La reina de la crisis y el futuro de la corona de la Vendimia

Jésica Tolín reina de la Vendimia 2001, expone su pensamiento dentro del debate sobre la figura de la reina de la Vendimia. Qué pasó desde el fallo judicial que derogó la ordenanza de Guaymallén y restituyó la elección de la representante en el departamento.

La reina de la crisis y el futuro de la corona de la Vendimia

Por:Jorge Fernández Rojas
Periodista/Analista

La psicóloga Jésica Tolín actualmente tiene 40 años, es conocida en Mendoza como la reina de la Vendimia de 2001 cuando hace 22 años gobernaba el radical Roberto Iglesias. Para ese tiempo ella era una adolescente de 18 años que representó al departamento de Maipú que era gobernado por el actual diputado nacional peronista Adolfo Bermejo.

Aquel periodo tan convulsionado que le tocó atravesar siendo reina vendimial evidentemente la marcó y la ha convertido en una de las más fuertes defensoras del reinado, hoy cuestionado desde que la comuna de Guaymallén decidiera no elegir más reina en ese terruño tan identificado con las tradiciones mendocinas.

Aquel impactante atentado que volteó a las Torres Gemelas en el ombligo del mundo y dos meses después la caída socioeconómica de nuestro país dejó una huella, un camino paralelo a lo cotidiano en la vida de Jésica. Desde ese tiempo ella misma se reconoce como "la reina de la crisis", la que no pudo viajar a Canadá en misión oficial por el 11S y porque luego sobrevino el 21D, uno de los peores días en la Argentina post dictadura con 39 muertos en las calles por la debacle donde llegamos a tener cinco presidentes en once días.

A los 18 años Tolín fue electa Reina Nacional de la Vendimia.

Todo eso vivió aquella rubia joven que portaba los atributos vendimiales y que por eso sintió la responsabilidad de aliviar a las personas que se le acercaban y que ella, recuerda, también las busco haciendo el rol de facilitadora y mediadora en muchos casos.

Este capítulo de su historia personal la convirtieron en una de las mayores argumentadoras a favor de la existencia de la reina, eso se notó el miércoles 30 de noviembre de 2022 en la audiencia pública convocada por la Corte de Mendoza donde Jésica participó para aportar y ayudar a resolver el planteo de inconstitucionalidad contra la ordenanza que dispuso la eliminación de la elección de la reina por considerar este acto como violento y cosificante contra las mujeres.

La defensa del reinado por parte de Tolín estuvo basada en el simbolismo que tiene la figura para quienes habitan este lugar llamado Mendoza, que sienten y creen que la reina es parte de la Vendimia. Casi como una analogía cuando ellas, las reinas agrupadas en su gremio, la CORENAVE (Comisión de Reinas Nacionales de la Vendimia), proclamaron en diciembre de 2019 que "sin agua no hay Vendimia" por la discusión pública de la existencia de la ley 7722 (que restringe la minería a cielo abierto). Anoche, sábado 4. el público reunido en el Teatro Griego Frank Romero Day defendió la figura "real" diciendo tácitamente que sin reina no hay Vendimia. Eso "gritó" el monstruo del Teatro Griego cuando se mencionó a Marcelino Iglesias el intendente impulsor de la idea "antireina".

Marcelino Iglesias participó de los actos vendimiales 2023.

Al jefe comunal lo nombraron como parte de la mesa escrutadora, algo que fue interpretado como un acto malicioso para exponerlo ante las 22 mil personas ubicadas en las gradas. Iglesias fue injustamente silbado, demonizado, por abrir un debate necesario para definir un aspecto de nuestras identidades históricas. Por ejemplo, sino hubiera sido por este disparo disrruptivo lanzado desde Guaymallén, Jésica, nuestra entrevistada, no hubiera tenido la necesidad de expresar su compromiso de "co-construir" la figura de la reina teniendo en cuenta la perspectiva de género ante Teresa Day, la única jueza de Corte y los otros seis jueces del Alto Tribunal local. Aunque la misma reina debatiente ahora señale que desde su sector se hacen acciones en ese sentido, sino se muestra y se expresa difícilmente nos enteremos, porque "lo que no se dice no existe", un axioma en que coincidimos con Tolín y lo expresamos al unísono.

