La pavimentación de la Ruta Provincial 7 en el tramo Cortaderas busca integrar a las comunidades del Alto Neuquén, Vaca Muerta y Malargüe. Los detalles.
Neuquén inicia una obra que Mendoza reclama hace años
Después de décadas de reclamos por parte de las comunidades del norte neuquino y del sur mendocino, finalmente comenzará la pavimentación de la Ruta Provincial 7 en el tramo conocido como Cortaderas, una obra largamente esperada que no solo beneficiará a los habitantes de Neuquén, sino que también impactará directamente en la conectividad y el desarrollo logístico de Mendoza.
El anuncio fue realizado por el gobernador neuquino, Rolando Figueroa, quien confirmó que en las próximas dos semanas se dará inicio a los trabajos, con el acompañamiento de YPF.
"Dentro de dos semanas estaremos empezando una obra que es histórica y que va a acercar 100 kilómetros al norte neuquino", remarcó Figueroa, quien destacó la importancia de esta obra para la integración regional y el desarrollo de las economías locales.
En cuánto a la participación de YPF, Gustavo Gallino, vicepresidente de Infraestructuras, había anticipado en abril que "uno de los compromisos que asumió nuestro presidente y CEO, Horacio Marín, fue la construcción de este tramo de la ruta 7. Es importante porque es infraestructura para que toda la provincia de Neuquén tenga mejores comunicaciones, desde el punto de vista de la seguridad vial y el confort. Y desde el lado de y YPF y de la industria del oil and gas en general, porque mejora la productividad y en la seguridad de la gente".
"Cumplimos con compromisos asumidos, pero que en definitiva van a tener mejoras en los resultados de todos", aseguró Gallino.
Ver: Emergencia vial: restringieron la circulación en las rutas de Vaca Muerta
Una ubicación estratégica
El tramo a pavimentar -conocido como Cortaderas- se extiende desde las cercanías de Ranquil Norte hasta Añelo, atravesando aproximadamente 100km de ripio sin asfaltar. La obra se inicia justo después del empalme con la Ruta Provincial5 en Punta del Agua (zona de Punta Carranza), avanzando hacia el sur hasta conectar con la Ruta Nacional40 en Auquincó, a medio camino entre Chos Malal y Buta Ranquil. Añelo, cabecera del departamento homónimo, está ubicada unos 100km al norte de la capital provincial, en la meseta patagónica, junto al valle del río Neuquén. Así, este nuevo tramo asfaltado unirá zonas rurales, yacimientos hidrocarburíferos de Vaca Muerta, y generará otro acceso terrestre hacia Mendoza, mejorando significativamente la integración entre ambas provincias.
Un tramo clave para Mendoza
La pavimentación de este sector estratégico permitirá, por fin, consolidar una conexión directa entre Neuquén y Mendoza, algo que las autoridades y sectores económicos mendocinos venían reclamando desde hace años. El proyecto forma parte de las gestiones de las Federaciones Económicas de Cuyo, que en reiteradas oportunidades insistieron en la necesidad de crear corredores logísticos seguros y eficientes para favorecer el traslado de trabajadores, insumos y recursos hacia los yacimientos de Vaca Muerta y otras actividades productivas como Potasio Río Colorado.
Hoy, los habitantes del sur mendocino deben recorrer entre 400 y 550km -principalmente por las rutas nacionales 40 y 22- para llegar a la capital neuquina o realizar trámites y gestiones de salud. La falta de un tramo asfaltado en Cortaderas obligaba a los viajeros a transitar caminos de ripio y tierra, inseguros y con un mantenimiento casi nulo, lo que aumentaba costos y tiempos de viaje.
El nuevo tramo asfaltado permitirá un ahorro de aproximadamente 100km para los viajes entre el Alto Neuquén, Vaca Muerta y la Confluencia, algo que transformará no solo la logística petrolera sino también la vida cotidiana de miles de habitantes de la región y, en especial, de los productores, proveedores y trabajadores mendocinos que abastecen a estos sectores.
El gobernador Figueroa destacó que esta obra "viene a complementar todo un desarrollo de infraestructura que estamos haciendo en las rutas del petróleo, más algunas acciones inmediatas que tenemos que corregir en virtud del retraso en infraestructura". El proyecto tiene múltiples beneficios: reduce costos de transporte, mejora la seguridad vial, integra comunidades y potencia el turismo en destinos emergentes.
Reclamo histórico y deuda pendiente
La pavimentación de la Ruta7 en Cortaderas no es un reclamo nuevo. Desde hace décadas, las comunidades rurales del norte neuquino, dedicadas a la trashumancia y las tareas del campo, junto a Malargüe, General Alvear y San Rafael, reclamaban por esta obra para mejorar la conectividad.
En la última década, el crecimiento de la actividad hidrocarburífera en Vaca Muerta y la instalación de locaciones petroleras en la zona incrementaron de manera exponencial el tránsito pesado, generando mayores riesgos y deterioro en las rutas de ripio. La falta de mantenimiento y la imposibilidad de circular en días de lluvia agravaron el problema, haciendo más urgente la obra que ahora se pone en marcha