Tomá nota de los precios hoy. Carne y queso a más de 100 pesos "largos" el kilo.
¿Qué hacés en el súper con $1.000?
Los aumentos de precios en productos de primera necesidad son un hecho preocupante que ya todos conocen, y al cual los argentinos estamos "acostumbrados".
La inflación, uno de los temas más álgidos que deberá afrontar la gestión de Mauricio Macri, sumó en los últimos días a su listado de impagables a dos comestibles imprescindibles en toda mesa mendocina: carne y pan.
Durante noviembre, la carne aumentó un 30%, mientras la bolsa de harina duplicó su valor el mes pasado, pasando de $120 a $240. Obviamente, esto repercutió en el costo del pan, que puede ascender a $30 el kilo en los próximos días. También, claro, del resto de los panificados.
Nadie sabe bien cuánto han subido los precios desde las elecciones de octubre, o aún antes, cuando se empezó a especular con una devaluación. Los negocios de alimentos, entonces, y varios rubros más, empezaron a remarcar pensando en el precio de reposición.
Al respecto de esta situación, la Federación Económica de Mendoza (FEM) expresó en un comunicado su preocupación ante la "remarcación indiscriminada e injustificada de precios" que están sufriendo las pymes y los comercios de Mendoza por parte de las grandes empresas, "que más que formadoras de precios se están comportando como 'deformadoras' de precios, con consecuencias graves también para la población en general".
La explicación a esta ola especulativa es sencilla. Los productores e intermediarios -que ya se subieron a la remarcación una vez cuando el dólar blue llegó a 15 pesos-, ahora remarcan de nuevo porque creen que el dólar único va a llegar a los 15 o 16 pesos.
Vamos a la práctica
Para conocer cómo hace una familia tipo en la afanosa tarea de "sobrevivir" a estas subas, el Post realizó una compra en el supermercado VEA de calle Patricias Mendocinas y Barcala de Ciudad. Con casi $1.000 pudimos llenar el changuito (muy angosto, por cierto) pero no fue suficiente para completar el listado de productos de una canasta básica definida por el POST para cuatro personas.
De los 50 productos que se planearon adquirir, quedaron afuera 12, entre ellos champú, crema de enjuague, gaseosa, agua mineral, galletas de agua, desodorante de ambiente y pasta dental.
Así, los 38 restantes apenas alcanzan para satisfacer el consumo de una semana. Encima hay que multiplicar el monto final por tres para que toda la familia no llegue raquítica a fin de mes.
Dato curioso: en las góndolas solo quedaban aceites tipo mezcla. Las marcas que comercializan el puro de girasol brillaba por su ausencia.
Los productos que más "volaron"
Lácteos, carne, fideos y algunos enlatados (como atún y picadillo) están en el ránking de los productos que subieron desaforadamente sus precios. Por ejemplo, el paquete de fideos spaguetti Matarazzo, que hasta hace pocos meses se conseguía a 13-14 pesos, hoy cuesta $20 y monedas.
En menor medida, la lavandina y papel higiénico aumentaron pocos pesos. Y para alegría de todos, las frutas y verduras están todavía a un precio razonable, como la papa que cuesta $8 el kilo.
Los compradores a los que este diario pudo consultar dijeron que cada vez la plata rinde menos, sobre todo después de conocerse el resultado del balotaje del domingo 22. "Hace una semana que noté subas, son unos sinvergüenzas. No se a donde vamos a ir a parar", declaró indignada una cliente mientras buscaba en la góndola una alternativa más barata a una caja de arroz de primera marca.
A todo esto, ¿quién se hace cargo de esta situación? La FEM fue contundente cuando envió un mensaje a las actuales autoridades nacionales y provinciales en ejercicio y electas, al decir: "Esperamos que el gobierno saliente y entrante tomen medidas urgentes ante esta ola especulativa que afecta a la sociedad toda. Entendemos que en cualquier país donde existen grupos monopólicos u oligopólicos el Estado debe actuar en defensa de los consumidores y de las Pymes, que son las víctimas reales de la fijación de precios y de la búsqueda de rentas extraordinarias de esos grandes actores".
Latita de Coca Zero ayer $ 12. Hoy $ 15. Gracias x tanto. No fue magia. Es inflación. pic.twitter.com/YMQKrLdHWd
— Ricardo Montacuto (@montacuto) December 1, 2015
¿Agua y ajo?
La inflación es una realidad que golpea diariamente el bolsillo (y ánimo) de todos. Ante la falta de políticas concretas que frenen este flagelo, la ONG Protectora llamó un "apagón de consumo" para el viernes 04 de Diciembre en protesta contra "las subas abusivas" de precios y contra el desabastecimiento de productos esenciales de la canasta básica.
El eje de la convocatoria es: "Estamos cansados de pagar de más, estamos cansados que nos roben, estamos cansados que nos maltraten por eso el próximo Viernes 04 de Diciembre 2015, durante todo el día, apagón de consumo a todas las cadenas de supermercados".
Desde el ámbito de la política, el presidente electo, Mauricio Macri, se quejó por la inflación que heredará del gobierno de Cristina Kirchner y aseguró que la "primera meta" de su administración será "comenzar a reducirla" para "llevarla a un dígito en un par de años".
Como decíamos al principio de esta nota, lamentablemente el pueblo argentino está acostumbrado a afrontar crisis y debacles económicas de las cuáles (la mayoría de las veces) logra reponerse con relativo éxito. Pero muchas veces la resignación y el pensamiento del "nada va a cambiar" es moneda corriente. Esta vez será cuestión de esperar, confiar y aguantar.
Precios
Algunos de los precios que encontramos reflejan el estado de situación. Compramos carne popular, “cuadrada de ternera para milanesas, a 112,99 pesos el kilo. Carne molida a 73 pesos, y podría considerarse barata. El queso del tipo “mantecoso” a más de 120 pesos el kilo. El atún por lata, a más de 60 pesos. Subas de más del 20 % en muchos de los productos, respecto de principio de mes.
En definitiva, fuimos al supermercado con mil pesos, no alcanzó para todo lo que buscamos, y además, apenas si llenamos el carrito para una semana, con lo que se pudo.
Sin dudas, la inflación y los precios deberán ser la primera preocupación del nuevo gobierno. Mientras tanto, lo que hay es expectativa inflacionaria y de devaluación.