Quién es la representante de Guaymallén

Finalmente, el miércoles 25 de enero, el fallo judicial anuló la ordenanza 9196 de Guaymallén por contradecir el plexo normativo de la Vendimia y entender que la figura criticada es parte de la misma fiesta que forma parte del patrimonio cultural de Mendoza. Así se obligó a Guaymallén a elegir y presentar representante, algo que finalmente ocurrió con el sistema de elección "a ciegas" y cuya votación se hizo virtualmente y de acuerdo a una frase de las aspirantes para darle valor al contenido del pensamiento de las mujeres antes que el aspecto físico. De esa forma innovadora que fue resaltada por un juez de Corte en estos días, Guaymallén postuló como primera y segunda representantes -no reina y virreina- a Natalia Mercery y Martina Gil, respectivamente.

Natalia, artista integral y cantante en esencia, ganó espacio público por este contexto previo y porque no llevó atributos además de salirse del molde por sus condiciones personales y familiares (tiene 35 años y es madre de tres niños y el más pequeño es lactante por lo cual convivió con ella esta semana vendimial). Mercery le sumó su buena predisposición de actuar amorosamente en este periodo que transitó hasta la elección que coronó anoche a la postulante de La Paz, Ana Laura Verde .

Qué es la Salud Reproductiva en Mendoza

Quizá sea mucho pedir, pero sería bueno conocer algo de la biografía de Iglesias como militante político de sus propias iniciativas, preocupado por transformar para el bien social. Solo por mencionarlo, él, siendo legislador a mediados de los ‘90 impulsó la Ley de Salud Reproductiva en Mendoza que se aprobó en 1996, en muchos de esos momentos, casi en soledad y con el solo apoyo de las mujeres empleadas de la Legislatura. Ellas fueron las primeras en entender que esa norma estaba generada desde una ignorada perspectiva de género apuntando a cuidar la salud de las mujeres y auspiciando la autodeterminación sobre sus cuerpos.

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Es un dato lateral de este informe/análisis, pero resulta necesario para entender y conocer a uno de los actores importantes de esta historia de política en clave vendimial porque la Vendimia es parte de la vida política mendocina, partidaria y no partidaria.

Qué le critican a Marcelino

De vuelta a la conversación que el POST mantuvo con Jésica quien participa activamente de los actos de la máxima celebración, dentro de esta interacción, de estas reflexiones compartidas y confrontadas, se hace ver el malestar que las reinas "mandato cumplido" tienen con el intendente de Guaymallén. Sobre todo porque para ellas, o por lo menos para Tolín, incumplió el fallo. 

Critican de la manera en que Iglesias salió del brete de tener que nominar a una mujer representante del departamento sin caer en la elección tradicional que él detesta, utilizando otro modo de elección. Desde la CORENAVE ven esto como una trampa y precisamente una "invisibilización" de la mujer, en definitiva una "machiruleada" más en nombre de la perspectiva de género.

Estas son las observaciones y el pensamiento de Tolín que se evidencia en constante estado de alerta y análisis. Veamos.

Quién y qué es la reina 

• Las habilidades. "Al otro día de la elección, cuando los diarios te hacen entrevista en el hotel, ya decía que para mí la elección de la Reina Nacional de la Vendimia no era un concurso de belleza; justamente porque tuve la oportunidad en es momento de hablar en diferentes idiomas con los embajadores, con los cónsules, creo que las habilidades sociales jugaron mucho a favor, en ese momento habían chicas preciosas y en mi opinión más lindas, desde lo estético, que yo y creo que mi plus fue el tema del manejo de los idiomas". 

Tolín en la audiencia de la Corte donde expuso su idea de la co-construcción de la figura de la reina.

