El mito de las vacunas hechas con fetos abortados que genera confusión

La información se propagó como reguero de pólvora en las redes sociales pero es falsa. La explicación de los especialistas.

El mito de las vacunas hechas con fetos abortados que genera confusión

Por: Mendoza Post

La información se viralizó rápidamente e indicaba que cinco de las vacunas obligatorias incluidas en el calendario nacional de vacunación contenían células de fetos abortados. Las redes sociales fueron el medio ideal para la difusión de esta afirmación falsa.

La versión que indica que las vacunas contra la hepatitis A, rubéola, varicela, herpes zóster y rabia tienen células de fetos abortados surge luego de una supuesta respuesta a un pedido de acceso a la información pública hecho a la ANMAT.

Por esta razón, la entidad puso  blanco sobre negro y dijo que esas vacunas tienen "líneas celulares MRC-5 y WI-38, ambas compuestas por fibroblastos tomados de pulmón de feto humano".

En las redes sociales se viralizó la noticia falsa.

Sin embargo, esto no significa que todas las vacunas fabricadas con esa línea celular tengan células de fetos abortados.

Carla Vizzotti, directora de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología , explicó al sitio Chequeado que "una línea celular surge a partir de una única célula humana obtenida en algún momento".

"Luego se utilizan copias de esa célula por lo tanto es falso que se necesitan fetos abortados para producir una vacuna, ya que se produce con una copia de esa célula original", explicó.

Más publicaciones falsas

Pero estas no son las únicas afirmaciones erróneas. Otras publicaciones dicen que las vacunas tienen mercurio y que son tóxicas para todo aquel que se las aplique.

Esto fue desmentido por la Fundación Huésped, organización que se especializa en temas de salud sexual y enfermedades prevenibles por vacunas.

Desde el organismo aclararon que algunas vacunas tienen tiomersal, un compuesto orgánico con mercurio que sirve como conservante, "indispensable para asegurar la potencia y la esterilidad de las vacunas".

Además explicaron que "las pruebas científicas indican que no hay riesgo para la salud, no se acumula en el organismo y no es tóxico".

En el mismo sentido, la Organización Mundial de la Salud afirma que "que el tiomersal se debe seguir utilizando en las vacunas como conservante e inactivador" ya que "no hay pruebas de que el tiomersal suponga un riesgo para la salud humana".

Otra peligrosa fake news

La tercera afirmación falsa es que todos los niños y niñas que recibieron la vacuna contra el sarampión o triple viral podrían terminar con autismo.

Gustavo Sevlever, médico del Laboratorio de Neuropatología de FLENI, explicó que ese mito lo inició el médico inglés Andrew Wakefield en la década de 1990.

"Desde entonces, cualquier conexión directa entre el autismo y la vacuna ha sido desacreditada por estudios investigando la epidemiología del autismo y los efectos biológicos de la vacuna", concluyó.

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