Pandemia: el hotel que se reconvirtió para "disfrutar el amor"

Las luces de los emprendedores mendocinos. El Hotel Internacional cambió por "Coliving", una forma de vida de mucha libertad que puede reemplazar el alquiler de un departamento, y el alojamiento de parejas en "combo" con almuerzos y cenas en restaurantes. Cambiar, para no cerrar.

Pandemia: el hotel que se reconvirtió para "disfrutar el amor"

Por:Ricardo Montacuto
Director Periodístico

Cambiar, o desaparecer. Reconvertirse, o cerrar. Los hoteles del centro mendocino, privados del turismo nacional e internacional, se las han tenido que rebuscar en estos tiempos de pandemia. Muchos decidieron alquilar pisos o alas enteras de sus hoteles a clínicas y sanatorios, o al gobierno, para internación de pacientes con variantes leves de la enfermedad, o repatriados y aislados. La mayoría, sufriendo, mandando al personal a sus casas, achicando gastos, "pedaleando" los pagos todo lo posible, y sobreviviendo con los ATP, ahorros propios o créditos. La circunstancia es muy compleja. De hecho, en la semana que pasó reclamaron trabajar. Pero nadie sabe cuándo terminará el feroz ataque de coronavirus que está sufriendo la humanidad. Menos aún en este país, con una población díscola y verdaderamente harta del encierro. Hay malas noticias. Alberto Fernández va a prorrogar la cuarentena. Y mantendrá las prohibiciones al turismo y al traslado de personas entre provincias.

En medio de este panorama, hay lugar para la originalidad. El Hotel Internacional pertenece a la misma familia desde hace más de medio siglo. Es hotel desde siempre. Y decidieron cambiar para sobrevivir. "Apostamos al amor y al encuentro entre las personas" dice Verónica Sottano, una gringa expansiva y alegre, nieta del fundador y propietaria y CEO del emprendimiento familiar, un hotel tradicional ubicado sobre la calle Sarmiento al 720 de la Ciudad de Mendoza. "Disfrutá del amor sin horarios..." dice en una de las frases impresas en la página del Hotel Internacional.

Verónica Sottano apostó a transformar el hotel con dos versiones. Una es el coliving, un estilo de vida que se ve mucho en Europa. Es decir, compartir las zonas comunes del hotel -pasillos, salones, cocina, amenities, piscina, living...- y disponer de la habitación privada, como cualquier pasajero. El precio que arranca en $25.000 pesos/mes es mucho más accesible que muchos de los departamentos del centro de Mendoza. El "coliving" es una gran solución para muchos. "Hay gente de cerca de 60 años, o un poco más, que no tiene ganas ni de estar sola, ni de ir a un geriátrico a marchitarse... es una gran opción para la gente que incluso está pasando alguna transición familiar, o personal, y necesita salir de su casa...y además para los jóvenes que hacen sus primeras experiencias de libertad" explicó la propietaria del hotel.

Hoy es posible "vivir"en un hotel.

Una de las habitaciones del Hotel Inteernacional.

Hay una vuelta más para completar la oferta. Hoy no funcionan los hoteles alojamiento. La actividad no está permitida. Las parejas mantienen encuentros clandestinos o alquilan departamentos por horas en pleno centro. Y las cabañas sólo pueden alquilarse por grupos de familias convivientes. Esta medida fue anunciada y controlada como tal y hay vigente un decreto que lo prohíba expresamente, el 877 del 16 de julio de este año. Sin embargo, en el turismo interno habilitado en junio a través del decreto 762 del gobierno provincial, hay un resquicio para el amor. Y Verónica Sottano lo aprovechó con su hotel. Armó una suerte de promociones que incluyen almorzar en varios restaurantes de la zona, especialmente de la Avenida Sarmiento y varios más de la Juan B. Justo y del centro, para que la gente pueda luego de almorzar o cenar, escaparse al hotel y alojarse una noche entera. El precio da risa. $ 1.300 por persona y por noche. Y la comida en cada lugar, claro.

Coliving

En cuanto el gobierno nacional "clausuró" el turismo en todo el país, los hoteles de Mendoza pasaron de una situación muy buena previa al 20 de marzo, al hundimiento total y el 0 % de ocupación. Veronica cuenta que "...nos paramos frente al edificio de 2.500 metros cuadrados y nos planteamos qué hacer. Trajimos unos arquitectos sub-26 que nos convencieron de hacer una inversión mínima y apostar al coliving".

En un correo posterior contó que "...nuestra estructura es una pequeña pyme de 54 habitaciones, estándar, ejecutivas, suite, todas totalmente equipadas, confortables, con wifi, cable, caja de seguridad, ropa de cama con plumón americano de plumas. Además el edificio cuenta con salón de reuniones, espacios amplios y confortables equipados con TV, sillones, ideales para trabajar en modalidad Home Office, pileta de verano con jardines verdes y cochera. Todas estas comodidades disponibles... ¿Para quién? ¿Cuánto tiempo las tendremos ociosas?"

El estudio que contrataron identificó para el hotel a un segmento etario joven como posibles clientes. "Los costos que una persona debe asumir cuando piensa en hacer su primera experiencia en independizarse, entre otros significa contratos de alquiler, garantes, vencimientos, actualizaciones, mes depósito, comisiones, servicios, y encargarse de tareas que recortan la libertad" dice Sottano.

Entre los jóvenes que empiezan la vida en serio y los adultos que viven su tercera edad con independencia y en buena forma, están los clientes del coliving. Refugio apropiado además para separados y separadas en transición, por semana, quincena, o más.

"Los arquitectos habían vivido afuera, nos plantearon refuncionalizar el edificio como un multi espacio, optimizando todas las áreas comunes de planta baja y armar con una mínima inversión el Proyecto Coliving. Para esto era necesario armar nuevas áreas comunes de convivencia, cocina, comedor, living, terrazas. Además, destinamos el Primer piso para oficinas" contó. "Cuando abrieron el turismo local, el Ministerio de Turismo propuso a los hoteles, elegir entre cuatro modalidades: repatriados, sanitario Covid, corporativo para empresas que vienen fuera de la provincia a trabajar y turismo interno. Nosotros elegimos turismo local, algo loco para ser un hotel de ciudad. Así pensamos en un nicho importante de gente que necesita tener un momento de intimidad, de relax, de disfrute, aunque sea a 50 metros de su casa. Hicimos convenio con todos los restaurantes de la zona..." contó. Se le nota el entusiasmo al hablar de esta etapa de emergencia hasta que vuelvan alguna vez el turismo nacional e internacional. "Además, la vista del hotel es hermosa" insistió.

En la página del Hotel Internacional, abundan en detalles, promociones y precios. Lo que debe destacarse en el caso de estos emprendedores mendocinos, es la voluntad de cambiar, de resistir, de pelearla, y de ofrecer nuevos servicios y opciones, para una vida que -desde el 20 de marzo- es diferente para todos.

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