Una mujer “duerme” a los hombres en el Centro y les roba

Es alta, rubia, linda, de unos 25 años. Les pone un somnífero en las bebidas a sus víctimas. Este lunes cayó en la trampa el vendedor de diarios.

Una mujer “duerme” a los hombres en el Centro y les roba

Por:Leonardo Otamendi
Editor Post

Una misteriosa joven mujer está llevando adelante una modalidad de robo muy sofisticada, en la que su personalidad es fundamental.

Actúa en el centro de Mendoza. Es alta, rubia, linda, bien vestida y de unos 25 a 30 años. 

Así la han descrito sus víctimas, al menos en las últimas semanas. Puede haber más, pero éstas son las que denunciaron los robos.

Esta joven y agradable mujer, tal como la describieron los hombres (siempre hombres) que cayeron en la trampa, tiene muy bien estudiado el speech y la seducción para lograr su cometido.

La fémina se acerca a un hombre que está tomando un café en un bar. Le dice (una de las formas) que lo conoce y comienza a hablarle como si realmente se conocieran.

Utiliza su simpatía, seducción para que la víctima “baje la guardia”. En cuanto advierte que el hombre ya está enredado en su telaraña, le pone un somnífero en la bebida.

Para ese momento, ella ya está sentada. Entonces ninguna de las personas que la rodean advierten algo extraño. A los pocos minutos, su víctima se duerme.

La mujer le roba todo lo que tiene a mano: teléfono, tablet, computadoras y dinero, aunque esto implique buscar entre las prendas del hombre.

Este lunes por la tarde-noche la víctima fue el hombre que atiende el escaparate de diarios y revistas en la Peatonal Sarmiento, frente a la Legislatura.

La esbelta rubia se acercó al kiosco, se puso al lado del hombre y comenzó a hablarle. Su víctima tomaba mates que se convirtió en el anzuelo que tragó.

Ante el mínimo descuido, la mujer le puso algo sobre la yerba y cuando absorbió el vendedor del agua sólo bastaba esperar.

Cuando llegó un cliente, encontró al hombre durmiendo. Se despertó. La rubia ya no estaba, tampoco el dinero de la recaudación y otras pertenencias.

Llamó a la Policía y fueron los uniformados quienes le indicaron que no era la única víctima de esta mujer.

  Los policías encintaron el kiosco tras el robo de la rubia.  

La investigación quedó a cargo del personal judicial de la Oficina Fiscal N°1, de Capital. Ahora buscan a esta joven con los pocos datos que poseen y los pesquisas no descartan que existan otros hechos que no se denunciaron.