Macri no podrá ser el padrino de un bebé mendocino

El niño es el séptimo hijo varón de una familia de San Rafael. Como dicta la tradición, el Presidente debe apadrinarlo. La Iglesia no se lo permite.

Macri no podrá ser el padrino de un bebé mendocino

Por: Mendoza Post

La tradición indica que cuando nace el séptimo hijo varón de una familia, el Presidente debe ser su padrino. Este es el caso de Tiziano, un bebé de cuatro meses que nació en San Rafael. Mauricio Macri estaba dispuesto a cumplir con esta tradición, sin embargo, la Iglesia le niega esta posibilidad debido a que es divorciado y con Juliana Awada sólo se casó por civil.

La Iglesia le niega al Presidente ser padrino debido a que es divorciado y no está casado por Iglesia con Juliana Awada.

“Yo quería bautizar a Tiziano en la Iglesia Católica, fui a hablar a la Catedral, a la iglesia Nuestra Señora de Luján y en la del Chañaral y en todas me dijeron que no podían bautizarme a Tiziano porque su padrino, el presidente Macri, es divorciado y vive en concubinato, y eso no estaba bien para los ojos de Dios”, contó Natalia Alcalle, la madre del pequeño, según publica el sitio Mediamza.

El Presidente tiene una hija con Juliana Awada, se llama Antonia.

Tras este rechazo, los padres de Tiziano decidieron finalmente bautizarlo durante una ceremonia religiosa en una iglesia no católica conocida como “Vida y Paz”.

La Ley de padrinazgo presidencial, tal vez el dato de color más interesante de la legislación del país, tiene sus raíces en la gran inmigración rusa en la Argentina y en la creencia de que el séptimo hijo varón es hombre lobo y la séptima hija mujer bruja.

Mauricio Macri se casó con Juliana Awada por civil. 

Así en la Rusia zarista de Catalina la grande se otorgaba el padrinazgo imperial que daba una protección mágica contra estos males y evitaba que los niños fueran abandonados.

Tiziano junto a su mamá. 

Ver: Macri padrino en Mendoza: la familia del bebé le pide una casa