Habrá que pagar más por la cuenta corriente, caja de ahorro y tarjeta de crédito

Mientras la inflación no da muestras de moderarse, la demanda de créditos luce retraída y la tasa de interés de referencia del mercado está por las nubes, tal como era de prever, los bancos han decidido trasladar sus mayores costos a los clientes, elevando los cargos que cobran por los diferentes servicios.

En estos días estarán llegando notificaciones de los respectivos aumentos en las comisiones por mantenimiento de cuentas corrientes, renovaciones de tarjetas de crédito y paquetes financieros, según adelanta Iprofesional. 

Dependiendo del tipo de servicio y del plástico contratado, las alzas son de hasta un 20% para determinados productos. Y algunas entidades ya evalúan ajustar otro 5% adicional entre agosto y septiembre.

Desde los bancos hacen referencia al abrupto cambio en el contexto económico, descrito por un dólar con precio inestable, tasas altas y un índice de precios que en junio (3,7%) marcó el mayor registro de los últimos dos años.

No sólo eso, actores del sector sostienen que este ajuste en las comisiones puede ser incluso algunos puntos porcentuales superior a la inflación, y advierten sobre un reacomodamiento del negocio bancario.

La menor demanda de préstamos obliga a los bancos a reacomodarse. Para poder cubrir sus mayores gastos de estructura, tienen que aumentar los cargos que cobran por sus servicios.

Según datos del Banco Central, por intermediación financiera las firmas del rubro ganaron $340.000 millones en los últimos 12 meses.

Los costos asociados a diferentes productos financieros no han quedado ajenos a una inflación que, lejos de bajar, se ha recalentado en estos meses.

Así, el costo de mantener una cuenta corriente puede ir desde un mínimo de $170 (Credicoop) a un máximo de $423 (Macro).