Ni el DT ni el presidente del club, José Mansur, explicaron las razones de la salida del entrenador. Ya tenían hablados a Almirón y Heinze.

El insoportable manoseo que tuvo que sufrir Oldrá

Por:Juan Manuel Martínez
Redacción Post

Secretos a voces, señas y ninguna explicación. Daniel Oldrá dejó de ser el entrenador de Godoy Cruz y nadie les dijo a los hinchas el porqué. 

José Mansur, presidente del club, sacudió las manos negándose a hablar con los periodistas, se subió a su auto de alta gama y salió del Malvinas Argentinas mientras Oldrá daba un escueto comunicado sobre su salida, esquivando tocar las causas de su decisión.

Daniel Oldrá no quería dirigir al primer equipo del Tomba cuando lo presionaron para asumir cuando Carlos Mayor dejó de ser el entrenador en noviembre del 2014. El Gato tampoco quería quedarse pero lo presionaron para que lo hiciera.  El DT no quería irse tras empatar este domingo con Arsenal, pero las tres cosas sucedieron en distintos momentos.

Esta semana, el "Gato" confirmó en todos los medios sus intenciones y sus ganas de seguir en el cargo, siempre y cuando el apoyo de la dirigencia se hiciera sentir. Mansur, mientras tanto, hacía cientos de llamados a Buenos Aires para reconquistar el amor a Jorge Almirón y de paso llamó al ex defensor de la Selección Nacional Gabriel Heinze para tener un plan B. También le decía a la prensa que Oldrá se iba a quedar "hasta que él quisiera".

Oldrá pidió apoyo y no lo recibió

La suerte del "Gato" estaba decidida por un presidente que jamás tuvo en cuenta los sentimientos del último gran ídolo de Godoy Cruz Antonio Tomba, y actuó por enésima vez en los 14 catorce años que lleva en el club como un patrón de estancia.

Con tal de no incendiar el club, Oldrá no expuso el manoseo al que lo sometieron los dirigentes

Como última protección política para su accionar, Mansur cuenta con el amor profundo de Oldrá por su club y por eso el DT evitó dejar en evidencia el "manoseo" al que lo sometió el presidente. Lo había avisado y lo hizo, el Gato prefiere inmolarse siempre y cuando el club no se incendie.

Mientras se desconcentraba el Malvinas, los jugadores y los hinchas le contaban a cada periodista sus ganas de que siguiera Daniel Oldrá, pero el único que decide, ya se había ido en un auto de alta gama.

El capitán Zuqui abraza a Oldrá. Los jugadores los respaldaron.