Mitos y verdades: lo que tenés que saber antes de comprar una sartén

La mayoría coincide en buscar sartenes antiadherentes, aunque lo ideal sería tener varios tipos en función del uso que se les quiera dar.

Mitos y verdades: lo que tenés que saber antes de comprar una sartén

Por: Mendoza Post

No es fácil elegir una sartén para tu cocina, sobre todo porque vivís escuchando conceptos que te pueden resultar confusos a la hora seleccionar sólo una. Sin embargo, la mayoría coincide en buscar sartenes antiadherentes.

Que no se peguen los alimentos suele ser una prioridad a la hora de escoger sartén, más que su influencia en el sabor y textura de los alimentos, aunque lo más adecuado sería tener en casa varios tipos en función del uso que se les quiera dar, tal como explica en un artículo el sitio La Vanguardia.

No existe un material mejor que otro, todo depende de las necesidades. Lo que sí deben tener en común todas las sartenes que tengamos en casa, sean del material que sean, es que sean de buena calidad, señala dicho artículo.

El mito del teflón

El politetrafluoroetileno (PTFE), más conocido como teflón, es un popular antiadherente que ha sido repetidamente asociado con el riesgo de padecer cáncer, algo que no se ha demostrado e incluso ha sido desestimado por diversos estudios científicos y organizaciones relevantes, como la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), que forma parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este organismo afirma que no existen evidencias científicas para clasificar el PTFE como carcinógeno, de manera que utilizarlo como antiadherente de sartenes no supone ningún riesgo para la salud.

Ver también: Tips: 8 problemas de limpieza que se solucionan con sal

Esta idea, no obstante, está interiorizada en buena parte de consumidores, que buscan alternativas al teflón a la hora de adquirir una sartén. Es aquí cuando empiezan los líos.

Muchas personas que adquieren sartenes de piedra o titanio pensando que están libres de teflón están equivocadas, ya que todas suelen llevar una base de aluminio, una cobertura de teflón y un acabado del material correspondiente, ya sea piedra, titanio o cualquier otro material para reforzar el teflón.

Sartenes de batalla

Las sartenes antiadherentes son ideales para el día a día, para cocinar alimentos que tienden a pegarse. Su mantenimiento es muy sencillo, pues no requieren ningún tipo de tratamiento, basta con lavarlas con un jabón suave, utilizar en todo momento utensilios de madera y silicona y no añadirles agua ni lavarlas cuando todavía están calientes. Drozd recomienda no meter las sartenes en el lavaplatos ya que, pese a que la mayoría de fabricantes no desaconsejan su uso, cuando compramos una sartén de alta gama es importante tratarla bien y procurar que se dañen lo mínimo posible sus componentes.

Esto pasa también por guardarlas siempre con un separador entre ellas: en la actualidad existen en el mercado algunos de fieltro o de silicona (que funcionan también como salvamanteles si queremos poner la sartén sobre la mesa). Puntas, por su parte, recomienda almacenarlas siempre bien secas y asegurarnos de que no quede comida, lo que significa "que debemos tomarnos nuestro tiempo a la hora de lavarlas con mucho cuidado y eliminar bien todos los restos".

Ver también: La forma más fácil para dejar sartenes como nuevos

Hay que tener en cuenta que gran parte de sartenes antiadherentes que encontramos en el mercado se pueden meter en el horno, de manera que si nos hacemos con una buena sartén no necesitaremos cazuelas específicas para horno. En la actualidad existen unas pocas marcas que ofrecen una garantía de por vida en sus sartenes, cuyo precio, si son de alta gama.

¿Te gusta cocinar?

Las sartenes de hierro no son tan antiadherentes y son, además, bastante pesadas, pero tienen una ventaja frente a la clásica sartén de teflón de batalla: conservan mucho mejor el sabor de los alimentos. Carnes, pescados o cualquier producto que requiera un cocinado preciso quedarán mejor en una sartén de hierro, que suele ser el siguiente paso para todos aquellos que compran una buena antiadherente. Existen dos tipos de sartenes de hierro en el mercado: las de hierro fundido y las de hierro moldeado, estas últimas más ligeras.

Un clásico: el acero inoxidable

Son las típicas sartenes que se usan en restauración, resistentes, duraderas, fáciles de limpiar y conservar. Como en el caso del hierro, el acero inoxidable permite subir al máximo la temperatura, de modo que son ideales para todos aquellos que saben cocinar, son capaces de modular las temperaturas en función del alimento y acaban conociendo los trucos para que no se peguen.

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Una vez se conocen los secretos, este material cosecha auténticos fans por su durabilidad y resistencia.

Cerámica

El auge y declive de las sartenes de cerámica, aquellas con fondo blanco que se pusieron de moda hace unos años para caer enseguida en desgracia, tiene que ver con la popularización de algunas de muy mala calidad que se vendían a precios reducidos en los supermercados.

En el mercado existen algunas sartenes de cerámica de alta calidad que dan muy buenos resultados, aunque también son más caras. 

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