Acuerdo, descuentos o guerra: intimidad del conflicto docentes-gobierno

Hoy es la paritaria entre el SUTE y el gobierno. El planteo duro vendrá por el lado del ítem aula y los días no trabajados. Qué hará el gobierno si no hay acuerdo. La intervención de Cornejo, y los temores por la sustentabilidad de los aumentos salariales.

Acuerdo, descuentos o guerra: intimidad del conflicto docentes-gobierno

Por:Ricardo Montacuto
Director Periodístico

A las 09:00 de la mañana de hoy jueves se reunirán en negociaciones paritarias los miembros del sindicato de maestros SUTE y los funcionarios paritarios del gobierno. No estarán los ministros de gobierno Víctor Ibañez ni de Hacienda Víctor Fayad. Tampoco el Director General de Escuelas José Thomas. No les corresponde participar, para eso están los paritarios. Pero los ministros y el titular de la DGE han tenido roles centrales en este conflicto, lo mismo que los dirigentes del SUTE Carina Sedano (secretaria general), y el secretario gremial Gustavo Correa, verdadero jefe político del gremio.

La de hoy no será una paritaria más. La última fracasó, y desde el 26 de julio hubo cinco días de paro docente. Hay otra huelga de cuatro días decidida por el gremio el último sábado. Está en suspenso y pendiente de las negociaciones que empiezan hoy. No es lo único: el gobierno está a horas de aplicar el descuento del ítem aula, presentismo, y otros rubros salariales relacionados al hecho simple de ir a las escuelas a dictar clases. Cerca del 40 % de los maestros sufrirá descuentos por adherir a alguno de los cinco días de huelga. Algunos perderán de su sueldo de agosto cerca de 24.000 pesos por haber parado. El gobierno se muestra inflexible en los descuentos. Pero el SUTE buscará romper esa coraza. 

Paritaria del SUTE, semanas atrás.

A la negociación de hoy se llega en medio de un cruce político fuerte. El senador nacional y ex gobernador radical Alfredo Cornejo intervino en una dura pelea con el SUTE. Teme que el gremio termine cogobernando la educación. Dijo a los medios que eso no ocurrió solamente en su gobierno. 

El último dato de la previa tiene que ver con la decisión del gobierno para con aquellos gremios que no acuerden: no habrá esta vez aumento por decreto, como el mes pasado y principios de este con ATE y el SUTE. Las paritarias irán en "dominó". La primera reunión será con el SUTE a las 09:00. Luego sigue con Empleados Judiciales y por último con el Instituto de Juegos y Casinos. Mañana viernes siguen ATE para los regímenes 15 de Salud, el 5 de Administración Central y el 35 de la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial, luego seguirá Guardaparques y EPAS. El lunes es el turno de Ampros, organismos de control y el Fondo para la Transformación y el Crecimiento. El martes 23 se reunirá el gobierno con los representantes gremiales de la Dirección Provincial de Vialidad, funcionarios judiciales, Ecoparque y Subsecretaría de Trabajo y Empleo. Sólo los que acuerden recibirán el nuevo aumento con el que el gobierno ofrecerá "empatar" la inflación a julio. Los sectores que no firmen, no tendrán ningún aumento. El índice de precios se conoció la semana pasada, y para Mendoza fue del 7 %. Y esta tarde el INDEC dará a conocer el costo de la canasta básica. En paralelo, la DEIE hará lo propio con el valor de esa canasta para Mendoza. Podría estar por encima de los cien mil pesos.

La pulseada con SUTE

Puede que hoy sea la más sensible de las paritarias, con el SUTE, y debe analizarse en tres planos: la oferta de aumento, los descuentos, y los enfrentamientos políticos. A fin de cuentas el gobierno es de Cambia Mendoza, y el ADN de la conducción del gremio es kirchnerista-peronista. Aquel asunto de origen tuvo mucho que ver en la dinámica del conflicto desde que fracasó la paritaria, hasta la intervención de Alfredo Cornejo en las últimas horas, cuando dijo justamente que el SUTE era kirchnerista y luego le contestó duro a Gustavo Correa. El sindicalista había dicho que el senador faltaba al 65 % de las sesiones. El legislador demostró que el dato no era cierto. Dato corroborado por el periodista Maxi Quinteros en diario El Sol. Fue un patinazo del dirigente gremial, en medio de una disputa que agregó tensión.

En la última manifestación estrenaron "muñecote" de José Thomas.

