93 días de protestas y 100 muertos: la defensa de Ucrania al capitalismo

Conocidas como el "Euromaidán", las manifestaciones a favor de la europeización de Ucrania terminaron con la destitución del presidente Yanukóvich.

93 días de protestas y 100 muertos: la defensa de Ucrania al capitalismo

Por:Ana Montes de Oca
Periodista

El pueblo ucraniano, en su mayoría, salvo en las provincias separatistas del Donbas y en la región de Crimea, no quiere volver al socialismo ruso.

La muestra de esto se remonta a los meses entre noviembre de 2013 y febrero de 2014, miles de ucranianos, sobre todo de la capital Kiev y de las regiones occidentales, mantuvieron copadas las calles del centro de Kiev. Las protestas comenzaron el 21 de noviembre, cuando el presidente Viktor Yanukóvich que venía prometiendo un tratado de libre comercio con la Unión Europea, no firmó el acuerdo y provocó la reacción de cientos de estudiantes que fueron a protestar pacíficamente en la Plaza Independencia de Kiev.

Durante los primeros días de lo que se llamó el "Euromaidán" (Europlaza) o "La Revolución de la Dignidad", las protestas fueron pacíficas. Se sumaron artistas ucranianos, cantantes, figuras públicas, que apoyaban la idea de un estilo de vida europeo en Ucrania.

Manifestantes detrás de barricadas hechas con vehículos

Aunque las protestas fueron iniciadas por estudiantes, con el correr de los días se sumaron otros sectores de la población y comenzaron a llegar ucranianos de otras regiones. La multitud crecía y pedía la renuncia de Yanukóvich al grito de "hagan lo que queremos".

Primeras fotos de la invasión rusa a Ucrania

A mediados de diciembre, varios líderes de países europeos dieron su apoyo a las manifestaciones europeístas. Para enero, la Rada (parlamento ucraniano) votó una serie de leyes para impedir las manifestaciones, como la prohibición de reunirse, la prohibición de caminar en grupos de más de cinco personas y otras que los manifestantes tomaron como un atentado a la libertad y que reforzó aún más las manifestaciones.

El 22 de enero, la policía y fuerzas especiales ucranianas reprimieron a los manifestantes pegándoles con varas de hierro y dejando cinco muertos y varias decenas de heridos. Al tratarse de protestas pacíficas, los hombres subieron a las mujeres al escenario y las rodearon para impedir que fueran golpeadas.

Esta primera represión los tomó por sorpresa, los ucranianos no entendían por qué los habían atacado con tanta violencia cuando las protestas eran pacíficas y había mujeres y niños participando. A partir de allí, la violencia escaló, tanto por parte de la policía como de los manifestantes que, lejos de rendirse, sintieron que si era necesario morirían, pero no iban a permitir perder la libertad.

Manifestación tras la caída de Yanukóvich

El 19 de febrero la policía intentó desalojar la plaza y los enfrentamientos dejaron 26 muertos. En la noche del 19 al 20 de febrero los líderes de los manifestantes acordaron con los miembros de la Rada una tregua por seis horas, pidiendo la renuncia del presidente y la convocatoria a elecciones de manera urgente. Sin embargo, la respuesta fue que los comicios se harían en diciembre.

Los manifestantes no aceptaron tener a Yanukóvich como presidente un año más y entonces marcharon hacia la Rada. La policía comenzó entonces una represión con armas de fuego que dejó cerca de 100 muertos.

El 22 de febrero, Yanukóvich huyó hacia rusa y la oposición tomó el poder, convocando a elecciones para el mes de mayo.

Muchos aseguran que se trató de un golpe de Estado contra Yanukóvich y otros aseguran que el pueblo defendió su estilo de vida para no regresar al comunismo ruso. Lo cierto es que los ucranianos habían arriesgado su vida y se mantuvieron en las calles durante más de 90 días, en pleno invierno y eso les dio una fortaleza y un nacionalismo que ahora, con la invasión rusa a Ucrania, puede ser aún más imponente.

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