Premios Ig Nobel: la temperatura de los testículos, entre los galardones a la ciencia más absurda

Una investigación sobre la temperatura de los testículos se llevó el Ig Nobel de Anatomía.

Premios Ig Nobel: la temperatura de los testículos, entre los galardones a la ciencia más absurda

Por: Mendoza Post

Cada año en la Universidad de Harvard se entregan los Ig Nobel, los más famosos galardones para hallazgos científicos que rayan en lo absurdo, pero que no por eso dejan de ser científicos. 

Los creadores de los Ig Nobel dicen que su objetivo es "honrar aquellos logros que primero hacen reír y luego pensar".

Los Ig Nobel 2019 se celebraron el 12 de septiembre y los galardones estuvieron a la altura de la ciencia más excéntrica.

Entre las particulares investigaciones premiadas, llamó la atención la que se llevó el Ig Nobel de Anatomía.

"Asimetría térmica del escroto humano", es el nombre del estudio con el que los expertos en fertilidad Roger Mieusset y Bourras Bengoudifa ganaron en esta categoría.

Su estudio consistió en medir la diferencia de temperatura entre el testículo izquierdo y el derecho.

En su investigación participaron 11 carteros franceses, quienes permanecían de pie durante hora y media, mientras se les tomaba la temperatura de sus escrotos cada dos minutos.

Los investigadores tomaron medidas con los carteros vestidos y desnudos. El resultado fue que el testículo izquierdo es más caliente, pero solo cuando el hombre tiene ropa puesta.

El hallazgo está relacionado con otras investigaciones que muestran que la temperatura alrededor de los testículos puede afectar la fertilidad de los hombres.

Otros Ig Nobel

Estos fueron los demás premiados de la noche:

Medicina: Silvano Gallus, por recolectar evidencia de que la pizza puede proteger contra la enfermedad y la muerte, si se prepara y se come en Italia.

Educación Médica: Karen Pryor y Theresa McKeon, por usar una sencilla técnica de entrenamiento animal para enseñarles a los cirujanos a practicar procedimientos ortopédicos.

Biología: Ling-Jun Kong, Herbert Crepaz, Agnieszka Górecka, Aleksandra Urbanek, Rainer Dumke y Tomasz Paterek, por descubrir que las cucarachas muertas magnetizadas se comportan diferente a las cucarachas vivas magnetizadas.

Química: Shigeru Watanabe, Mineko Ohnishi, Kaori Imai, Eiji Kawano y Seiji Igarashi, por calcular el volumen total de saliva que cada día produce un niño de 5 años.

Ingeniería: Iman Farahbakhsh, por inventar una máquina que le cambia los pañales a los bebés.

Economía: Habip Gedik, Timothy A. Voss y Andreas Voss, por medir los billetes de qué país son los que más transmiten bacterias peligrosas.

Paz: Ghada A. bin Saif, Alexandru Papoiu, Liliana Banari, Francis McGlone, Shawn G. Kwatra, Yiong-Huak Chan y Gil Yosipovitch, por tratar de medir el placer de rascarse una picadura.

Psicología: Fritz Strack, por descubrir que sostener un lapicero con la boca lo hace a uno sonreír, lo cual lo hace a uno más feliz... y por luego descubrir que eso no es cierto.

Física: Patricia Yang, Alexander Lee, Miles Chan, Alynn Martin, Ashley Edwards, Scott Carver y David Hu, por estudiar cómo y por qué los wómbats defecan en forma de cubos.