Ya hemos dicho que el gobierno ofrecería unos 3.9 puntos por sobre el aumento por decreto de aproximadamente el 44 % que dio -en promedio- por decreto a los docentes. Ese sería el piso de la negociación, más una cláusula de garantía cuyo contenido se desconoce y que hoy es de 70.000 pesos. Luego, ofrecería una revisión mensual que sería como una "cláusula gatillo" pero no automática, sino con revisión y discusión con el gremio con cada nuevo índice de inflación. El gobierno no ofrecerá hoy aliviar el peso de los descuentos. Insistirán en descontar hasta la última hora no trabajada. Cuando a Rodolfo Suarez le dicen que el descuento es demasiado, que afectará a muchos docentes, o que licuará el aumento, el gobernador recuerda que a José Octavio "Pilo" Bordón le pararon 45 días, descontó hasta el último peso, y nunca más tuvo un paro docente. "Después no le pararon ni al Rolo Gabrielli" dicen en el gobierno. Claro que ahora la presión social en favor de los maestros parece intensa -casi nadie deja de reconocer que el reclamo de un salario digno es justo- y los paros han sido fuertes, aunque en lo estrictamente oficial, los que pararon en promedio durante alguno de los cinco días de huelga, fueron un poco menos de la mitad de los maestros. Son los que dieron la inasistencia en el sistema GEM de Gestión Educativa. Muchos otros se fueron por falta de alumnos, otros adhirieron sin dar clases pero estuvieron en el aula, y algunos más habrían sido "encubiertos" por directoras enojadas con el gobierno. Pararon, pero tuvieron presente. Como sea, la verdad es que los paros fueron fuertes y las marchas, que fueron dos, resultaron una... más multitudinaria que la otra.

Está claro que la discusión fuerte estaría alrededor de los descuentos de los días no trabajados. El gobierno no quiere ceder, pero habría opciones recorriendo los pasillos y comunicaciones de WhatsApp. Como la de descontar el ítem aula, pero no el presentismo, o los días no trabajados, o alguna fórmula parecida. "Si aplican los descuentos a rajatabla, entonces en agosto no hay aumento" dicen en el SUTE. Luego, hay informaciones cruzadas. El gremio niega contactos subterráneos que en el gobierno juran son ciertos. Los funcionarios aseguran que las segundas y terceras líneas del sindicato quieren terminar el conflicto.

La aplicación de los descuentos por ítem aula, presentismo, días trabajados, y otros ítems que dependen de la presencialidad, será hoy un debate central. En el gobierno hay halcones y palomas respecto de este punto. Las palomas quieren acordar, siempre que ellos no ponga en riesgo las cuentas de la provincia. El límite es poder pagar los salarios. Pero son los halcones los que advierten sobre la sustentabilidad y "pagabilidad" del sistema. Alfredo Cornejo es uno de ellos. El senador es pesimista respecto del futuro de la economía nacional. Piensa que la inflación puede repetirse en índices altos de aquí en más, y que si se dan aumentos fuera de medida, luego los salarios se podrían volver impagables como le pasó a Francisco "Paco" Pérez en el último gobierno peronista. Las cuentas de Mendoza empezaron a sufrir en 2014 y desbarrancaron en 2015. Por eso, "...nadie sabe qué va a pasar..." les dice Cornejo a sus interlocutores. También cree que si hay una hiperinflación, una crisis, y Mendoza no puede pagar los sueldos, no habría ninguna ayuda del gobierno nacional. Y que esos esfuerzos -si existen- estarán destinados a la provincia de Buenos Aires. Será el probable refugio K si hay cambio de signo político en las elecciones presidenciales del año que viene.

Cornejo, Ibañez y Abed, en la asunción de autoridades de la UNCuyo.

El mapa de preocupaciones del cornejismo tiene tres o cuatro claves: la recaudación de impuestos provinciales de Mendoza sería menor a 2019 en términos reales, es decir sin contar la inflación, mientras que los gastos que tiene la provincia en insumos médicos, sociales, salariales, o el subsidio al transporte público de pasajeros, siguen subiendo. Algunos, por las nubes. Por todo esto es que Cornejo intervino fuerte, recordando la afinidad kirchnerista de la dirigencia del SUTE, y culpando de la crisis a la alta inflación, de la que responsabilizó al gobierno nacional. El ex gobernador no habló con Suarez de su eventual participación en el conflicto docente, ni el gobernador le pidió que lo haga aunque lo capitalizó a favor. Obvio, a Cornejo lo sumaron a la causa de inmediato. No hay en el gabinete voces de peso político equivalentes a la del ex gobernador, como para enredarse en una pelea fuerte con el kirchnerismo.

Finalmente, las distancias en las negociaciones hoy pueden ser abismales, o de centímetros. Dependerá de la flexibilidad y la capacidad de negociar de gremio y gobierno. En el aire se huele que tanto el oficialismo como el SUTE prefieren acordar luego de semanas muy duras en las que el gobierno fue rotando interlocutores hasta poner al titular de la DGE José Thomas como frontman. Suarez no quiere un solo día más sin clases, y para el gremio no será negocio perderse los dineros de aportes que implican los acuerdos paritarios, lujo asiático que la conducción anterior de Sebastián Henriquez, de la izquierda, se dio más de una vez.

La conducción sindical tiene mandato para aceptar o rechazar la propuesta que van a recibir, en la misma reunión de esta mañana. Pero se especula con que "bajarían" la oferta para ser discutida en plenarios. Ello permitiría -a todos- ganar tiempo, sin necesidad de agudizar el conflicto, o ejecutar el paro de 96 horas que quedó en suspenso.

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