• Reina en la crisis. "Siempre mi vida de caracterizó desde adolescente, en el trabajo social, estar en comedores, en diferentes áreas quizá más vulnerables de la sociedad; entonces cuando salí reina para mí fue algo hermoso, para mi tenía que ver con parte de la cultura de Mendoza, era un orgullo para mí representar a Mendoza. Fue en el 2001, año de la crisis económica.  De hecho, en el Carrusel del 2002, un diseñador me hizo una bandera de Argentina, acordate de todo lo que vivimos entre 2001 y 2002 yo iba saludando en el carro y la gente aplaudía y lloraba emocionada. Eso es lo que implica la reina de la Vendimia para la gente, digo que si fuera por la cara bonita, un adorno de torta, esto no sucedería". 

• Capacitación, debacle y el amor. "Cuando fui electa, ese año yo iba a entrar a estudiar Psicología, no ingresé para poder representar bien a Mendoza y terminar bien mi rol, hice cursos de vitivinicultura en inglés, seguí estudiando alemán, hice un montón de cursos para representar bien a Mendoza, entonces tuve la mala suerte que justo fue el 2001, se caen las Torres Gemelas, me iba a ir a Canadá el 13 de septiembre, el 11 tiran las Torres, entonces no pude viajar demasiado, pero lo que pude hacer fue teñido de un rol social importantísimo. Ir a los hospitales, a los barrios del Oeste, a la casa cuna, acciones muy enriquecedoras, que solamente habiendo estado en el rol de reina uno puede saber de que se trata y el cariño de la gente, jamás te ven como un objeto sexual, te ven como la reina de su infancia".

• Trabajar de reina. "Más allá de la crisis económica que era real y palpable, yo sentía el deber de que si me habían dado la posibilidad y el regalo de portar esas investiduras, con el orgullo que eso me generaba, tenía que desempeñar un rol importante para la sociedad, no era decir: 'ay que bueno me puse la corona y soy la más linda de Mendoza'. No, en lo absoluto. Dios me regaló esta oportunidad y lo tengo que disfrutar al máximo, le tengo que sacar jugo, me dije. Para un día del niño nos fuimos al centro a recolectar juguetes, donaciones y después nos fuimos al Hospital Notti, y a todos los barrios porque realmente yo sentía mi deber en lo social. Por eso, para mí cuando se ataca el rol de la reina, me toca las fibras intimas, porque es muy difícil transmitir la vivencia de lo que se siente". 

• Desafío personal y profesional. "En  Psicología, me especialicé en Género y Diversidad. Entré a trabajar en la cárcel hace 13 años y ahora con otras colegas creamos el primer dispositivo en la provincia de abordaje al varón penitenciario de fuerzas de seguridad en situación de violencia de género. Fui formándome en esto y cuando se presenta la problemática y la puesta en duda, de si había o no violencia de género en la investidura de la reina, entonces realmente para mí fue una invitación a pensar mi vivencia y todos mis conocimientos. Fue como un desafío, porque si es cierto que a simple vista uno puede juzgar que se elige a la más linda, entonces es como que (me obliga a rever los) argumentos que tengo yo para esto, algo que yo he vivenciado de una manera tan mágica, maravillosa; y ahí fue cuando me puse a repensar el rol de la reina de la Vendimia".

Por qué igual se cosifica a la mujer 

• Se cosifica cuando. "He podido repensar desde ese momento (en que se aplicó la ordenanza de eliminación de la elección de la reina) hasta ahora, en relación a cómo resignificar el rol de la reina de la Vendimia, porque yo creo que esto es una co-construcción de todos los actores sociales. O sea, no hay construcción posible si lo que uno busca es eliminar, es erradicar, es algo dictatorial, más aún cuando hay una Corte Suprema que te está dando una orden que deja sin efecto una ordenanza y vos incumplís, entonces me parece gravísimo lo que ha pasado. Para mi se incumplió el fallo porque no hace elección de la Reina de Guaymallén, no la hace. Hace una elección con una frase. No hay forma más evidente de cosificar a una persona y una mujer que reduciéndola a una frase, no permitiendo que exprese sus habilidades sociales, que se muestre en su integridad, es como si yo buscara una pareja y la elija por una frase, es una locura, yo tengo que ver al otro. No hay nada más reduccionista que elegir a alguien por una frase, si lo que se quiere es erradicar la violencia, están haciendo todo lo contrario, están invisibilizando, demonizando el cuerpo de la mujer, cuando nuestro cuerpo es sagrado". 

