Auditoría General de la Nación no le dio lugar al informe que denunciaba irregularidades en la televisación del fútbol argentino pese a que los números eran contundentes.
Todo pasa: al final archivaron la auditoría de Fútbol para Todos
El informe era contundente y desnudaba las graves (y grandes) anomalías en torno a Fútbol para Todos, el Gobierno argentino, la AFA e incluso la empresa Iveco. No obstante, la mayoría kirchnerista se impuso en la votación de la Auditoría General de la Nación y por un total de 4 votos contra 3, se decidió archivar la denuncia sobre la televisación de nuestro fútbol.
Pegó en el palo.
Tal como informa La Nación, los auditores que responden al Gobierno resolvieron no tratar el informe por considerar que podría condicionar la investigación que, al respecto, lleva adelante la jueza federal María Servini de Cubría.
La resolución causó indignación en la oposición.
"Me preocupa mucho este antecedente, por el cual estamos abdicando de nuestra función constitucional de tratar los informes de auditoría. No podemos censurarnos a nosotros mismos", aseguró con absoluta sinceridad Leandro Despouy, presidente de la AGN.
La auditoría sobre Fútbol para Todos no sólo detectó anomalías en el manejo de los recursos públicos que se volcaron a la televisación gratuita del fútbol, sino que además advirtió que el objetivo original del programa no fue cumplido, es decir, el saneamiento de los clubes.
Entre las irregularidades más relevantes figuran, por caso, un total de casi $ 179 millones sin justificar, como también la falta de controles por parte de la AFA sobre los clubes para que cumplan con sus compromisos de saneamiento. Además, la Auditoría General de la Nación señaló que no encontró justificativo oficial alguno para que el Gobierno haya cesado la comercialización de publicidad privada para el programa. De hecho, hoy sólo se transmite propaganda oficial durante la transmisión de los partidos.
Pese a ordenar el archivo del informe, los auditores kirchneristas -Vicente Brusca, Javier Fernández, Oscar Lamberto y Vilma Castillo- accedieron a enviárselo igualmente a Servini de Cubría. "Si no lo hacemos, la jueza allana la Auditoría", admitió Brusca. Los tres auditores de la oposición -Despouy, Alejandro Nieva y Horacio Pernasetti- rechazaron la postura oficialista e insistieron en que el informe sea debatido y aprobado.
En rigor, la decisión del oficialismo de no tratar el informe fue sorpresiva, ya que hasta último momento figuró en el orden del día. Pero lo que irritó al kirchnerismo fue que se publicara el documento de manera anticipada en La Nación y que adelantara que sería aprobado por unanimidad, es decir, con el voto oficialista. Para el oficialismo, esto también constituyó un motivo para no tratar el informe. "Se lo obtuvo de manera desleal. Es una falta de respeto a la Auditoría", arremetió Brusca, la voz más filosa del oficialismo.
Los auditores opositores cuestionaron la actitud oficialista: "Este informe no se trata por razones estrictamente políticas; se está violando la independencia de los auditores", criticó Pernasetti.



