Trudeau pierde contra los camioneros en Canadá

Desde hace más de dos semanas, la capital de Canadá esta sitiada por camioneros y ciudadanos que protestan pacíficamente contra las restricciones sanitarias y la vacuna obligatoria para el transporte.

La protesta comenzó luego de que el 15 de enero se anunciara la vacunación obligatoria para los transportistas, y una gran cantidad de camiones marcharon por las principales calles de Ottawa rumbo a la sede del gobierno. Allí solicitaron al primer ministro Justin Trudeau que levantara el pase sanitario y que se cree una comisión independiente para investigar los efectos y la eficacia de las vacunas contra el Covid 19.

La respuesta del gobierno fue un contundente rechazo. Además, redobló la apuesta y les dijeron a los camioneros que, si no se retiraban, los multarían y les quitarían la licencia.

En medio del conflicto, el primer ministro y su familia se trasladaron "a una locación segura" y durante varios días Trudeau no apareció en ningún acto oficial ni no oficial. Esto duró casi una semana hasta ayer, que envió un mensaje muy duro a los canadienses amenazando a quienes protesten contra las restricciones con multas y hasta con iniciarles expedientes policiales que "podrían hacerles perder el trabajo".

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Desde el primer día, el "convoy de la libertad" fue ganando adeptos: los ciudadanos de Ottawa acercaron comida y abrigo a los camioneros (ayer en la tarde hacían 21 grados bajo cero), además de agua y también combustible. 

Las autoridades canadienses prohibieron a las estaciones de servicio vender combustible a los camiones y también impusieron una multa para quienes llevaran gasoil a los participantes del convoy. La respuesta fue de cientos de canadienses llevando bidones a los camioneros.

Ayer, Gerard de Los Santos, un camionero uruguayo residente en Canadá, contó al Post que el apoyo es cada vez más fuerte: "la industria automotriz anunció que pararía sus actividades por la protesta contra las restricciones sanitarias, se sumaron los camiones de la minería, vinieron otros desde Estados Unidos y hay puentes fronterizos que son privados y que han permitido que los camioneros permanezcan ahí hasta obtener una respuesta", describió.

De los Santos, al igual que otros manifestantes, envió una carta a la representante de la Reina pidiendo que remueva de su cargo a Justin Trudeau.

Mientras tanto, los militares y la policía han anunciado que no van a romper las caravanas y solo multan a algunos camioneros y ciudadanos. Desde las empresas de grúas que se pidieron para remover camiones dijeron que todos tenían COVID y se negaron a trabajar.

Las caravanas canadienses fueron copiadas por camioneros en Australia, Nueva Zelanda, Francia y Países Bajos. En Canadá, las encuestas muestran que los convoyes tienen un alto grado de apoyo. 

Aunque el convoy canadiense se centró en Ottawa, varias ciudades fueron sede de protestas similares pero con el resultado de que las autoridades locales levantaron las duras restricciones y los pases sanitarios. Trudeau, en cambio, remarcó que las multas se incrementarán, que las consecuencias para los camioneros y ciudadanos que ayuden serán "más fuertes" y finalizó su discurso diciéndoles "Ya los escuchamos, ahora váyanse a casa." 

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