero el más firme sería Mario Quintana. Es empresario y titular del fondo de inversión Pegasus, con terminales en Buenos Aires y Bogotá. Actualmente es el segundo de Marcos Peña en la jefatura de Gabinete. Otro posible postulante es Miguel Ángel Gutiérrez, ex Telefónica. La carrera está abierta.

La última pelea de Galuccio será la de influir en la decisión del próximo CEO de la petrolera nacional. No hay candidatos conocidos, aunque suena el nombre de Daniel González Casartelli, actualmente el VP financiero de la petrolera. De todos modos, es una pelea difícil. Como le dijo un ministro nacional a este periodista, en reserva, el viernes por la noche en el Hyatt. “El ‘mago’ todavía no se fue, pero está ido”.

Alguien que está afuera, no tiene herramientas para negociar. La avanzada del PRO sobre la compañía tomará entonces todas las decisiones.