El Salvador: la Nación que adoptó a Bitcoin como su moneda propia

El país centroamericano, dolarizado desde el 2000, es el único en el mundo que avanzó en esta medida. Quiere construir Bitcoin City.

El Salvador: la Nación que adoptó a Bitcoin como su moneda propia

Hace 8 meses los bitcoiners del mundo entero se vieron a sí mismos, lanzados de forma ansiosa y desesperada arriba de los mapas, para dar con la ubicación de un país del que nunca habían escuchado hablar.

Ese día, El Salvador, en la voz de su joven presidente Nayib Bukele, anunciaba que declaraba a Bitcoin moneda de curso legal de este país centroamericano. La comunidad Bitcoin del planeta aplaudió de pie y hasta las lágrimas por la novedad, que entonces era apenas un sueño futurista.

En menos de un año, la legalización de Bitcoin en El Salvador ha tenido buenas y malas y los ojos del mundo vigilan de cerca este proceso, a tal punto que el Fondo Monetario Internacional ya le mandó a decir al gobierno salvadoreño, que no le gusta ni aprueba la adopción de Btc como una moneda más.

El joven presidente de El Salvador, Nayib Bukele.

Lo primero que hizo el gobierno de El Salvador fue comprar Bitcoin, adquiriendo 1.391 Btc, según la suma total de los montos informados en varios tweets, por el propio presidente Bukele. Esa cantidad, según la cotización de las últimas horas, representaría unos U$S 58 millones de la moneda estadounidense, pero cuando El Salvador los compró, habría gastado más de U$S 70 millones porque la cripto cotizaba en esos momentos por encima de los U$S 50.000.

Ver: Bitcoin: estable en medio de la guerra, una bestia negra amenaza su precio

A priori, la cifra no es suficiente para cubrir la demanda natural de una moneda tradicional de curso legal, pero si alcanza para el experimento, ya que, como contamos en otra entrega, cada bitcoin se puede dividir para su comercialización en cien millones de partes.

El gobierno también creó y puso en funcionamiento la Chivo Wallet, una billetera digital con acceso gratuito para toda la ciudadanía, (las que abundan en el mercado cobran una comisión) a través de la cual, los salvadoreños pueden comprar, guardar o vender sus Btc de forma simple y cambiarlos por dólares, si así lo desean.

El tercer gran anuncio del presidente Bukele fue la creación de Bitcoin City, la ciudad digital de Bitcoin, que se levantará en las cercanías del volcán Conchagua. Una ciudad, en la que sus residentes podrán pagar con Btc cualquier compra o servicios, libres de todo impuesto, salvo del IVA.

 Sus residentes podrán pagar con Btc cualquier compra o servicios.

La principal industria, la matriz productiva de Bitcoin City (y acá viene la parte crucial del proyecto) será la minería de Bitcoin y su principal fuente de energía será el mismísimo volcán.

La tarea de un minero de Btc es buscar y emitir los nuevos Bitcoin, cuya cantidad está regulada por el propio programa informático que ejecuta la cripto. El minado se hace con poderosas computadoras que trabajan las 24 horas, los 365 días del año y que consumen muchísima energía eléctrica. Hoy en día, la minería de Btc consume una cantidad de energía similar a la de toda Holanda.

Ver: Bitcoin y las cripto sobreviven a los primeros días de la invasión a Ucrania

Es por esta razón, que el aprovechamiento del volcán es clave en el proyecto. El gobierno de El Salvador quiere utilizar la poderosa energía geotérmica que puede proveer el volcán Conchahua y que permitiría convertir a Bitcoin City en el epicentro de la minería cripto mundial.

Para llevar a cabo el proyecto, lanzaron su cuarto gran anuncio: la emisión del bono Volcán, respaldado ni más ni menos que con Bitcoin. Se trata de la oferta de un bono de deuda en el mercado financiero internacional, con el que quieren recolectar U$S 1.000 millones de dólares para hacer Bitcoin City.

El establishment financiero internacional se inquietó con el anuncio, porque si fuese exitoso o superara las expectativas, por primera vez un país soberano conseguiría financiarse por fuentes alternativas a las tradicionales, que controlan las principales potencias mundiales.

Sin embargo, la gran repercusión por el bono Volcán se desinfló con la invasión de Rusia a Ucrania. La guerra mandó a la heladera la iniciativa tal cual lo reconocieron miembros del gobierno de Bukele. También está demorada la sanción de medio centenar de leyes que la actual administración dice haber enviado al Congreso salvadoreño, las que serán el marco legal para el funcionamiento de Bitcoin en el país.

Además, la oposición política, según algunos medios del país, le cuestiona al presidente Bukele no haber informado de modo oficial y por vía institucionales las distintas compras de Bitcoin, no conocerse registro de los movimientos de la cripto adquirida, ni saber donde están alojados. Las únicas referencias serían los posteos en Twitter del presidente Bukele, anunciando las compras de Btc.

No hay que subestimar el experimento de Bitcoin en El Salvador, país que ya perdió su moneda nacional, el Colón, con la llegada del siglo XXI. Si bien es de curso legal, nadie la usa porque El Salvador se dolarizó en el año 2000. Por lo tanto, la gente se maneja con dólares. Como el país ya pasó por el momento crítico de abandonar su propia moneda, la incorporación de Bitcoin no ha sido un problema.

Para el universo cripto y sus creadores, las criptomonedas podrían ser una gran solución para los países pobres o en vías de desarrollo porque les permitiría despegarse del dólar y sus condicionamientos, accediendo a un sistema confiable, moderno, controlado por la propia ciudadanía y no por el poder central de un gobierno.