Próvolo: "Las autoridades sabían", asegura un ex cura

Adrian Vitali, es excura y coautor del polémico libro 5 curas, confesiones silenciadas y sabe cómo cuál es el modus operandi con el cual la Iglesia argentina maneja los casos de abuso.

Próvolo: "Las autoridades sabían", asegura un ex cura

Por: Mendoza Post

Adrian Vitali, es excura y coautor del polémico libro 5 curas, confesiones silenciadas (2011), que narra testimonios sobre datos realmente oscuros sobre la Iglesia argentina. Allí cuenta que conoció una mujer en su parroquia. La mujer quedó embarazada. El arzobispo le “ofertó” mandarlo a otro destino y que la Iglesia se hiciera cargo de la manutención de la criatura si renunciaba a su paternidad. Él se negó, dijo estar enamorado y colgó la sotana para formar una familia.

En diálogo esta mañana con Te Digo Lo Que Pienso, que se emite todas las mañanas de lunes a viernes por Radio La Red Mendoza, dio su perspectiva sobre el caso del Instituto Próvolo de Luján reveló cómo es el modus operandi desde adentro de la Iglesia cuando un caso así toma estado público.

«Lo del Próvolo lo vemos con mucha pena y dolor», dijo Vitali, y contó que «Antes solía haber un protocolo, que se llama Crimen Sollitationis, que era secreto y que estaba en todos los obispados del mundo y en todas las casas religiosas, donde figuraba cómo manejarse en estas situaciones. Y en una las partes decía que si el escándalo no era público, había que trasladar de manera inmediata al sacerdote a otro lugar, como pasó acá y como se ve en la película Primera Plana. Lo primero es proteger que el escándalo no se haga público», explicó el excura cordobés.

«Ese protocolo, que fue revisado en 2001, también sostenía que el denunciado tenía la obligación de denunciar al victimario con la autoridad eclesiástica o el obispo, lo que sucede en Próvolo es que en este caso los niños no tenían ni idea de este protocolo», añadió Vitali.

«El sistema siempre es proteger al abusador».

Adrián Vitali

¿Podía el Arzobispado mendocino no saber?

Vitali aseveró que no hay forma de que el Arzobispado mendocino no estuviera al tanto del estado de situación del padre Nicola Corradi, detenido en Mendoza por pederastia y trasladado desde Italia, donde también tiene denuncias. «Cuando se traslada a un sacerdote pedófilo o pederasta, son comunicados los obispos del lugar, porque tiene que saber en calidad de qué se lo traslada, si es de misionero o de qué. La autoridad sí sabe, lo que no se hace público es por qué esa persona está ahí, sino la comunidad se resistiría».

E insistió: «La autoridad sí sabe, no se puede recibir a cualquiera, se pide información y se hace un diagnóstico. Ningún obispo toma a otro sacerdote si no tiene información sobre por qué viene».

«Alguien sabía de esto, porque los sacerdotes vienen con una carta de recomendación de un obispo al otro obispo que lo recibe. Si se lo recibió acá es porque había una carta de recomendación y porque alguien sabía de esto. Lo sacerdotes no viajan a la deriva», añadió el exreligioso.

Cómo se soluciona el problema de la pedofilia y pederastía en la Iglesia

«Un estudio que hizo un periodista en España sobre la sexualidad de los clérigos sostiene que el 90% son activos socialmente, hay una parte heterosexual, otra homosexual y un 10% de pederastas. Es el mismo esquema que se da en cualquier organización social, pero es una institución que hace alarde de la castidad y se apoya en el dogma para negar la realidad y no discutir», expresó Vitali, quien comenzó su camino religioso a los 18 años y a los 30 notó que sus convicciones para con la Iglesia no eran las mismas.

Los detenidos del Próvolo

"No nos preparan para afrontar estas situaciones"

Además, aseguró que «en la preparación religiosa no nos preparan para enfrentar estas situaciones. La solución que te dan es rezar, que los pecados serán perdonados, pero acá hay una situación patológica y está demostrado que los pederastas terminan siendo reincidentes».

«No se puede poner a cargo de niños a una persona perversa que había cometido abusos y que se sabía».

Para Vitali, «permitir casarse a los curas no resuelve el tema de la pederastia, porque es un problema social y humano. Pero tampoco se levantaría el celibato, porque responde a una estructura de poder económico».

Y explicó: «El celibato se instala en el año 1111, cuando la Iglesia se descapitalizaba, entonces cuando el cura moría, las propiedades heredadas no iban a su esposa o hijos, iban a la Iglesia. Desde esa fecha a mediados del 1500, siete papas tuvieron hijos. Estaba la prohibición, pero nadie la cumplía, como tampoco se cumple ahora en su gran mayoría».