Fueron condenados por lavar más de un millón de dólares provenientes de la venta ilegal de medicamentos en EE.UU. a través de la farmacia online Goldpharma. Usaron criptomonedas, testaferros y un sistema clandestino de transferencias para blanquear el dinero en el país.
Quiénes son los empresarios condenados por venta de remedios y lavado
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°8 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires dictó una sentencia que cierra, al menos judicialmente, un capítulo oscuro del comercio internacional de medicamentos. Se trata del caso Goldpharma, una red de farmacias online con sede en Argentina que fue utilizada como pantalla para el tráfico ilegal de drogas controladas en Estados Unidos y que, mediante complejas maniobras financieras, logró introducir millones de dólares al sistema legal argentino.
El juicio abreviado, que ya quedó firme, fue acordado entre el fiscal general Marcelo Colombo y las defensas de los imputados. Se trata de los empresarios Sergio Ferrari, contador, y Gastón Tomaghelli, licenciado en administración, quienes fueron condenados a tres años de prisión en suspenso, además del pago de multas millonarias y la pérdida de bienes por más de 1,3 millones de dólares, provenientes del lavado de activos agravado por habitualidad.
Casi 274 mil dólares fueron secuestrados en uno de los allanamientos.
La investigación se inició gracias a una alerta de la DEA, la agencia antidrogas de Estados Unidos, a la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR). Del otro lado del mundo, en Wisconsin, fiscales estadounidenses ya investigaban a Goldpharma por la venta ilegal de medicamentos psicoactivos por internet sin ningún tipo de receta médica ni autorización legal.
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Entre las sustancias comercializadas aparecían nombres como oxicodona, hidrocodona, codeína, anfetaminas, metilfenidato, alprazolam y zolpidem, entre otros fármacos de alto riesgo, todos controlados por legislación sanitaria. Provenían de Rumania, India y Singapur, y se distribuían desde Argentina a todo el territorio estadounidense.
Para lavar las ganancias del negocio, Ferrari y Tomaghelli utilizaron una combinación de métodos modernos y arcaicos. Entre ellos, el sistema conocido como "Hawala", una práctica informal de transferencia de valores de origen asiático, sin intermediación bancaria y prácticamente imposible de rastrear. Así funcionaba: recibían depósitos en el exterior y entregaban dinero en efectivo o transferencias locales a los clientes en Argentina. No se movía el dinero entre países, sino que se compensaban saldos, evitando cualquier trazabilidad.
Los empresarios recurrieron a sus propias firmas, Smile Technologies SA y DTS Consulting, para canalizar los fondos. A través de ellas ingresaron al país dólares ilegales que terminaron en propiedades, cuentas bancarias y criptomonedas.
Uno de los puntos más llamativos de la causa fue la adquisición de un departamento de lujo en el exclusivo complejo "BE Libertador", ubicado sobre la Avenida del Libertador 6279. La compra se realizó en cuotas variables y en diferentes fechas, simulando una operación inmobiliaria tradicional, pero financiada con dinero ilícito. En los allanamientos se secuestraron U$D 273.639 en efectivo, $458.110 en moneda nacional, y se recuperaron U$D 1.082.851,28 producto de la liquidación de inmuebles comprados por Tomaghelli. Además, el pago de multas y costas judiciales se cubrió con U$D 292.701,85 en criptomonedas, decomisadas a Smile Technologies.
Ambos imputados se acogieron al régimen del arrepentido (artículo 41 ter del Código Penal) y declararon ante la justicia, lo que les permitió reducir la pena. Reconocieron los hechos, explicaron la operatoria del lavado, cómo funcionaban las compensaciones internacionales, y señalaron a los líderes de Goldpharma. Entre ellos destacan Jorge Alejandro Paura y Conrado Frenzel, este último con peso institucional: formaba parte del Consejo de la Cámara de Farmacias de Argentina. También participaron Luciano Brunetti, Lucas Paura y Santiago Videmato, y tenían nexos con JC Investment Group.
El caso involucró a varias áreas del Ministerio Público Fiscal: Diego Iglesias (PROCUNAR), Diego Velasco (PROCELAC), Gabriela Ruiz Morales (Fiscalía Penal Económica N°6), Matías Álvarez (fiscal coadyuvante) y Marcelo Colombo (fiscal general ante el TOCF N°8). Durante meses, intercambiaron información con la DEA, analizaron correos electrónicos intervenidos, extractos bancarios y escuchas telefónicas, lo que permitió reconstruir el circuito del lavado y probar el vínculo con el narcotráfico.
La sentencia del TOCF N°8 puede cerrar este capítulo judicial, pero deja abierta una pregunta más profunda: ¿cuántas operaciones similares siguen activas, ocultas bajo fachadas legales? El caso Goldpharma expone una trama de connivencia entre crimen internacional y circuitos financieros argentinos, donde el sistema bancario alternativo, las criptomonedas y la falta de controles efectivos facilitan la reinversión de dinero sucio en inmuebles, negocios y servicios. En la Argentina, donde la economía informal es parte estructural del modelo, el límite entre legal e ilegal muchas veces es apenas una declaración jurada.