Selfie reciente de Tolín y su pequeña hija durante el Carrusel vendimial.

• Se parafrasea, se violenta nuestro ADN. "Con esta forma de elección estas parafraseando a la mujer, básicamente. Creo que tiene que ver más con una cuestión, una postura rígida y caprichosa y no con una cuestión de consenso popular, que me parecería fantástico decir, bueno no hay más elección de la reina nacional de la Vendimia porque la gente no quiere reina y lo apoyo porque estamos en democracia y así tiene que ser; pero no de una mera dictatorial, de una manera radical. Me parece que ya sea que siga la reina nacional o que no siga, creo que es algo que tiene que ser construido en conjunto y siempre para un bien mayor, dejar los egos de lado y construir juntos algo para el bien común, pensando también en nuestros hijos del mañana. Todo lo que sea desde el ego es destructivo. Esta cuestión tan violenta, en el sentido de lo autoritario, es como tocar nuestro ADN, se puede modificar el ADN, por supuesto, pero transformándolo no eliminándolo".

Qué es la Vendimia

• El voto y la representación. "La Vendimia es una extensión un poco de lo familiar y es un poco que marca en nosotros quienes somos desde lo identitario y atacar a esto en un momento que venimos vulnerables también desde la pandemia, a algo que tiene que ver con nuestra identidad y nuestro patrimonio cultural, por lo menos me parece polémico. Creo que los debates son sumamente ricos, que el cuestionamiento permanente habla de crecimiento, pero no un acto caprichoso y autoritario porque, sobre todo, además me parece que nadie tiene que olvidar acá su rol, como se está cuestionando el rol de la reina de la Vendimia, también cuestionó yo el rol del intendente. Para mi el intendente es un político que representa a la población que lo votó y esto no me parece representativo".

Foto familiar de la Reina 2001 junto a su esposo, en la Bendición de los Frutos del domingo 26 de febrero.

• El voto no positivo por los atributos. "Soy sincera, yo hubiera votado a Natalia porque me sentí identificada con ella, pero no lo hice porque no acepta los atributos. Si vos te presentas como reina, aun existiendo el reinado, porque todavía sigue existiendo, tenés que portar los atributos porque si no, no te presentes para reina (de Guaymallén), eso es lo que yo pienso. Por ahora son las condiciones, es algo que hay que acatar. De alguna manera, se sigue con el discurso del intendente, que es lo que de alguna manera hace ruido".

• El machismo y la reina. "En realidad, hay un cambio de paradigma con todo lo que tiene que ver con la perspectiva de género, hay un cambio completo. Si vos ves notas de femicidios de hace 10 años, te espantas de las cosas que se publicaban, 'la mataron pero también la chica volvía con minifalda, venía sola', o 'era común que saliera sola con amigos varones'; si vos les esas notas te agarras la cabeza, pero tiene que ver con que todo hemos estado en ese clima. Creo que la deconstrucción del machismo es como una línea de puntos de geometría, estamos cada uno en un punto del continuum y hay unos que estamos más deconstruidos y otros que lo están menos, no podemos juzgar porque todos hemos estado en un extremo".

• La pandemia que nos parió. "La observación sobre la muerte en la pandemia, nos ocurrió y valoramos el hecho de almorzar los domingos con la familia, de ver a nuestras mamás, a nuestros papás y hermanos, esa cosa que era naturalizada, paso a ser algo valorado y especial. Las tradiciones tienen que ver mucho con la historia y es como una extensión de la familia. Algo de eso hay también en común con la Vendimia y el sentimiento que genera".