Llamó a su ex esposa para que escuchara cómo mataba a sus hijas

El hombre fue condenado a muerte. El caso dio lugar a cambiar la ley sobre las visitas a los hijos.

Llamó a su ex esposa para que escuchara cómo mataba a sus hijas

Por: Mendoza Post

Un terrible crimen en Estados Unidos obligó a reformular en Texas las leyes que permiten a acusados de violencia de género mantener contacto con su hijos: se trata de un hombre que asesinó a sus dos hijas minetras la madre de las niñas escuchaba por teléfono cómo les disparaba.

El caso fue en 2001. Luego de que Mary Jean, la ex esposa de John Battaglia, denunció que el hombre había violado nuevamente la restricción de acercamiento que tenía por varias denuncias que ella levantó contra él por violencia de género. Como era reiterada la violación a la medida, le habían dicho a Battaglia que podría ir preso y eso lo enfureció.

A pesar de ello, le permitieron buscar a sus hijas para cenar, como venía haciendo, una vez por semana.

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Las nenas tenían 9 y 6 años

La tarde del 2 de mayo de 2001, Battaglia las buscó y les dijo que no irían a cenar afuera porque "estaba triste" porque su madre lo quería preso, así que llevó a las niñas a su departamento y pidió a su ex esposa que lo llamara porque sus hijas tenían un mensaje para ella.

Cuando la mamá de las chicas preguntó qué necesitaban preguntarle, John ordenó a Faith (la hija más grande): "Preguntale". Faith obedeció, como siempre, y dijo: "Mami, ¿por qué querés que papá vaya a la cárcel?"

Mary Jean pidió a su marido que no sometiera a sus hijas a esta situación de tensión. Mientras trataba de hacerlo razonar escuchó a su hija mayor gritar: "¡¡¡No, papá, por favor, no lo hagas!!!"

Luego sintió tres detonaciones rítmicas, separadas por pocos segundos. Mary Jean gritó desesperada a sus hijas: "¡¡Corran, corran a la puerta!!". Escuchó alaridos y otra vez ese sonido que estalla cinco veces más en sus oídos provocando un terror paralizante. Y, entonces, escuchó a su ex cargado de odio decir: "¡Feliz jodida Navidad!" (porque fue en la navidad cuando la mujer puso la primera denuncia).

Luego de dispararle tres veces a la hija mayor y cinco a la menor, John abandonó su departamento y se dirigió a un bar. Desde allí marcó el número telefónico de la casa de las chicas. Le dejó un mensaje en el contestador: "Buenas noches mis pequeñas bebés. Espero que estén ahora descansando en un lugar mejor. Las quiero y desearía que no tuvieran nada que ver con su madre. Es malvada, viciosa y estúpida, Ahora están liberadas de ella. Las amo profundamente. Fueron chicas muy valientes".

Un rato más tarde, fue a un local de tatuajes donde se hizo grabar en su bíceps izquierdo dos grandes rosas para recordar a sus queridas hijas.

Battaglia preso. En su brazo derecho se ven las rosas

No mucho después, fue arrestado por la policía que confiscó en su casa 16 armas de fuego. Ocho balas calibre 45 habían callado para siempre a sus hijas. Y Mary Jean había escuchado todo.

Pena de muerte

El juicio contra John Battaglia comenzó el 22 de abril de 2002 y al jurado le llevó solo 19 minutos, determinar la sentencia de la pena de muerte.

El 1 de febrero de 2018 fue ejecutado con una inyección letal, en la Unidad de Huntsville, en Texas. Tenía 62 años y habían pasado casi 17 años desde el doble asesinato de sus pequeñas hijas.

El caso fue tan movilizador que hizo que el legislador de Texas Toby Goodman impulsara un proyecto de ley para pedirle a los jueces que tuvieran en cuenta la historia de violencia doméstica al decidir si las visitas de los padres serían o no supervisadas. Lo consiguió en pocos meses. El Senado de Texas aprobó con velocidad y por unanimidad el proyecto de ley y fue firmado por el gobernador. El 1 de septiembre de 2001 entró a regir.

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