El ASMR, una técnica de relajación potenciada por la pandemia

A muchos puede parecerles inquietante escuchar a una persona susurrar, tocar objetos, generar sonidos con su cuerpo. Pero a otros, les produce placer y tranquilidad. ¿De qué se trata?

El ASMR, una técnica de relajación potenciada por la pandemia

Por: Julieta Navarro

Hay acciones cotidianas que realizamos que nos generan placer:  lavarle el pelo con un masaje craneal, que nos rasquen la espalda, que nos acaricien la cara, situaciones que  provocan un "luminoso hormigueo" en el centro de la cabeza y que baja por el cuello. Cierto "ritual" nos deja en un estado profundo de relajación.

Esto es la respuesta sensorial meridiana autónoma, (ASMR por sus siglas en inglés),  esa es la famosa sensación de hormigueo muy placentera que se inicia en el centro de la cabeza como respuesta al tacto de unas manos, pero también a sonidos, suspiros y golpeteos suaves y rítmicos. 

He aquí, un ejemplo de lo que se dice:

La experiencia que como persona experimentamos, la comparten 130 países. En muchos casos, los desencadenantes se repiten, aunque muy variados. Pero, lo curioso es que algunos nunca experimentarán ASMR por una cuestión que tiene que ver, creen los expertos, con la disponibilidad de oxitocina, también llamada hormona del placer.

"Es importante diferenciar la respuesta fisiológica y emocional a determinados estímulos sensoriales, la ASMR, de los contenidos diseñados para inducirla", opina Claudia Nader, graduada de Ingeniería de Sonido en 2019 por la Universidad de York y que ahora investiga para su tesis doctoral los efectos del ASMR en el bienestar. "Hasta ahora, estudios científicos mostraron evidencia fisiométrica y anecdótica de que se produce una reducción significativa del ritmo cardiaco durante y después de la exposición a contenido audiovisual con estímulos comunes de ASMR, lo cual sugiere que el espectador se relaja."

Sin embargo, la respuesta fisiológica es compleja, ya que, aunque se observa reducción del pulso cardíaco, también se aprecia una subida de la conductividad de la piel o de la sudoración, algo que podría relacionarse con estrés, pero también con sensaciones positivas como la euforia.

Davis reconoce que aún se sabe poco de lo que ocurre en el cerebro mientras vemos o escuchamos un contenido inductor de ASMR. "Hay pocos estudios, pero parece que se incrementan las ondas cerebrales asociadas con la relajación".

El profesor Richard Craig fundó la Universidad de ASMR, donde se realizó el primer estudio que escaneó lo que pasa en el cerebro durante una experiencia ASMR. "Las imágenes muestran las áreas específicas del cerebro que se activan, y en algunas regiones destaca la más que probable participación de la oxitocina, los comportamientos que desencadena la liberación de esa hormona son similares a los que se generan con el ASMR. Sabemos que la oxitocina estimula sentimientos de relajación y confort muy similares a los que describen los que experimentan ASMR".

Página de la Universidad de ASMR

Los estudios demostraron que los usuarios más jóvenes y una incipiente industria centrada en inducir ASMR a través de imágenes y sonidos llevaban años explorando: que los susurros, los soniditos, la intimidad sonora, un cepillo pasando por encima de una piel seca, el crepitar de la leña ardiendo o el tap tap de las uñas golpeando una superficie lisa eran mano de santo para relajarse, puede inducir el sueño y disminuir la ansiedad. 

Richard Craig sí reconoce que "mucho contenido de Internet etiquetado como "ASMR" no lo es, aunque sea útil para relajarse, y alude a algunos tipos de música y a los sonidos de la naturaleza. "Pero el contenido ASMR genuino pivota en torno a la atención personal y positiva que brinda un ser humano. Las características del vídeo deben incluir una voz agradable, sonidos suaves y algunos movimientos deliberados", explica.

A lo que no le ve sentido Davis es a pagar a cambio de una experiencia ASMR: "Es un estado de la mente muy beneficioso que no produce efectos secundarios, pero, para la mayoría de las personas, los desencadenantes son gratuitos y no creo que la experiencia vaya a mejorar porque se gaste dinero en ello. Siempre debemos sospechar cuando se le da demasiado bombo a una experiencia de bienestar", advierte.