Después de varios intentos, le pidió casamiento en el parque San Martín

Ellos comparten un profundo sentido religioso de la vida. Sueñan con tener varios hijos y ayudar a los más necesitados.

Después de varios intentos, le pidió casamiento en el parque San Martín

Por:Mariana Gil
Weddings

 Sol Marianetti (26), de Guaymallén, y Sebastián Puliafito (27), de Godoy Cruz, se conocieron en un casamiento en San Rafael.

Seba iba con algunos amigos y Sol invitada por una amiga de la novia, y no conocía a nadie más. Ya en el baile, ella tenía un listado de candidatos pero solo uno de ellos flechó su corazón. A partir de ahí comenzó una relación que los llevaría hasta el altar el pasado 9 de enero.

“Estamos convencidos que Dios quiso que nos uniéramos ese día”, remarcó la felíz pareja.

Seba tenía otro casamiento en la Ciudad de Mendoza donde no solo iban a estar sus mejores amigos, sino que también era una boda muy glamorosa pero eligió ir hasta San Rafael a conocer gente nueva y hasta terminó ayudando en la barra por falta de personal. 

Sol no conocía más que a la novia de vista y a su amiga junto con su pareja, pero decidió ir  ya que le encantan las fiestas, así recordaron cómo arrancó esta historia de amor con cuatro años de noviazgo hasta dar el sí quiero en la iglesia Virgen del Carmen.

“Lo que más me gustó de Seba fue su profundo sentido religioso de la vida, su atractivo, me pareció que realmente sería un hombre distinto y una oportunidad de formar una relación sólida y feliz”, expresó Sol.

Mientras que  él dijo : “me gustó la dulzura de la personalidad de Sol, su alegría, visión optimista de la vida, su sencillez y sensibilidad exquisita. Su caridad con los pobres. Aunque a primera vista debo confesar que fue su atractivo lo que  llevó a acercarme a ella”.


Luego de casi 4 años, y varios intentos fallidos, Seba la invitó a una cena en el parque General San Martín junto al lago, donde le propuso matrimonio con un anillo de compromiso.

“Seba es gracioso, alegre, muy trabajador. Le gusta detenerse a reflexionar de la vida, charlar, descansar, rezar. Buen hijo, buen hermano, buen esposo, buen amigo... Sumamente atento, cariñoso y amable, aunque extremadamente distraído”, describió la flamante esposa.


“Sol es sumamente alegre y buena, incapaz de hacerle el mal a nadie. También es increíblemente inteligente y la persona indicada para conversar. Es muy delicada, de gusto fino, sensible, artista, femenina y muy coqueta”, resaltó el joven.

Los preparativos de la boda se desarrollaron en nueve meses enloquecedores pero todo salió como lo habían soñado, hasta la luna de miel en Punta Cana, República Dominicana, que la describen como una experiencia única e inolvidable.


“Nos casamos porque nos amamos y queremos hacernos felices el uno al otro. Nuestro sentido religioso ocupa la parte principal en nuestras vidas. Y creemos firmemente que, si nos mantenemos unidos a la fuente del Amor, no por nuestras propias fuerzas sino por la fuerza que viene de Dios, nada podrá separarnos jamás”, la plena coincidencia en todos estos ideales y el diálogo, aseguran que los hizo entender que estaban preparados para dar el paso del matrimonio.


Y llegó el gran día

Sol se alojó en el hotel Sheraton, donde fue la noche de boda. Allí asistió la peluquera, maquilladora y el fotógrafo Gustavo Savelli. La acompañaba su madre, hermana, prima y algunas amigas.

Mientras tanto a Seba lo llamaban del salón, catering, Dj, y alquiler de sillones; para que cambiaran de planes e hicieran el evento en el interior del salón ya que las nubes amenazaban con aguar la fiesta.



Con la ansiedad, él llegó a la iglesia Nuestra Señora del Carmen unos quince minutos antes del horario establecido, ordenó lectores y guionistas de la misa, y esperó allí una eterna media hora.

La misa fue muy emotiva, el cura era tío del novio, el padre Rafael Ruiz y la presencia del coro de cámara, que fue un regalo de los amigos de Sol y compañeros de la facultad de música de la UNCuyo, que se lucieron en la ceremonia con el ave maría, gloria entre otras.


Después del sí quiero, al unión se festejó en el salón Alma, con la música del Dj Esteban Calderón.

En la nueva vida de casados, la pareja contó que se complementan muy bien y comparten tiempo juntos, que  es innegociable.

Si bien los preparativos del casamiento generaron ansiedad, nervios, grandes expectativas, mucho trabajo, cansancio, y hasta alguna que otra discusión, para ellos fue “algo que quedará alegremente grabado en nuestros corazones. Valió la pena el esfuerzo, ya que para ambos resultó ser la mejor fiesta de nuestras vidas a la cual hayamos asistido”.

Los deseos de la pareja son: “formar una familia unida y felíz donde reine el amor, que la oración sea la roca donde se fundamente nuestro hogar para que cuando lleguen las tempestades la encuentren sólida y firme, tener los hijos que Dios en su generosidad nos quiera regalar, y que nuestro amor desborde hasta llegar a los más necesitados”.

Fotografias: Gustavo Savelli

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